Viaje de empresa: ¿puedo negarme?
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En ocasiones, las empresas exigen a sus trabajadores que desplacen su lugar de trabajo a otro centro ubicado lejos su domicilio habitual. Ante esta situación, suelen surgir las mismas dudas: ¿el empleado puede negarse a realizar un viaje laboral? Si es así, ¿Qué consecuencias tiene?
¿Qué se considera viaje laboral?
Según el artículo 40.6 del Estatuto de los Trabajadores, se considera viaje laboral el desplazamiento de un empleado a un lugar de trabajo situado en una población distinta a su domicilio habitual sin que exija un cambio definitivo de su residencia. Tiene carácter temporal, el cual desaparece cuando en un periodo de tres años los desplazamientos exceden un total de doce meses.
La decisión del desplazamiento la adopta el empresario por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción que lo justifiquen, o de contrataciones referidas a la actividad empresarial. La única exigencia que se le pide es que informe al trabajador según los siguientes plazos:
- Si el viaje tiene una duración inferior a un mes: en este caso, la legislación no indica un plazo exacto. Únicamente advierte que se haga con la suficiente antelación como para que el empleado pueda hacer las gestiones que necesite para dicho desplazamiento.
- Si el viaje dura más de tres meses: se debe avisar con un mínimo de cinco días
Además, durante su desplazamiento, el trabajador debe recibir una compensación por gastos de viaje y dietas y un permiso de cuatro días laborales por cada tres meses de viaje, que podrá disfrutar en su domicilio.
¿Puede negarse el empleado a realizar un viaje laboral?
Una vez transcurrido el plazo de preaviso, el trabajador debe acatar la orden. De lo contrario, la empresa podría despedirle por desobediencia. Pero, ¿Qué ocurre si el empleado no está conforme?
A diferencia del traslado, en el desplazamiento temporal no cabe rescisión de contrato por esta causa.
Sin embargo, puede recurrir la medida ante los tribunales de la jurisdicción social. Eso sí, mientras espera que salga la sentencia que declare que el desplazamiento es justificado o no, y si éste se puede anular, deberá desplazarse al nuevo centro de trabajo.
¿En qué casos el desplazamiento puede ser impugnado?
Como decíamos, si el empleado no está conforme, puede impugnar a la empresa en un plazo de veinte días a contar desde la notificación. Los casos en los que el desplazamiento se considera injustificado son:
- Cuando existe falta de causa.
- Cuando el empresario incumple el régimen legal de preferencia de los representantes legales de los trabajadores.
- Cuando no se ha respetado el periodo de preaviso.
Si el desplazamiento se considera injustificado, el empleado tendrá derecho a la reincorporación en el centro de origen. De lo contrario, deberá aceptarlo. Si deseas viajar tranquilo y con garantías, puedes recurrir al Seguro de Viajes MAPFRE.
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