Pedir una hipoteca para comprar una casa embargada
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En la actualidad, el stock de este tipo de casas a causa del impago de la hipoteca es considerable. Muchas personas que disponen de escasos recursos ven en esto una oportunidad para hacerse con una vivienda en propiedad y se preguntan si podrían solicitar una hipoteca para comprar una casa embargada. La respuesta, sin entrar en detalles -que veremos más adelante-, es sí. Se puede pedir una hipoteca para una casa embargada por el banco.
Consideraciones a tener en cuenta antes de pedir una hipoteca para una casa embargada
Es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones antes de solicitar una hipoteca para adquirir una casa embargada. A primera vista puede parecer que todo son ventajas, ya que hacer este tipo de operaciones conlleva:
- Un buen ahorro de dinero, porque los bancos necesitan quitarse de encima ese stock de viviendas.
- Una financiación que cubra el valor total de la vivienda, es decir una hipoteca del 100 por cien de la compraventa o tasación.
- Un plazo de amortización más dilatado en el tiempo (hasta los 40 años).
Y todo ello, sin que suban los intereses, comisiones, gastos o los requisitos de vinculación. No obstante, hay que tener en cuenta que estas ventajas no se consiguen así porque sí.
No hay que engañarse. Un banco no es una ONG que se dedica a socorrer a desvalidos. Todas las ventajas enumeradas no son de aplicación universal, sino que están sujetas a los criterios de riesgo de cada entidad. En definitiva, todo queda supeditado al perfil financiero de quien desea adquirir la vivienda. Por lo tanto, si no se dispone de unas garantías suficientes a criterio de la entidad que concede el préstamo, los deseos de conseguir una hipoteca pueden quedarse simplemente en eso.
Condiciones de la compraventa de una casa embargada
Por otra parte, en el caso de pasar esta criba y antes de embarcarse en una operación de estas características, hay que prestar la máxima atención a las condiciones y demás circunstancias que rodean la compraventa de este tipo de viviendas para no cometer errores que, posteriormente, tendrían difícil arreglo.
Para evitar esta situación, exponemos una serie de consejos a tener en cuanta cuando se desea adquirir una casa embargada por el banco.
Comparar con el precio de mercado
Lo primero es cerciorarse de que el precio de la vivienda que se pretende adquirir está en consonancia con el precio de mercado en la misma zona donde está enclavada.
Esto, que es una norma básica a la hora de adquirir cualquier tipo de vivienda, es de aplicación también a las viviendas embargadas por los bancos. No hay que dar por sentado que una vivienda embargada por el banco y que este pone a la venta será más económica que otras que se vendan en el mercado libre.
Visitar la vivienda
Del mismo modo, es necesario visitar la vivienda y comprobar su estado antes de firmar cualquier contrato, como se hace a la hora de adquirir una vivienda cualquiera. Si se compra un piso a un banco, se compra como cuerpo cierto. Es decir, se compra una vivienda en el estado aparente en que se encuentre, con sus vicios y desperfectos ocultos o visibles.
Algunas entidades bancarias, con el pretexto del bajo precio de venta de la vivienda, exigen al comprador que exonere al banco de toda responsabilidad, renunciando a reclamar por posibles vicios ocultos, alegando que se visitó la vivienda y se pudo comprobar su estado. No hay que aceptar estos condicionantes.
Comparar con otras entidades
Para tratar de ahorra al máximo, es imprescindible comparar las ofertas de distintas entidades bancarias porque no todas ofrecen las mismas ventajas. Asimismo, una vez decididos por la oferta de una entidad determinada y antes de firmar nada, hay que leer minuciosamente el contrato de compraventa para evitar que se deslice en el mismo alguna clausula -ojo con las que van en letra pequeña- que deje al comprador indefenso a la hora de plantear posteriormente una reclamación por vía judicial.
Pedir justificantes de estar al corriente de pagos
Asegurarse de que no existen deudas de ningún tipo (gastos de comunidad, recibos de servicios, impuestos, tasas, arbitrios, etc.) asociados a la propiedad de la vivienda. Para ello, hay que exigir al banco los justificantes de estar al corriente de todos estos pagos, porque de no ser así, tendría que hacerse cargo de los mismos el nuevo propietario.
Asimismo, exigir la eliminación de la anotación del embargo en el Registro de la Propiedad.
Una buena oportunidad
El alto número de viviendas que los bancos poseen en stock y la necesidad que tienen de liquidez es una ventaja para el futuro comprador. No se trata de esperar que las regalen, pero sí de que las pongan a la venta a un precio interesante que con una adecuada negociación se podría, incluso, mejorar. Además, adquiriendo una de estas viviendas, es más factible que el banco ofrezca la posibilidad de conseguir una hipoteca mejor, con más facilidades que si se tratara de otro tipo de vivienda.
Hay que tener en cuenta también que la compra de este tipo de viviendas conlleva determinados gastos. Por tratarse de viviendas de segunda mano, es decir, que han tenido un anterior propietario, están sujetas al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.
Por último, advertir que la compra de una vivienda embargada por el banco puede constituir una oportunidad si se saben aprovechar sus ventajas o, por el contrario, convertirse en una pesadilla, si no se han tomado las precauciones debidas.
En cualquier caso, si a pesar de todas las precauciones tomadas, el comprador considera que sus derechos han sido vulnerados, no debe dejar de acudir, en primera instancia, al procedimiento de arbitraje en las oficinas de consumo, y si aun así no se siente totalmente satisfecho, acudir a la vía judicial.
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