Cuando finaliza una relación laboral, uno de los pasos clave es la entrega del finiquito, un documento que resume lo que la empresa debe al trabajador: salario pendiente, vacaciones no disfrutadas y parte proporcional de pagas extra, entre otros conceptos. Aunque muchas veces se firma sin pensarlo demasiado, es importante conocer cuándo se debe abonar y qué derechos tiene el trabajador si la empresa no paga a tiempo.
En este artículo repasamos los plazos para cobrar el finiquito, qué hacer si no te lo abonan y qué consecuencias puede tener para la empresa el retraso.
¿Qué es el finiquito y cuándo se paga?
El finiquito es la liquidación final de todos los conceptos económicos pendientes cuando finaliza el contrato de trabajo. Es independiente de la indemnización por despido, aunque ambos suelen abonarse al mismo tiempo.
La empresa debe pagarlo en el momento en que se extingue la relación laboral, ya sea por despido o baja voluntaria. En caso de despido inmediato, se abona ese mismo día. Si es una baja voluntaria con preaviso, el finiquito se paga cuando finaliza el plazo de preaviso.
No es cierto que deba pagarse con la nómina mensual. Muchas empresas lo hacen así por comodidad administrativa, pero legalmente corresponde abonarlo al cerrar la relación laboral, no después.
¿Debes firmar el finiquito antes de cobrarlo?
Uno de los mayores errores es firmar el finiquito sin haber recibido el dinero. Aunque la firma implica conformidad con las cantidades y que ya se ha cobrado, puedes firmarlo con una anotación como «no cobrado» o «pendiente de revisión» si aún no has recibido el ingreso, especialmente si el pago se realiza por transferencia bancaria.
¿Qué hacer si no te pagan el finiquito?
Si ya ha pasado el plazo y no has recibido el finiquito, lo primero es contactar con la empresa para comprobar si se trata de un retraso puntual o un error.
Si la empresa no responde o no soluciona la situación, sigue estos pasos:
- Envía una reclamación por escrito, preferiblemente mediante correo electrónico y burofax.
- Si no hay respuesta, presenta una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) de tu comunidad autónoma.
- Si no se llega a un acuerdo, tendrás que presentar una demanda laboral.
Tienes un año para reclamar el finiquito, contado desde el día en que debía haberse pagado.
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¿Y si la empresa está en quiebra?
Incluso si la empresa no puede hacer frente al pago por insolvencia, tienes derecho a cobrar. En ese caso, el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) se hace cargo, dentro de unos límites establecidos legalmente.
¿Qué consecuencias tiene para la empresa no pagar el finiquito?
Si el pago no se realiza en plazo y no hay justificación, como un ingreso por transferencia en curso, la empresa puede ser sancionada.
La Ley contempla una penalización de un día de salario por cada día de retraso, con un límite de 30 días.
Este recargo funciona como una indemnización adicional para el trabajador, y puede sumarse a otras cantidades si la empresa no cumple sus obligaciones.
¿Cuándo puede retrasarse legalmente el pago?
Hay ocasiones en las que un pequeño retraso es comprensible y no sancionable:
- Cuando el pago se hace por transferencia bancaria y tarda en reflejarse.
- Si existe algún problema administrativo justificado, aunque siempre es recomendable que la empresa lo comunique por escrito.
Sin embargo, si la empresa retrasa intencionadamente el pago para ajustarse a sus propios calendarios internos, podría tener consecuencias legales.
¿Cómo evitar problemas con el finiquito?
Para protegerte como trabajador y evitar reclamaciones complicadas, ten en cuenta estas recomendaciones:
- Revisa el contenido del finiquito antes de firmarlo.
- Comprueba que se incluyen todos los conceptos pendientes, como vacaciones, pagas extra y horas trabajadas.
- No firmes si no estás conforme o incluye anotaciones como “pendiente de revisión”.
- Guarda toda la documentación relacionada con tu baja o despido.
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