A qué edad se puede abrir la primera cartilla de ahorro
Resumen del contenido
El equipo de redacción de MAPFRE lleva más de 10 años preocupándose por tus ahorros y porque sigas manteniendo una buena calidad de vida en el momento de la jubilación. Pero no solo eso, aquí encontrarás información útil y práctica sobre relaciones laborales, impuestos, prestaciones y mucho más.
Los años de experiencia de MAPFRE en el sector nos avalan como fuente de información veraz y práctica para acompañarte en las diferentes etapas de tu vida.
Los padres deben preocuparse de proporcionar a sus hijos una adecuada educación financiera para que aprendan desde pequeños algunos conceptos básicos de la economía, como el ahorro. Abrir una cartilla de ahorro para un bebé no tiene más finalidad que la de enseñarle a ahorrar ya desde pequeño. Es decir, es algo que tiene un fin educativo más que financiero, porque ni por rentabilidad ni por fiscalidad esta clase de productos suelen ser interesantes.
Se trata, pues, de que el niño aprenda a guardar algo del dinero que recibe que le permita hacerse con un pequeño capital con el que pueda comprarse en un determinado momento aquel capricho que antes no podía.
Pero abrir una cartilla a un niño no es la única forma de mostrarle la importancia del ahorro, sino que debe ir acompañado de nuestras explicaciones y, por su puesto, nuestro ejemplo. En este sentido, los Planes de Pensiones MAPFRE te ofrecen una excelente fórmula de ahorro con previsión de futuro adaptada a tus necesidades que pone de relieve tu personalidad previsora y, también, la de tus hijos.
Los bancos, conscientes del escaso aliciente que tiene la contratación de estos productos, ofrecen todo tipo de reclamos para atraer a esa clientela infantil con el propósito de fidelizarla para el futuro, como regalos, promociones, seguros, cuentas sin comisiones, etc.
¿A qué edad se puede abrir una cartilla de ahorro?
No existe una edad determinada. Se puede abrir una cartilla a un bebé recién nacido. Sin embargo, un menor de edad no puede abrir una cuenta bancaria de manera independiente, a no ser que sea mayor de 16 años y esté emancipado. Generalmente, es el padre o la madre del menor, como representante legal, el que realiza estos trámites en nombre de su hijo.
Para ello, se debe personarse en la entidad bancaria que haya elegido provisto de su Documento Nacional de Identidad (DNI) o del Número de Identidad de Extranjero (NIE) y del Libro de Familia para garantizar el vínculo con el menor al que pretende abrir la cuenta. Si el menor tiene DNI o NIE hay que presentarlo también. Si carece de él porque aún no tiene 14 años y no está, por tanto, obligado a tenerlo, hay que solicitar un Número de Identificación Fiscal (NIF) provisional en la Agencia Tributaria.
El trámite en el Banco es muy sencillo. Tras la presentación de la documentación citada anteriormente y el ingreso de una pequeña cantidad, la entidad bancaria procederá a abrir una cuenta que estará operativa desde ese mismo instante.
Cómo son las cuentas para niños
Las cuentas para niños tienen una operativa especial. El único titular de la cuenta es el menor y los padres como representantes legales. La única operación que puede realizar el titular es el ingreso en efectivo autorizado por sus padres. Estos son los únicos que pueden disponer del dinero mediante tarjetas de débito en la red de cajeros o con la cartilla en una oficina.
Un inconveniente que tienen estas cuentas es que en ellas no se pueden domiciliar recibos, ni tampoco pueden tener vinculada ninguna tarjeta de crédito. Tampoco hay que olvidar que por el mero hecho de obtener una rentabilidad, los pequeños se convierten en contribuyentes del IRPF, con la misma retención que se aplica a los adultos.
Aunque estos productos se caracterizan por ser muy similares en todas las entidades bancarias, cuando se vaya a contratar una de estas cuentas, hay que tener presente que algunos Bancos ofrecen variantes que las hacen más atractivas. Por eso, es preciso fijarse en la rentabilidad real que ofrecen, en la ausencia de comisiones y si obligan a vincularse con la entidad. Asimismo, si disponen de servicios asociados como tarjetas de débito. No hay que olvidar tampoco los regalos que ofrecen, que es uno de los mayores atractivos, sobre todo para los pequeños.
Mejores cuentas en las que abrir una cartilla a un bebé
Seguidamente, reseñamos algunas de las mejores cuentas que el mercado ofrece actualmente:
- Cuenta 1|2|3 Mini del Banco Santander, con una remuneración en escala: 1 por ciento entre 100 y 200 euros; 2 por ciento de 200 a 300 euros y 3 por ciento de 300 a 1.500 euros. Tarjeta prepago gratuita. Comisión 1 por ciento mensual.
- Mi propia cuenta del Banco Mediolanum con remuneración del 1 por ciento hasta 100.000 euros. Para importes superiores a esta cantidad, la rentabilidad será del 0,10 por ciento nominal. No tiene gastos ni comisiones.
- Cuenta Coinc Junior de Coinc, con una rentabilidad del 0,30 por ciento TAE para un máximo de 35.000 euros. Sin comisiones.
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