Técnicas para hablar en público y triunfar
Resumen del contenido
El equipo de redacción de MAPFRE lleva más de 10 años preocupándose por tus ahorros y porque sigas manteniendo una buena calidad de vida en el momento de la jubilación. Pero no solo eso, aquí encontrarás información útil y práctica sobre relaciones laborales, impuestos, prestaciones y mucho más.
Los años de experiencia de MAPFRE en el sector nos avalan como fuente de información veraz y práctica para acompañarte en las diferentes etapas de tu vida.
Hay mil libros que parten de la duda: ¿cómo hablar en público? Y otros tantos talleres, cursos, técnicas y trucos. Para hablar en público, cada experto te recomienda sus propios entrenamientos y su forma de preparar exposiciones orales. ¿Cómo acertar entonces? Lo mejor es partir de tus mejores cualidades y vencer tus miedos o posibles puntos débiles.
¿Todos podemos exponer bien en público?
No te preocupes, tú puedes hacerlo. Todo el mundo puede exponer en público y hacerlo correctamente. Asume para empezar a preparar tu estrategia 5 tips de éxito en todos los casos y con independencia de los detalles.
- Empieza por ganar confianza: claro que puedes.
- No te esfuerces por hacerlo como lo demás. Lo más adecuado es buscar tu propio estilo: sé creativo.
- Adapta tu discurso a tus necesidades y al tono de tu exposición.
- No estás solo: apóyate en fotos, vídeos o presentaciones; la tecnología está de tu parte.
- Practica la prueba y dedícale tiempo, nadie lo consigue sin experiencia.
Los enemigos del mejor discurso público
Hablar en público es una experiencia que no todo el mundo tiene, pero por situaciones laborales o personales a menudo es necesario hacerlo y entonces, saltan todas las alarmas para los que nunca lo han hecho o creen que es un reto demasiado grande para su forma de ser.
Lo primero es mantener a raya los enemigos habituales de una exposición:
- Nervios
- Miedo escénico
- Pánico a quedarse en blanco
Hay que ser consciente de que todos estos enemigos van a presentarse –y alguno más-, pero si los tienes asumido y sabes cómo controlarlos, tienes el problema resuelto. La práctica, la preparación y las técnicas de relajación que mejor te funcionen son tus mejores herramientas, no son imbatibles y solo vencerán, si les dejas apoderarse de la situación: siempre recuerda que tú eres el protagonista de tu disertación, llena tu mente de estos pensamientos y deja que el miedo solo esté de paso.
Tanto en el momento de dar la charla como cuando ensayes, deja tus problemas o inseguridades aparte para concentrarte en un mensaje. Si estás en tu casa, asegúrate de que todo está bajo control. ¿Te preocupa un atasco? Mejor déjaselo a los profesionales de tu seguro y con el tema solucionado, sigue con tu preparación de discurso.
Tips para preparar un speech en público
Simplifica y resume
La atención de tu público no es infinita ni eterna. Esto es una realidad y no depende de lo bueno o malo que sea el orador, pasa en todos los casos. Por eso, cuando prepares tu exposición apuesta por decir poco, pero bien. Las ideas sencillas son fáciles de seguir y enganchan más fácilmente a la audiencia, lo que te aportará mucha confianza. Además, es más fácil que no te pierdas ni te quedes en blanco, si ofreces un discurso de pocas ideas, pero bien planteadas y esenciales. Lo bueno, si breve… dos veces bueno.
Siéntete cómodo también físicamente
Este es un punto que a menudo se olvida y, sin embargo, todos los expertos recuerdan que es clave. ¿Cómo vas a vestirte para tu discurso? ¿Vas a estar sentado o de pie? ¿Tendrás sitio para moverte durante tu charla? Descubre y controla todo este tipo de detalles para elegir lo que mejor vaya con tu personalidad y gustos.
Es importante sentirse cómodo y no tener que preocuparse por detalles fuera de tu discurso. ¿Un ejemplo? Si nunca te pones traje de chaqueta o nunca usas lentillas, no estrenes ropa y elige tus mejores gafas para tu charla pública, estarás mucho más cerca del éxito. Trabaja tu comodidad, siempre.
El humor funciona, pero es mejor la sinceridad
¿Siempre cuentas chistes con tus amigos en la oficina? ¿Cuándo cuentas tu fin de semana en el comedor de la Universidad todos se ríen? Bien, si tienes la capacidad de enganchar a las personas con tu humor, perfecto, por supuesto, utilízalo en tu discurso.
Forzar la gracia y esforzarse en ser cómico, sin embargo, es muy muy difícil que te funcione. El fracaso es lo más posible, si te esfuerzas por ser ocurrente y no lo eres. Mejor busca una cualidad habitual tuya y úsala, será siempre mejor. La sinceridad, por ejemplo, suele estar muy bien valorada y facilita un discurso en público.
Sé natural, pero no improvises, no es lo mismo
La naturalidad está de moda, pero no la improvisación –salvo que seas un orador profesional- No es una buena idea que dejes la preparación de tu disertación a la improvisación o a la suerte, es más inteligente practicar y educar tu talento natural.
Atención a las emociones. Si tu carácter tiende a los extremos cuando te expresas, olvídate de seguir esta tendencia natural y esfuérzate por controlarte y mantenerte en los tonos neutros. No es un buen discurso aquel en el que el ponente pierde los nervios o se muestra demasiado emocionado o excesivo en sus reacciones. Debes ser pasional y mostrarte ilusionado, pero sin alteraciones y siempre desde la humildad.
¿Seguro que tienes que dar el discurso solo?
Apuesta por la creatividad y olvídate de los aburridos PowerPoint de siempre. Hay muchos más recursos que pueden usarse en una exposición en público y que pueden apoyarte, especialmente si tienes miedo a quedarte en blanco o a no captar la atención de tu audiencia.
Vídeos, presentaciones, imágenes llamativas, esquemas sencillos, mensajes claros… asegúrate de que todo lo que empleas como apoyo para tu charla aporta y concentra los recursos en el mensaje que quieres dar, no los uses para entretener. Es importante organizar este tipo de elementos como una parte para que el discurso forme un todo ordenado y con sentido cerrado.
Comentarios (0)