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Tipos de sociedades empresariales

4 Min de lectura
Conocer los tipos de sociedades empresariales que existen en España es básico si te has decidido a dar el paso de montar una empresa colectiva. La oferta es amplia, aunque las condiciones de tu negocio y la organización que prefieras te marcarán qué tipo te interesa.
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La sociedad limitada es, entre los tipos de sociedades empresariales, el más habitual en España, según datos de la Cámara de Comercio, sin embargo, no es la única alternativa y aunque sea la más popular, no tiene que ser necesariamente la mejor para tu situación. El número de socios, su implicación económica y el tipo de gestión o dirección que estés buscando para tu empresa sí son importantes a la hora de elegir.

Tipos de sociedades empresariales en España

Sociedad limitada, S. L.

Su popularidad es fácil de entender si se tiene en cuenta que no exige que los socios respondan con su capital y se exige un esfuerzo económico inicial más bajo que otras alternativas.

El capital inicial mínimo necesario para montar una sociedad limitada son 3.000 euros, cada socio de este tipo de empresa limita su responsabilidad económica al capital que aporta sin poner en juego su patrimonio personal y los socios –que puede ser solo uno- reparten su capital social en participaciones.

Actualmente, los trámites administrativos para crear una empresa en forma de sociedad limitada son más sencillos y rápidos gracias a la fórmula de sociedad exprés, lo que supone una gran ventaja frente a otro tipo de sociedades mercantiles.

Un plus: si eres autónomo y estás pensando en cambiar tu personalidad jurídica y pasar a empresa, la sociedad limitada te permite ahorrar en impuestos a partir de un cierto nivel de beneficios, 40.000 euros. Si alcanzas ya este novel de ganancias, es posible que te interese crear una sociedad limitada.

Sociedad anónima, S. A.

Las acciones de una sociedad anónima pertenecen a sus socios, pero pueden ser transmitidas con enorme facilidad, lo que facilita el cambio de socios y permite la entrada de capital de forma fluida y rápida a través de nuevos integrantes de la sociedad. La constitución exige un trámite dilatado en el tiempo y algo complicado, en general, los gestores empresariales advierten de que es una fórmula complicada también en su funcionamiento.

El desembolso económico asciende a 60.000 euros, un 25 por ciento se necesita en el momento de la escritura pública. Aunque la sociedad anónima en la práctica suele estar constituida por una gran cantidad de socios, legalmente se acepta como mínimo una sola persona.

Importante: hay una serie de sectores empresariales que de forma obligatoria deben establecerse como sociedades anónimas, como es el caso de las gestoras de fondos de pensiones o las farmacéuticas. Si contratas un Plan de Pensiones MAPFRE, cuentas con la máxima flexibilidad y toda la transparencia en la gestión para que puedas ahorrar con seguridad y sin dudas sobre tu economía.

Sociedad colectiva

Los socios de una sociedad colectiva son el alma de la misma, se trata de una fórmula empresarial personalista donde la implicación de las personas es máxima. La responsabilidad económica para con la sociedad colectiva no acaba en el dinero aportado por los socios, sino que se extiende hasta sus patrimonios personales. Es ilimitada. Las personas que componen la empresa participan siempre de su gestión y administración, por lo que la implicación es máxima.

La sociedad colectiva remonta sus orígenes a la edad media y las antiguas asociaciones de mercaderes, pero actualmente es una fórmula residual que pocos eligen para sus empresas. Los socios, además de dinero, aportan su trabajo y está prevista la figura del socio industrial que solo ofrece precisamente su mano de obra.

Un mínimo de dos personas son necesarias para constituir una sociedad colectiva, pero se trata de un trámite sencillo y una gestión muy accesible que, además, no facilita la entrada de personas ajenas al núcleo de creación de la empresa, por lo que el control es máximo.

Un detalle: la gestión de una sociedad colectiva nunca puede externalizarse, ni confiarse a un gestor externo profesional. Es importante recordar además que la responsabilidad es ilimitada, personal y solidaria siempre.

Sociedad comanditaria

La sociedad comanditaria permite distribuir los socios según su aportación, lo que implica que hay personas que pueden aportar solo capital, pero no estar implicados ni en el trabajo ni en la gestión directa de la empresa. De esta forma, se prevé la existencia de dos tipos de participantes: los socios colectivos que responden ilimitadamente de las deudas sociales y participan en la gestión de la sociedad, y los socios comanditarios que no participan en la gestión y cuya responsabilidad se limita al capital aportado o comprometido.

Se contemplan dos tipos de sociedades comanditarias, la socia y la que se articula por acciones.  Los gestores valoran este tipo de empresa por la libertad que ofrece en la variedad de socios y formas de gestión, lo que facilita la entrada de capital y fuentes de financiación, además no requiere capital mínimo para su constitución.

Atención: no es la sociedad comanditaria una estructura empresarial sencilla de gestionar, la división en tipos de socios hace que la toma de decisiones esté solo en un grupo de personas que asumen la responsabilidad, lo que siempre resulta complicado frente a los socios exclusivamente capitalistas.

3 claves para elegir sociedad empresarial

Si vas a crear una empresa desde cero o vas a dejar de ser empresario individual para convertirte en sociedad mercantil, merece la pena que te estudies pormenorizadamente los tipos de sociedades empresariales que puedes montar, sin perder de vista los tres temas centrales para la toma de decisión.

  • Forma de gestión: personal y controlada o plural y con entrada de gestores ajenos.
  • Responsabilidad económica: limitada o ilimitada
  • Aportación económica inicial y futura

No te quedes con dudas o tomes una decisión sin estar seguro de todos los detalles respecto a la forma jurídica adecuada para tu caso o será un grave error de base para tu nuevo emprendimiento. Antes de dar de alta la empresa, asegura tu elección.

Publicado por Blog Planes de Futuro MAPFRE
- 17 Oct, 2022
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