¿Es posible pagar menos IRPF como autónomo?
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El equipo de redacción de MAPFRE lleva más de 10 años preocupándose por tus ahorros y porque sigas manteniendo una buena calidad de vida en el momento de la jubilación. Pero no solo eso, aquí encontrarás información útil y práctica sobre relaciones laborales, impuestos, prestaciones y mucho más.
Los años de experiencia de MAPFRE en el sector nos avalan como fuente de información veraz y práctica para acompañarte en las diferentes etapas de tu vida.
Si eres autónomo y quieres pagar menos de IRPF en tu próxima declaración de la renta debes tomar una serie de decisiones de carácter financiero antes de que finalice el año. Si quieres optimizar el pago de este impuesto, te ofrecemos una serie de recomendaciones para conseguirlo.
Haz una previsión de lo que vas a pagar en la renta
Según aconsejan algunos expertos en facturación, el final del año es el momento apropiado para planificar la declaración de la Renta y ahorrar algunos euros. Para ello, es conveniente hacer una previsión de lo que se va a pagar en la renta.
Los cálculos se pueden hacer utilizando el simulador de la propia web de Hacienda, que estimará cuál será el beneficio a final de año y las retenciones de IRPF totales de las facturas. En internet también se puede encontrar este tipo de simuladores.
Controla los saltos de tramo de IRPF
A últimos de año es conveniente vigilar cuidadosamente el tramo de IRPF en el que estás. Recuerda que el IRPF es un impuesto progresivo, es decir, cuanto más crecen los ingresos, más se paga a Hacienda. Para ello, existen unos tramos que tienen un porcentaje distinto y que sirven para calcular la deuda con el Fisco.
Puede ocurrir que el ingreso de una pequeña cantidad provoque el salto de tramo y la diferencia a ingresar en las arcas públicas sea mayor que el ingreso obtenido. En consecuencia, puede resultar interesante dejar pendientes para el próximo ejercicio algunas facturas, o no aceptar hasta entonces nuevos clientes. Otra opción sería anticipar algunos gastos o inversiones (maquinaria, mobiliario, reformas…)
Invierte en productos de ahorro
Con el objetivo de no rebasar el tramo de la renta, se pueden efectuar ciertos ajustes por medio de la inversión en productos financieros o pensados para planificar la jubilación. Entre las opciones disponibles, podemos citar las siguientes:
Aportaciones a Planes de Pensiones y Plan de Previsión Asegurado (PPA)
Según la normativa del IRPF, las aportaciones realizadas durante el ejercicio a los planes de pensiones y las primas satisfechas en un PPA permiten reducir en la misma cuantía la base imponible. Es decir, es como si prácticamente se cobrara menos.
Esta reducción tiene actualmente como límite la menor de las siguientes cantidades: 2.000 euros anuales o un máximo del 30 por ciento de los rendimientos netos de trabajo personal y de actividades económicas.
Si te interesa ahorrar de una manera flexible y de cara a tu futuro, los Planes de Pensiones MAPFRE te permiten obtener la mayor rentabilidad según las necesidades de cada usuario.
Productos de Ahorro
Planes individuales de ahorro sistemático (PIAS). Las cuotas de estos planes no son deducibles en el IRPF, pero, si cumplen determinadas condiciones, todo el rendimiento generado durante la vida de la póliza estará exento del pago de impuestos una vez rescatado el capital.
Por su parte, los seguros individuales de ahorro a largo plazo (SIALP) proporcionan a su titular jugosas ventajas fiscales siempre que mantenga la inversión un mínimo de 5 años y no supere los 5.000 euros por persona y año.
Sube la cuota de la Seguridad Social
La cuota de autónomos es un gasto que va íntimamente ligado el ejercicio de la actividad profesional y es íntegramente deducible.
El 86 por ciento de los autónomos cotiza por la base mínima. Subir la cuota puede ser una buena decisión porque con ello, además de mejorar la pensión futura, se tendrá la posibilidad de pagar menos a Hacienda.
Suscribe un seguro
Suscribir un seguro antes de que termine el año también puede reducir la base imponible de la declaración.
Algunos de los más comunes para la actividad de los autónomos, cuyas primas se consideran un gasto deducible siempre que estén relacionados con la actividad profesional, son el seguro de responsabilidad civil (deducible al 100 por cien); el seguro de vida; y el seguro médico, si está vinculado con la actividad.
Respecto a los seguros de salud, existe una limitación de 500 euros por asegurado que forme parte de la unidad familiar.
Otros gastos en el desarrollo de la actividad
En el desarrollo de la actividad existe también una larga lista de gastos que son deducibles fiscalmente, si bien, hay que tener en cuenta que el importe del bien adquirido debe exceder de los 3.000 euros, y que en el caso del IRPF no se puede restar todo el importe de una vez.
Asimismo, son deducibles los gastos de atención a clientes y proveedores, como el merchandising y regalos que se entregan en nombre del negocio (calendarios corporativos, camisetas, gorras, bolígrafos, etc.), pero solo si suman un máximo del 1 por ciento de la facturación.
También son deducibles, tanto del IVA como del IRPF, los gastos derivados de la compra o el uso de un vehículo para la actividad profesional.
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