Las mejores tarjetas para menores

Alba Armida

Periodista especializada en viajes y gestora cultural

Periodista y gestora cultural con más de 20 años de experiencia en televisión, radio, prensa escrita y medios digitales. En estos años me he especializado en cultura, lifestyle y viajes. Además, siento una fuerte motivación por la docencia y la cooperación internacional. Actualmente podéis leerme, entre otros medios, en la Revista VIAJAR y en la web Cuore, como especialista en viajes, aunque también escribo guiones para diferentes eventos y entregas de premios.

Comencé mi carrera laboral recorriendo La Mancha gracias a un programa de viajes en Radio Nacional de España (allá por el 2003) y, desde entonces, viajar y conocer otras formas de vida más que un placer y una profesión se ha convertido en una necesidad. A lo largo de estos años he viajado por todo el mundo (siempre menos de lo que me gustaría) descubriendo nuevas culturas y destinos inéditos que disfruto compartiendo con viajeros y aventureros.

Cuando un niño o adolescente empieza a tener cierta autonomía, es buen momento para que los progenitores se planteen ofrecerle una tarjeta para que pueda manejar su propio dinero. Esto les permitirá gestionar sus finanzas de manera segura, sin tener que llevar dinero en efectivo en todo momento. Sin embargo, al tratarse de menores, es importante evaluar las opciones disponibles y elegir la más adecuada para cada familia.

Tipos de tarjetas para menores

Tarjetas de débito para menores

Las tarjetas de débito para menores suelen estar vinculadas a una cuenta bancaria que debe ser controlada por los padres. Los bancos permiten que los progenitores supervisen todas las transacciones realizadas, depositen dinero y configuren límites de gasto. Este tipo de tarjetas también permiten hacer pagos online y fuera de España (si así se configuran), lo que resulta muy útil si se van de campamento o viaje de estudios.

Tarjetas prepagadas

Una opción muy popular son las tarjetas prepagadas, también conocidas como tarjetas monedero. Estas tarjetas no están vinculadas a una cuenta bancaria, sino que se cargan previamente con una cantidad de dinero. El niño puede utilizarlas para realizar pagos, pero solo hasta que el saldo de la tarjeta se agote. Muchas empresas emiten estas tarjetas de forma específica para menores.

Cuentas digitales para menores

Con el auge de la tecnología, muchas entidades bancarias han lanzado tarjetas y cuentas digitales diseñadas específicamente para menores. Estas cuentas permiten a los padres supervisar todas las transacciones en tiempo real, establecer límites de gasto, e incluso hacer transferencias de dinero de forma sencilla.

Principales tarjetas para menores del mercado

• CaixaBank: cuenta con diferentes tarjetas. Por un lado, la tarjeta de débito imaginTeens permite a los menores comprar en comercios y sacar dinero con cargo a su cuenta. La entidad no cobra por su emisión o mantenimiento. La tarjeta tiene unos límites de gasto predefinidos adaptados a la edad del menor. Y, por otro lado, la tarjeta de prepago, que también es gratuita y está disponible para menores. En su caso, los padres o representantes legales pueden recargar el dinero que estimen desde la app de CaixaBankNow y los menores nunca podrán gastar más del saldo disponible.
• Banco Santander: la tarjeta Prepago Mini está asociada a la Cuenta Mini y no dispone de comisiones de emisión ni mantenimiento. Se puede recargar de manera sencilla, permitirá al menor retirar efectivo sin coste del saldo precargado en cualquiera de los cajeros automáticos Santander en España y ofrece un servicio de alerta que avisa cada vez que se realice un pago igual o superior a 50 €.
• BBVA: la Cuenta Online para Menores, sin comisiones de administración y mantenimiento, ofrece a partir de los 12 años, la tarjeta Aqua Débito. Se puede retirar efectivo en los 4.500 cajeros de BBVA. Y, si viajan al extranjero, se devolverá la comisión de los pagos en divisa que se realicen y de 3 retiradas de efectivo al mes en cajeros fuera de España. Además, dispone ofrece el servicio de Bizum.
• Pixpay: ofrece una tarjeta Mastercard a nombre del menor, 2 aplicaciones (una para hijos y otra para padres) que te permitirán estar al tanto de todo, envío de la paga automática de forma semanal o mensual, así como el seguimiento de sus gastos en tiempo real. Se puede contratar a partir de 2,99 € al mes, pero no cuenta con permanencia.
• Revolut: la cuenta Revolut Junior está destinada a niños entre 6 y 17 años y va asociada a una cuenta para adultos. Incluyen una tarjeta de débito gratuita y es perfecta en el caso de viajes al extranjero, ya que incluye retirada de efectivo en cualquier cajero del mundo y conversiones en más de 36 divisas sin comisión adicional.

Ventajas de las tarjetas para menores

Educación financiera

Una de las principales ventajas de proporcionarle una tarjeta bancaria a un menor es la oportunidad de enseñarle el manejo del dinero desde una edad temprana. Aprender a administrar un presupuesto, entender los límites de la tarjeta o la importancia de ahorrar son enseñanzas imprescindibles que los niños y adolescentes pueden adquirir al utilizar una tarjeta bancaria. Además, este tipo de educación práctica suele ser mucho más efectiva (e interesante) que aprender conceptos financieros de forma teórica.

Independencia y responsabilidad

El uso de una tarjeta bancaria ofrece a los menores una sensación de independencia, puesto que les permite hacer compras y gestionar su dinero de manera más autónoma. Esta independencia es fundamental para su desarrollo personal y para que se preparen de cara a la vida adulta.

Cuando un niño o adolescente tiene su propia tarjeta, suele responsabilizarse más sobre cómo gasta y maneja su dinero. Además, así pueden comenzar a planificar sus gastos, tomar decisiones sobre lo que compran y asumir las consecuencias de no gestionar bien su dinero.

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Seguridad y comodidad

Llevar dinero en efectivo siempre conlleva ciertos riesgos, como la posibilidad de perderlo o que lo roben. Una tarjeta bancaria, especialmente las de prepago o de débito, pueden ser más seguras, ya que, en caso de pérdida o robo, puede bloquearse rápidamente.

Además, al usar una tarjeta, los niños pueden evitar tener que llevar grandes cantidades de dinero en efectivo, lo cual es muy conveniente durante viajes, campamentos o actividades fuera de casa.

Facilidad de uso en situaciones cotidianas

Una tarjeta bancaria es útil no solo para viajes y campamentos, sino también para actividades cotidianas como comprar en tiendas o de forma online. En un mundo cada vez más digital, tener una tarjeta bancaria permite a los menores aprender a realizar pagos en línea, manejar contraseñas y verificar transacciones.

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