Una ganancia patrimonial es la variación en el patrimonio de una persona producida por una alternación de este. En otras palabras, lo que sucede cuando compras o vendes algo de tu propiedad y que forma parte de tu patrimonio a efectos fiscales.
El mejor ejemplo es la venta de tu vivienda a tu nombre, pero hay mucho otros. Cuando vendes un coche, una acción de bolsa, participaciones en un fondo de inversión y, en general cualquier objeto de tu propiedad, que forme tu patrimonio.
Y es que, incluso lo que vendes de segunda mano puede generar una ganancia patrimonial por la que pagar impuestos siempre que efectivamente hayas ganado dinero. Porque igual que se habla de ganancia, existen también las pérdidas patrimoniales. La clave para diferenciar una de otra está en saber cómo realiza Hacienda el cálculo.
Cálculo de la ganancia patrimonial
Saber calcular de forma correcta una ganancia patrimonial puede ayudarte a pagar muchos menos impuestos e incluso convertir lo que era una ganancia en una pérdida a efectos fiscales. La diferencia entre ambas es que por la plusvalía sí que pagarás impuestos en el IRPF, mientras que, por la minusvalía, no.
Dicho de otra forma, cuando se gana dinero hay que tributar y pagar impuestos y cuando se pierde, no. De hecho, en caso de pérdida se puede incluso compensar con una ganancia anterior (más adelante veremos cómo hacerlo).
La regla general para calcular si hay una ganancia o una pérdida patrimonial es muy simple: restar el importe de compra más los impuestos y mejoras realizadas al precio de venta menos los gastos de la venta.
En resumen, esta sería la fórmula para calcular una ganancia patrimonial:
Ganancia patrimonial = Valor de transmisión − Valor de adquisición
Si el resultado es positivo, será una ganancia patrimonial y, si es negativo, una pérdida.
Esta es la norma básica que se aplica a la mayoría de las ventas que realices y que incluye la mayoría de las inversiones (venta de acciones, fondos de inversión, ETFs, etc.) y también la venta de tu coche, de un patinete, una moto e incluso una videoconsola.
Sin embargo, cada tipo de inversión tiene sus propios gastos en el cálculo y conviene conocerlos bien. Vamos a verlo con dos ejemplos.
Calcular la ganancia o pérdida al vender tu casa
La regla general es sencilla y fácil de entender, pero se puede complicar según lo que vendas. En el caso de la venta de tu vivienda, el cálculo de la ganancia se hará de la siguiente forma:
Valor de adquisición o de compra: incluirá el precio de compra más todos los gastos que soportaste para comprar la casa.
Ahí puedes sumar los impuestos que pagaste en su momento, como el IVA o el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, la comisión de la inmobiliaria, notaría o gestoría.
También podrás sumar las reformas que realizases en el hogar y, en caso de haber estado alquilada, se disminuirá el valor de forma proporcional a las amortizaciones.
En el caso de donaciones y herencias, el valor de compra será el que figure en el pago del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Valor de transmisión o de venta: incluye el precio de venta menos los gastos soportados. Dentro de los gastos que puedes imputar figuran los impuestos por vender la casa como la plusvalía municipal, los honorarios de la agencia inmobiliaria o la cancelación registral de la hipoteca.
En resumen:

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Vamos a verlo con un ejemplo numérico. Imaginemos la compra venta de una vivienda con los siguientes datos:
• Compra en 2020 y venta en 2025.
Paso 1: Calcular valor de compra
- Precio de compra: 150.000 €
- Impuestos por la compra: 15.000 € (IVA en vivienda nueva).
- Obras de mejora: 15.000 €
- Valor de compra = 150.000 + 15.000 + 15.000 = 180.000 €
Paso 2: Calcular valor de venta
- Precio de venta: 200.000 €
- Impuestos: 1.500 € (plusvalía municipal)
- Gastos: 2.000 € (inmobiliaria)
- Valor de venta = 200.000 -1.500 – 2.000 = 196.500 €
Paso 3: Calcular ganancia o pérdida patrimonial
Habría que restar el valor de compra al valor de venta, lo que nos da un resultado de 16.500 euros de ganancia, mucho menor que si solo hubiésemos restado el precio de compra al precio de venta.
Calcular la ganancia patrimonial en una inversión
Las inversiones siguen la norma general para calcular si hay una ganancia patrimonial, pero con ciertos matices.
Es decir, se sigue calculando la ganancia o pérdida por la diferencia entre el precio de venta menos el de compra (incluyendo también los gastos). Sin embargo, dado el carácter de las inversiones, hay pequeños cambios que conviene conocer.
El principal tiene que ver con qué acciones o participaciones se venden en cada momento. Para que lo entiendas mejor, imagina que has comprado 100 acciones de una empresa en varios paquetes a lo largo 5 meses a razón de 10 al mes. Después de un tiempo decides vender 50 de esas acciones. ¿Cuál sería el precio de compra?
Para determinarlo se usa la norma FIFO (First In, First Out), según la cual las primeras acciones que se venden son las primeras que se compraron.
Otro de los matices es la regla por la que no se podrán compensar pérdidas o ganancias de acciones si has comprado o vendido esas mismas acciones que generaron pérdidas dos meses antes. Ahora entenderás mejor en qué consiste eso de compensar pérdidas y por qué es tan importante esta norma antiaplicación.
¿Cómo tributan las ganancias patrimoniales?
Las ganancias y pérdidas patrimoniales forman parte de las rentas del ahorro en el IRPF, junto con los rendimientos de capital mobiliario, que incluye el dinero de dividendos, cuentas corrientes, letras del Tesoro y seguros de ahorro, entre otros.
Las ganancias patrimoniales tributan según los tipos del ahorro, que son los siguientes y se aplican de forma progresiva:
- Hasta 6.000 € – 19 %.
- Desde 6.000 € hasta 50.000 € – 21%
- Desde 50.000 € hasta 200.000 € -23%
- Más de 200.000 € – 30%
Estos tipos no se aplican de forma individual sobre cada ganancia patrimonial. Se aplican sobre la suma de todas ellas menos las pérdidas patrimoniales. Esto es lo que se conoce como compensar pérdidas y ganancias en el IRPF.
Para que lo entiendas mejor, lo que se hace primero es sumar todas las ganancias y pérdidas acumuladas en acciones, fondos e incluso la vivienda. Después hay que restar las pérdidas patrimoniales a las ganancias y a continuación sumarle los rendimientos de capital mobiliario. Las tablas del ahorro que has visto anteriormente se aplicarán sobre el resultado final.
A modo de ejemplo, si has obtenido una ganancia patrimonial de 150.000 euros por la venta de la casa, pero has perdido 10.000 euros en acciones, será como si solo hubieses ganado 140.000 euros al hacer la renta.
Ahora piensa en esa mismo mecanismo, pero aplicado a muchas más operaciones. Así es como funciona.
¿Qué pasa si durante un ejercicio registras pérdidas patrimoniales? En ese caso podrás compensarlas también con hasta un 25% de los rendimientos de capital mobiliario. Si después de eso el resultado sigue siendo negativo, dispondrás de 4 ejercicios fiscales para compensar esas pérdidas.
Eso suele ocurrir si vendes tu casa con pérdidas, por ejemplo. También es el motivo por el que puede ser conveniente vender acciones en pérdidas si acumulas ganancias latentes. Así, puedes compensar plusvalías con minusvalías y evitar pagar impuestos por la parte proporcional de rentabilidad.
¿Se puede pagar menos por la ganancia patrimonial de un inmueble?
¿Existe alguna forma de pagar menos impuestos por vender la casa? Ajustar el cálculo de la ganancia patrimonial es la herramienta más universal. Haz bien los cálculos y podrás ahorrar un dineral en impuestos.
A partir de ahí hay otras tres herramientas para no pagar impuestos:
- Exención por reinversión en vivienda habitual. Si vendes tu vivienda habitual y compras otra en un plazo de dos años antes o después de la transmisión, no tendrás que pagar impuestos. Esta ventaja solo se aplica sobre la vivienda habitual.
- Exención por venta de vivienda habitual por mayores de 65 años. Los mayores de 65 años no tendrán que pagar impuestos si la que venden es su vivienda habitual.
- Exención por reinversión en rentas vitalicias. Los mayores de 65 años tampoco pagarán impuestos en el IRPF por la venta de su casa, incluso de una segunda vivienda, siempre que reinviertan el dinero en una renta vitalicia.
Entender cómo calcular tus ganancias patrimoniales es solo el primer paso para optimizar tu fiscalidad. Con los Seguros de Ahorro MAPFRE, contarás con asesoramiento financiero personalizado para planificar tus inversiones, aprovechar las ventajas fiscales disponibles y tomar decisiones que protejan y hagan crecer tu patrimonio con seguridad.








