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Cuentas remuneradas

Billetes tendidos al sol
5 Min de lectura
Las cuentas remuneradas son una opción para rentabilizar tu dinero del día a día. Te contamos cómo funcionan y cuándo utilizarlas.
Gestor y Periodista Económico | Web

Amante de las finanzas, la economía conductual y los impuestos, ha hecho de su pasión su profesión y actualmente es orientador y formador. Con más de 20 años de experiencia en el ámbito de la comunicación en finanzas e inversión y múltiples colaboraciones en medios del sector.

¿Quién no quiere un poco de rentabilidad por su dinero sin asumir riesgos? Esa es la promesa de las cuentas remuneradas, un tipo de cuenta que, como su nombre indica, ofrece cierta remuneración sin necesidad de bloquear tu dinero.

Las cuentas remuneradas recuperan su atractivo cuando la inflación aumenta o los tipos de interés de los bancos centrales suben. En este artículo vamos a ver cómo funcionan de verdad y en qué momentos puede ser interesante utilizarlas.

Qué es una cuenta remunerada

Una cuenta remunerada es un tipo de cuenta bancaria que se caracteriza por ofrecer una rentabilidad para el dinero depositado por encima de lo que se puede obtener con una cuenta corriente, aunque por debajo normalmente de una cuenta de ahorro.

Por lo demás, son cuentas equipadas para toda la operativa del día a día, desde domiciliar recibos hasta hacer cargos con tarjetas de crédito o realizar transferencias.

Diferencia ente una cuenta remunerada, una corriente y una de ahorro

Es habitual confundir estos tres tipos de cuentas bancarias y pensar que todas funcionan exactamente igual. Si bien todas son similares, hay pequeñas diferencias que conviene conocer. Así podrás saber cuál usar en cada momento.

La principal diferencia entre una cuenta corriente y una cuenta remunerada es que la primera apenas sí ofrece remuneración y la segunda, como su propio nombre indica, sí que lo hace. Para conseguir esos beneficios normalmente hay que cumplir una serie de requisitos como domiciliar la nómina o hacer cierto gasto con la tarjeta de crédito, por ejemplo.

Mientras que, la diferencia entre una cuenta remunerada y una cuenta de ahorro es que la primera está pensada para usarse en el día a día y la segunda, no tanto. Una cuenta de ahorro no permite domiciliar la nómina, ni recibos y tampoco acepta tarjetas de crédito asociadas. Su foco es el ahorro, o la gestión diaria de tu dinero.

Cómo funciona una cuenta remunerada

El funcionamiento de una cuenta remunerada es muy simple. El banco te ofrece algún tipo de beneficio o remuneración por tu dinero a cambio de cumplir una serie de condiciones. Así de fácil.

A partir de ahí, existen diferentes tipos de cuentas remuneradas según el tipo de rendimiento que ofrezcan y los requisitos que haya que cumplir.

  • Cuentas remuneradas con intereses. Son las más habituales. Ofrecen un tipo de interés por el saldo medio que tengas en la cuenta durante un tiempo determinado. Por ejemplo, las mejores cuentas remuneradas hoy en día premian con entre un 2% y un 5% el dinero que tengas en la cuenta durante un plazo de 12 meses. A cambio, son ofertas reservadas a nuevos clientes, que exigen domiciliar la nómina, realizar ciertos gastos o acometer inversiones con la entidad.
  • Cuentas que te pagan por tus recibos. Es la modalidad predominante cuando los tipos de interés de los bancos son bajos. Este modelo de cuenta remunerada te devuelve una parte de los recibos que tengas domiciliados con el banco. El objetivo, como queda claro, es aumentar tu vinculación con la entidad y convertirse así en tu banco de referencia.
  • Cuentas que te dan un regalo. Esto es cada vez menos habitual, pero en ocasiones esa remuneración puede ser un regalo concreto por domiciliar la nómina, como una televisión. En ese caso también suele haber un periodo de permanencia mínima con cuenta que deberás cumplir.

Por último, también se puede diferenciar las cuentas remuneradas según las condiciones que hay que cumplir entre las cuentas remuneradas sin nómina y las que sí exigen domiciliar tu salario. Adicionalmente, puede haber otros requisitos como realizar inversiones, domiciliar recibos o tener un gasto concreto con la tarjeta de crédito.

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Dos ejemplos de cuentas remuneradas

Para terminar de entender cómo funciona una cuenta remunerada vamos a ver tres ejemplos:

  • Cuenta nómina remunerada de Bankinter. Es una de las clásicas. Ofrece una remuneración del 5% TAE durante el primer año y del 2% el segundo sobre un importe máximo de 5.000 euros. Para acceder a ella hay que domiciliar la nómina por un importe de más de 800 euros al mes.
  • Cuenta Online Sabadell. Es solo para nuevos clientes, esa es la única condición que hay que cumplir, por lo que es una cuenta remunerada sin nómina. Ofrece un interés del 2% TAE el primero sobre un máximo de 30.000 euros. Además, si domicilias la nómina obtienes 2500 euros de regalo.

Cómo escoger la cuenta remunerada

Prácticamente todas las entidades financieras disponen de una cuenta remunerada o de una cuenta de ahorro. ¿Cómo puedes dar con la adecuada para ti? Estos son los elementos en los que fijarte:

  • El retorno. En otras palabras, cuál es la remuneración de la cuenta. Si se trata de un tipo de interés concreto, recuerda comprobar la TAE y no el TIN.
  • El plazo durante el que se pagan intereses, que normalmente será de un año, para reducirse a partir de ahí.
  • El saldo máximo sobre el que se aplican los intereses y el saldo mínimo que debes tener en la cuenta, así como la cuantía de la nómina si exigen domiciliación.
  • Las condiciones que debes cumplir. Esto es más importante de lo que piensas. Si no cumples los requisitos y la remuneración era un regalo, puedes tener que abonar una compensación. También puede ocurrir que los requisitos sean muy exigentes por incluir gastos con tarjeta y muchos meses no los cumplas.
  • Las comisiones y condiciones generales de la cuenta, especialmente las comisiones por mantenimiento, transferencia y de los productos que debas contratar, como la tarjeta de crédito.

¿Para qué utilizar una cuenta remunerada?

Las cuentas remuneradas son un buen instrumento para obtener una rentabilidad adicional para tu dinero del día a día o el que tengas como colchón de emergencia. Sin embargo, no son una buena herramienta de inversión si lo que buscas es rentabilidad para tus ahorros a largo plazo.

Las razones son simples. Por un lado, la rentabilidad está acotada en el tiempo (12 meses), lo que te obligará a estar cambiando de cuenta constantemente y dependerás de la oferta del momento.

Por otro lado, la rentabilidad media que ofrecen es inferior a la de otros productos que sí están pensados para ahorrar e invertir a largo plazo como los seguros de ahorro MAPFRE o los fondos de inversión.

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Publicado por José Trecet
- 28 Abr, 2023
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