¿Qué es un alquiler social? Requisitos y claves
Resumen del contenido
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Se trata de un programa mediante el cual las administraciones públicas proporcionan viviendas en alquiler a precios reducidos a quienes no pueden acceder a una vivienda.
El alquiler social busca garantizar el derecho a una vivienda digna y adecuada, especialmente para aquellos colectivos más desfavorecidos como familias con bajos ingresos, personas en riesgo de exclusión social, desempleados de larga duración, personas mayores o con discapacidad.
Este tipo de alquiler proporciona acceso a domicilios (pertenecientes al Fondo Social de Viviendas) cuyos propietarios son los bancos y entidades de crédito. Los precios de los pisos de alquiler social suelen ser inferiores al precio de mercado y están calculados en base a los ingresos económicos de los inquilinos.
La renta de este tipo de alquiler oscila entre los 150 y los 400 euros al mes, aunque depende de cada caso concreto, ya que en situaciones de especial necesidad podría ser de menor cuantía. La duración del contrato es de 2 años pero puede prorrogarse un tercero si se siguen reuniendo los requisitos.
¿Cómo se solicita?
A este alquiler social pueden acceder aquellas personas que han perdido su residencia desde el 31 de diciembre de 2007 y se encuentren en situación de vulnerabilidad social, siempre que cumplan una serie de requisitos y lo soliciten formalmente, además es imprescindible que el beneficiario del alquiler social destine el inmueble a su vivienda habitual.
Requisitos
- Haber perdido la vivienda en favor de una de las entidades de crédito que participan en el alquiler social. El motivo puede ser desalojo por haber dejado de pagar, o que haya un procedimiento de ejecución hipotecaria o dación en pago.
- Que los ingresos de la unidad familiar no estén por encima de 3 veces el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), que para 2024 es de 600 euros.
- No tener vivienda en propiedad
Además deben cumplir al menos uno de estos otros requisitos:
- Tener hijos menores de edad.
- Estar en situación de desempleo o haber agotado todas las prestaciones.
- Que algún miembro de la unidad familiar haya sufrido violencia de género.
- Tener más de 60 años.
- Que en la unidad familiar haya un miembro con discapacidad de hasta 33%.
- Si es familia monoparental, tener al menos dos hijos menores.
- Persona que tenga que asumir deudas de los hijos o nietos como consecuencia de algún aval.
- Presentar alguna otra situación vulnerable detectada por los servicios sociales correspondientes
Procedimiento
Para solicitar el alquiler social hay que acudir al banco. La entidad solicitará los informes que justifiquen la situación de vulnerabilidad a los servicios sociales y estudiará cada caso. En algunos bancos hace falta ser cliente para poder acceder a esta ayuda, pero en otros no. Las entidades y Bancos que colaboran en el Fondo de Alquiler Social son:
- Banco de Sabadell
- Banco Santander
- Bankia
- Bankinter
- BBVA
- CaixaBank
- Cajas Rurales Unidas
- ING
- Kutxabank
- Bantierra
- UCI
Nunca podrán echarte mientras el contrato de alquiler esté vigente, pero si una vez finalizado ya no cumples con los requisitos iniciales de vulnerabilidad, el banco procederá a la “no renovación” de la prórroga del contrato de alquiler, por lo que en ese caso, deberás abandonar la vivienda en los plazos legales establecidos.
Aunque tu alquiler sea un alquiler social, recuerda confirmar que la vivienda tiene un buen seguro de hogar para protegerte de cualquier imprevisto, y si no es así contrata un Seguro de Hogar MAPFRE, con los que podrás elegir también la cobertura de responsabilidad civil.
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