Trabajar de pie en la oficina
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En una ocasión, el célebre escritor Ernest Hemingway confesó al periodista George Plimpton que solía escribir siempre de pie, con un pupitre elevado donde tenía todos sus útiles: “se ponía de pie con sus grandes mocasines de piel gastada, con la máquina de escribir y el atril a la altura del pecho y solo se movía para cambiar el peso de un pie a otro”, relató Plimpton.
No era el único: Charles Dickens, Virginia Woolf, Lewis Carrol o Thomas Wolfe también tenían ese extraño ritual porque veían que de esa forma eran más productivos. Ahora, estudios recientes les han dado la razón al afirmar que trabajar de pie mejora nuestro nivel cognitivo, optimiza nuestra concentración y evita la relajación excesiva.
Más aún: aunque trabajar sentado puede parecer más cómodo, pasar muchas horas en esta posición puede poner en riesgo nuestra salud, causando desde dolores musculares, hasta estrés, problemas coronarios, de obesidad o aumentar el riesgo de diabetes.
Es por ello que trabajar de pie se ha convertido en la nueva tendencia en la oficina. Pero, ¿es tan positivo como nos cuentan? Lo analizamos.
Ventajas de trabajar de pie
Hoy en día muchos puestos de trabajo obligan a pasar largas horas sentados frente a un ordenador y, lo que es peor, con la implantación del teletrabajo no se hace necesario ni salir de casa, lo que agrava aún más los problemas de sedentarismo.
De ahí que trabajar de pie se haya convertido en tendencia, colocando la mesa a la altura de los codos para poder desempeñar las tareas de forma completamente vertical. ¿Qué ventajas tiene trabajar así?
- Optimiza la productividad. Un estudio de la Universidad de Leicester concluye que al trabajar de pie se acelera el ritmo de trabajo en 80 minutos al día.
- Aumenta la creatividad y favorece la proactividad.
- Quema calorías: según varios estudios realizados en Estados Unidos, estar un minuto de pie quema 0,15 kilocalorías más que si está sentado. El mismo estudio afirma que para una persona de 65 kilos que pase seis horas al día de pie supone una pérdida de grasa corporal de 2 kilos y medio.
- Mejora el ritmo cardiaco: según un estudio de Reino Unido, al estar de pie se consiguen de media 89 latidos por minuto, diez más que si se está sentado.
- Mejora el índice de glucosa en la sangre. Estar de pie lo atenúa en un 43 por ciento si se compara con estar sentado.
- Reduce el sedentarismo. Trabajar de pie en la oficina el 40 por ciento del tiempo reduce a menos de la mitad los problemas de salud derivados del sedentarismo.
Inconvenientes de trabajar de pie
A pesar de sus bondades, trabajar de pie puede tener también algunos inconvenientes:
- Disminuye el flujo de sangre en piernas y espalda, lo que aumenta la fatiga en estas partes del cuerpo.
- Puede causar problemas en las articulaciones de la columna, las rodillas o las caderas.
- Favorece la inflamación de las venas, lo que aumenta el riesgo de varices.
- A largo plazo, los tendones y los ligamentos pueden verse dañados, lo que aumenta las posibilidades de padecer trastornos reumáticos.
Para evitar estos inconvenientes, los expertos recomiendan ir alternando el peso del cuerpo de un pie a otro, tener una silla alta con reposapiés para sentarse de vez en cuando, usar alfombras ergonómicas, disponer del calzado adecuado, y cambiar posturas y realizar estiramientos de forma periódica.
¿Quieres trabajar de pie en la oficina?
Una buena forma de instaurar esta forma de trabajo en la oficina es dando pequeños pasos. Se puede proponer a la empresa que permita a los empleados estar de pie en determinadas circunstancias: en reuniones, durante llamadas telefónicas…
Aunque la verdadera solución para que los empleados puedan trabajar de pie en la oficina es mediante la incorporación de mesas altas que queden a la altura de los codos. Las hay incluso que se pueden bajar o subir para adaptarlas a las necesidades de cada momento.
En este cambio, la empresa tiene la última palabra, por lo que es conveniente hacerle ver las bondades de este tipo de mesas y cómo un espacio de trabajo bien diseñado y con soluciones adaptadas a todo tipo de personas y tareas puede retener talento o hacer que los trabajadores se sientan bien cada día. Algo que repercutirá positivamente en los objetivos de la empresa.
Cuidar el cuerpo durante toda la vida es importante para vivir mejor en el futuro. Para poder seguir teniendo el mismo poder adquisitivo una vez alcanzada la jubilación, lo mejor es tener un plan de pensiones para complementar la cuantía de la pensión. MAPFRE te ofrece diferentes soluciones en función de tu perfil de inversión. “Y tantos + momentos de tranquilidad”.
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