No estoy obligado a hacer la declaración de la Renta pero, ¿me convendría hacerla?
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Amante de las finanzas, la economía conductual y los impuestos, ha hecho de su pasión su profesión y actualmente es orientador y formador. Con más de 20 años de experiencia en el ámbito de la comunicación en finanzas e inversión y múltiples colaboraciones en medios del sector.
Hacer la declaración de la renta no suele ser plato de buen gusto. Es uno de esos trámites que la mayoría quiere quitarse de encima de forma rápida y cuanto antes, mejor. De ahí surgen precisamente muchos de los errores al hacer el IRPF por querer confirmar el borrador de la renta lo más deprisa posible.
Por eso la pregunta más habitual cuando llega abril y comienza la campaña de IRPF es cómo saber si me conviene hacer la declaración de la renta. Estos son cuatro casos es lo que hacerla te saldrá a cuenta.
¿Cuándo estás obligado a hacerla?
El primer caso es el más obvio. ¿Cuándo conviene hacer la declaración de la renta? Cuando tienes la obligación de presentarla porque si no lo haces, habrá consecuencias.
¿Y cuáles son estos casos? Con carácter general, no hay que hacer la renta si:
- Ganas menos de 22.000 euros y solo has tenido un pagador. Es decir, si has trabajado solo para una empresa.
- Ganas menos de 14.000 euros, tienes varios pagadores y no has cobrado más de 1.500 euros en total de ellos. Esta cuantía se eleva a 15.000 euros en la renta 2023.
- Ingresos inferiores a 14.000 euros que proceden de pensiones compensatorias del cónyuge o anualidades de alimentos, rendimientos sujetos a un tipo fijo de retención o ingresos donde el pagador no está obligado a retener.
- No has obtenido rendimientos de más de 1.500 euros de ganancias patrimoniales o rendimientos de capital mobiliario sometidos a retención.
- Sumas menos de 1.000 euros brutos al año en rentas inmobiliarias, Letras del Tesoro, subvenciones y ayudas públicas.
Por último, nunca estarás obligado a declarar si no has ganado más de 1.000 euros en el año entre tu trabajo y tus actividades económicas.
Estos son los casos en los que estarás exento de hacer la renta, lo que no equivale a que no te merezca la pena presentar el IRPF. Eso es una cuestión totalmente diferente, como verás a continuación.
Cuando no estás obligado y te han retenido
¿Me conviene hacer la declaración de la renta, aunque no esté obligado a declarar? Es muy posible. Como acabas de ver, quienes menos cobran son los que están exentos de hacer la renta y también a quienes es más fácil que Hacienda les devuelva dinero.
La razón es muy sencilla y se debe a las retenciones de IRPF que la empresa incluye en la nómina. Estas retenciones son un adelanto que los trabajadores hacen a la Agencia Tributaria (AEAT) en previsión de lo que después tendrás que pagar la hacer la renta. Si has adelantado dinero de más, Hacienda te lo devolverá. En caso contrario, tendrás que pagar la diferencia.
Al hacer la renta se aplican una serie de reducciones sobre tu salario como la reducción por obtención de rendimientos del trabajo o el mínimo personal y familiar que hacen que el resultado salga a devolver a quienes menos cobran porque les han retenido de más.
¿Cómo saber si me conviene hacer la renta si no estoy obligado?
La clave para tomar la decisión y saber cuándo conviene hacer la declaración de la Renta está en el resultado del IRPF. Si la Renta te sale a devolver, hacerla te supondrá un ingreso adicional. En caso contrario, un gasto que puedes evitar.
Hay dos formas de averiguarlo. La primera es con programa Renta Web de Hacienda y los datos fiscales que recibirás al solicitar el borrador de la Renta. Con esa información ya podrás ver el resultado de la renta según la AEAT y saber si es a devolver o a pagar.
Además, pedir el borrador, descargar los datos fiscales e incluso abrir tu declaración en Renta Web no hace que estés obligado a presentar el IRPF.
La segunda forma si no estás obligado a hacer la declaración de la Renta, pero no sabes si te convendría hacerla, es recurrir a un asesoramiento profesional, como el servicio gratuito de Asesor Fiscal que te ofrece Club MAPFRE solo por ser cliente de MAPFRE.
Si aún no lo eres, te proponemos contratar un Plan de Pensiones MAPFRE para poder ir ahorrando de forma progresiva el dinero que consideres. De esta forma, tu futuro estará asegurado con la máxima rentabilidad.
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