Al jubilarte, siempre la pensión que cobras es menor que tu último sueldo. Y si no has sido previsor y no has ahorrado con un producto como los planes de pensiones, se producirá una merma de ingresos. ¿Es suficiente la pensión de jubilación para costear una residencia para mayores? Pues depende de la cuantía de la prestación.

Las residencias para mayores, tanto públicas como privadas, conllevan un gasto considerable, no al alcance de los que tienen las pensiones más bajas. Sin ir más lejos, las pensiones mínimas en España para personas que superan los 65 años y no tienen cónyuge a su cargo están fijadas en 8.871 euros bastante por debajo de lo que suele costar una residencia. Incluso con una pensión media de jubilación, que ronda los 1.000, parece insuficiente para cubrir los gastos del ingresos en uno de estos centros, puesto que no es fácil encontrar residencias de ancianos por 600 euros.

Tipos de residencia para mayores

En España, según su titularidad, nos encontramos con residencias públicas, privadas y concertadas. Las primeras están subvencionadas por los ayuntamientos y/o las comunidades autónomas. Una circunstancia que abarata su precio. Sin embargo, el acceso a las mismas no es fácil, pues además de las plazas limitadas, se precisan bastantes requisitos, como disponer de la designación médica y social de dependiente moderado o dependiente severo, pero no precisar atención hospitalaria o tener trastornos de conducto, entre otros. Por eso mucha gente termina optando por asistencia en casa en lugar de una residencia.

Y, aun así, los precios superan la pensión media, pues varían entre los más de 1.200 euros de media en las comunidades más baratas a los cerca de 2.000 de las más caras.

En cambio, una residencia para mayores privada es más accesible desde el punto de vista de los requisitos, pero para una persona con una dependencia moderada cuesta un poco más: por encima de los 1.700 euros al mes.

Con esas cifras, vemos que la pensión de jubilación que proporciona el Estado puede ser insuficiente para pagar una residencia si cobras más cerca del máximo.

Ayudas para pagar una residencia

Cuando se da la circunstancia de que una persona mayor dependiente necesita ingresar en una residencia pero no tiene recursos, le queda la opción de acudir a los servicios sociales de su Ayuntamiento. Allí, se estudia su situación de salud, económica y social y se emite un veredicto por el que si así lo aprueba la autoridad pueden recibir plaza en una residencia pública o en una privada que ofrezca plazas a la administración.

Esta plaza, no obstante, no es totalmente gratuita y la persona pagará lo que la administración considere que puede pagar. También es posible, sin embargo, que le denieguen la solicitud, que le comuniquen que tiene derecho a centro de día o a servicio de atención domiciliaria, pero no a una residencia o incluso que aun teniendo derecho tenga que esperar a que haya una plaza disponible.

Son motivos suficientes como para que no dejemos esa esfera tan importante de nuestra vejez al albur de las circunstancias y no cometer errores al ahorrar para la jubilación  y planear una pensión de bienestar, más que una de subsistencia.

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