Según estudios científicos, la relación entre abuelos y nietos tiene grandes beneficios para ambos. Los abuelos que cuidan y juegan con sus nietos suelen tener menos depresiones, porque se sienten útiles, ocupados y queridos. Los nietos, por su parte, se sienten queridos, comprendidos y valorados.
Actualmente, por el estilo de vida imperante en la sociedad, con ambos progenitores trabajando fuera de casa, los horarios laborales excesivamente largos, la falta de hermanos con los que jugar, etc., los abuelos se han convertido no solo en los cuidadores de sus nietos, sino en sus mejores amigos. Y a los niños lo que les gusta es jugar con sus amigos.
El juego es una herramienta importante en todos los momentos de la vida, pero es esencial para el aprendizaje en las primeras etapas. Cuando se produce entre abuelos y nietos, las generaciones se acercan y se establece un vínculo muy fuerte entre ellos.
Juegos mentales para adultos y niños
Abuelos y nietos pueden jugar de muchas maneras, dependiendo de las capacidades físicas y mentales de los abuelos y de la edad de los niños. Esta es una premisa que hay que tener en cuenta, porque no se puede forzar ninguna situación.
Por diferentes razones, los juegos mentales son muy recomendables tanto para los abuelos como para los nietos. A las personas mayores, entre otros beneficios, les ayudan a mantener la agilidad mental, evitar el deterioro cognitivo, potenciar la memoria y reducir el estrés y la ansiedad. Para los pequeños constituyen un recurso pedagógico que les enseña a relacionarse, a respetar turnos y reglas, a pensar, a ganar o perder, etc. Además, el juego cooperativo fomenta las relaciones entre iguales, el contacto socio-afectivo y la cooperación.
Existen multitud de juegos mentales para niños que favorecen su desarrollo mental y que, a la vez, pueden ser utilizados como juegos mentales para adultos, a través de los cuales el abuelo puede mantener activo su cerebro, lo que le ayudará a prevenir el alzhéimer o la demencia senil.
Quizás son los juegos tradicionales y populares, junto a determinados juegos de mesa clásicos, los más recomendables para tal fin, por la sencillez de los materiales y de las reglas del juego, que conforman la esencia lúdica de una actividad educativa y placentera a la vez.
Entre los clásicos juegos de mesa, tenemos aquellos donde interviene en gran medida la estrategia, la planificación y la toma de decisiones, como el ajedrez, las damas, el Conecta, el dominó, etc.; los educativos, como el Trivial, el Sracbble, el Pictionary, etc.; los de concentración, como el Simón, Quién es quién, los puzles, rompecabezas, etc.; los de azar, como el parchís, la oca, el Monopoly, etc.; los de cartas, que ofrecen infinitas posibilidades de juego muy divertidas. Todos ellos, en mayor o menor medida, mejoran la creatividad; potencian la memoria, la concentración, la lógica; enseñan a planificar, hacer previsiones, a resolver problemas, a aceptar la derrota, etc.
Pero hay otros juegos para los que no se necesita prácticamente nada, simplemente la imaginación y tiempo:
- El clásico «Veo, veo», que puede ser sobre colores para los más pequeños o sobre nombres de cosas para los mayores.
- «Encadenar palabras», que consiste en pronunciar una palabra que comience con la misma sílaba o letra con la que termina la anterior, y así sucesivamente.
- Los acertijos o adivinanzas, los trabalenguas, las canciones populares antiguas, etc., que son bienes culturales de las personas mayores acumulados por tradición, les valen a estos para mantener fresca la memoria y a los pequeños, además de encantarles, les sirven para despertar la imaginación, aprender a asociar ideas y palabras, aumentar el vocabulario y desarrollar su creatividad.
- Hacer cálculo mental, crucigramas, sudokus, sopas de letras, hallar las diferencias, etc., adecuados a la edad del niño es muy útil y bueno para ejercitar el cerebro. Con un simple lápiz y papel se puede jugar a los barquitos, a las palabras cruzadas, dibujar y colorear, etc.
Una alternativa para muchos de estos juegos mentales es que se pueden realizar a través del ordenador, algo que a los niños les encanta y a los mayores les puede servir para familiarizarse con esta tecnología. Para disfrutar de estos momentos con la mayor de las tranquilidades, los Planes de Pensiones MAPFRE te permiten completar la pensión y mantener el poder adquisitivo en la jubilación, con modalidades que se adaptan a cada perfil de ahorrador.
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