Si pongo una denuncia, ¿puedo ganar?

Por desgracia, los delitos están a la orden del día en nuestra sociedad. Desde una estafa comercial hasta un robo, pasando por situaciones mucho más graves de violencia o cualquier otro caso, la víctima siempre debe poner una denuncia para poner fin a la situación o recibir una compensación por los daños que haya sufrido.

Una denuncia es el proceso a través del cual una persona que ha sufrido una infracción de las leyes puede poner en conocimiento de la autoridad competente lo sucedido. A diferencia de la querella, al poner una denuncia no es necesario presentar abogado ni procurador, ya que simplemente se está comunicando el delito para que la autoridad donde se presenta pueda iniciar los trámites necesarios. En el caso de la querella, la persona que la pone pasa a ser parte directamente de un proceso judicial, pero si se trata de una denuncia no es así.

Para interponer una denuncia es necesario ofrecer la siguiente información: nombre, dirección y DNI del denunciante; exposición de lo ocurrido ofreciendo el mayor número de detalles y datos para poder probar el hecho y que las autoridades puedan investigarlo si fuera necesario; y presentar cualquier documento que sirva como justificante de lo que se relata.

Cualquier persona que haya sido víctima de un delito o de algún hecho que sea constitutivo del mismo siempre tiene la obligación de presentar una denuncia. Como hemos comentado, los motivos que originan este tipo de acción legal pueden ser muy diferentes: una vulneración de los derechos y libertades fundamentales por parte de algún organismo público, el robo del teléfono móvil o de dinero, un caso de violencia de género, un despido improcedente, una deuda pendiente con un cliente, un ciberataque, etc.

Una vez que la denuncia ha sido registrada por la policía o el juzgado, las posibilidades de ganar dependerán del tipo de caso y de su gravedad. A partir de la comunicación por parte del denunciante, se inicia una fase de investigación de los hechos si fuera pertinente. En el caso de que la autoridad lo considere lo suficientemente relevante, se iniciará un procedimiento judicial o en caso contrario se archivará.

Cualquier caso que consideremos una infracción debe ponerse en conocimiento de las autoridades, pero es necesario que se den una serie de condiciones para que la denuncia tenga un efecto ventajoso para la víctima.

Hay que tener presente que poner una denuncia falsa o que no se adecue a la realidad, se considera delito. Por lo tanto, a la hora de contar los hechos es fundamental ajustarse a la verdad, evitando exagerar algunos puntos con el objetivo de que el caso pueda trascender.

Además de tener en cuenta que muchos casos no llegan a las manos de un juez por no considerarse demasiado relevantes, también es fundamental estar bien asesorados antes de interponer una denuncia en función del delito de que se trate.

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