¿Cómo ser embajador y qué estudiar?
Resumen del contenido
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Un embajador es un funcionario de la Carrera Diplomática que tiene el máximo nivel dentro del escalafón y que, generalmente, se encuentra al frente de una Embajada, según la definición del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Su función es representar a su país ante otro Estado o ante una organización internacional y es un experto en relaciones internacionales.
¿Cómo ser embajador?
La carrera de embajador o las oposiciones para embajador como tal no existen. Normalmente, se llega a esta categoría después de muchos años de ejercicio en la carrera diplomática. En España se accede a la carrera diplomática mediante una oposición que convoca anualmente el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en función de la oferta pública de empleo y el número de plazas para el citado Ministerio.
Requisitos que hay que cumplir
Los requisitos para ser diplomático que deben reunir los candidatos que deseen presentarse a la oposición, son:
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Tener la nacionalidad española.
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Ser mayor de edad.
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Estar en posesión del título de Licenciado, Ingeniero, Arquitecto o Grado, y dominar perfectamente el inglés y francés, además de conocer otras lenguas como alemán, ruso, chino y árabe.
Por otra parte, conviene saber que la inmensa mayoría de los diplomáticos (85 por ciento) han cursado estudios de Derecho y Económicas, disciplinas muy relacionadas con el temario.
Proceso de ingreso en la carrera diplomática
Este proceso consta de dos fases:
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Una oposición.
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Realización de un curso selectivo de carácter práctico.
Ambas pruebas se realizan en la Escuela Diplomática, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores. Asimismo, en este centro se imparten cursos para la formación continua de los funcionarios de la carrera diplomática.
Primera fase: oposición
La primera fase -oposición- consta de varios ejercicios escritos y orales:
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Prueba tipo test de cien preguntas y respuestas múltiples.
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Comentario escrito de un tema de actualidad internacional elegido por el tribunal.
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Pruebas escritas y orales de idiomas. Español e inglés son obligatorios. Los opositores deberán elegir además otra entre las demás lenguas oficiales de Naciones Unidas (francés, ruso, chino y árabe).
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Entrevista personal y exposición oral sobre cuatro temas de materias pertenecientes a los campos del Derecho en distintas vertientes; Unión Europea; Organizaciones internacionales; Economía general, internacional, española, y de la Unión Europea; Sociología; Cooperación para el desarrollo; Historia; Relaciones Internacionales y Política Exterior.
Segunda fase: curso selectivo
Los aspirantes que hayan superado los ejercicios de la oposición serán nombrados funcionarios en prácticas. Ingresarán en la Escuela Diplomática, donde seguirán un curso selectivo, eminentemente práctico y de carácter potencialmente eliminatorio, que compagina clases y visitas a instituciones del Estado y a entidades públicas y privadas con proyección exterior.
En este curso, de siete meses de duración, aprenderán conocimientos sobre política exterior, funcionamiento del Ministerio de Asuntos Exteriores, contabilidad, organización, etc. Los funcionarios en prácticas que superen satisfactoriamente el curso, ingresarán en la Carrera Diplomática con la categoría de secretario de tercera clase. Se asciende a secretario de segunda y primera antes de llegar a consejero de embajada; luego ministro y embajador. Una carrera que puede durar entre 8 y 15 años.
Los ascensos en el escalafón de la carrera diplomática se deben a muchos factores: tiempo, experiencia, capacidad, además de una formación continuada.
Según el art. 13 del Real Decreto 638/2014, de 25 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de la Carrera Diplomática:
“Las vacantes que se produzcan en la categoría de Embajador se cubrirán discrecionalmente mediante real decreto del Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, entre funcionarios de la categoría de Ministro plenipotenciario de primera clase, que se hallen en situación de servicio activo o servicios especiales y hayan desempeñado una Jefatura de Misión Diplomática u otro alto cargo en la Administración General del Estado”.
Es decir, que el Gobierno tiene la potestad de nombrar como embajador a quien crea conveniente, pertenezca o no a la carrera diplomática.
¿En qué consiste y cuánto dura el trabajo de un embajador?
El trabajo de un embajador es representar a su país de origen en el extranjero. Sus responsabilidades pueden variar dependiendo del lugar y del gobierno al que son enviados, pero en general deberán:
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Promover y proteger los intereses del país de origen en el país anfitrión.
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Mantener y fortalecer las relaciones diplomáticas y comerciales entre los dos países.
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Negociar acuerdos bilaterales y tratar asuntos de interés mutuo.
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Proveer información y asesoramiento al gobierno de su país de origen sobre la situación política, económica y social del país anfitrión.
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Representar a su país en eventos diplomáticos, como recepciones y ceremonias oficiales.
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Facilitar la cooperación y el diálogo entre los dos países en áreas como educación, cultura, ciencia y tecnología.
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Brindar asistencia a los ciudadanos de su país que viven o viajan en el país anfitrión.
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Contribuir a la resolución pacífica de conflictos y fomentar la cooperación internacional.
En definitiva, el trabajo de un embajador implica ser un enlace clave entre dos países y trabajar para promover y proteger los intereses de su país de origen en el extranjero.
En cuanto a la duración de cada mandato, se suele cambiar de destino cada 2 o 3 años, el plazo máximo que se puede estar en misión fuera de España es de 9 años y ningún funcionario puede permanecer en el país más de 8 años seguidos.
Como hemos visto, la carrera diplomática es una inversión a futuro, como los Planes de Pensiones MAPFRE, que te brinda la seguridad y estabilidad financiera que necesitarás dentro de unos años.
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