Cómo adaptar la casa de una persona mayor
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Adaptar la casa a las nuevas necesidades con las que se encuentran las personas mayores es una realidad que va en aumento. Cada vez se vive más años y en mejores condiciones. Las previsiones indican que el porcentaje de población mayor crecerá un 17 por ciento en los próximos treinta años. En España, la esperanza de vida es una de las más altas de la Unión Europea e, incluso, del mundo.
Para las personas mayores, lo ideal es vivir el mayor tiempo posible en su propia casa, de forma autónoma e integradas en su barrio, porque, a medida que se envejece, se hace más traumático cambiar el entorno habitual.
Esta tendencia es la que se está imponiendo actualmente en muchos países europeos y de América del Norte. Sin embargo, a una determinada edad o por problemas de salud, las facultades físicas y mentales se deterioran y continuar viviendo en la casa de siempre se hace difícil.
Casas adaptadas y accesibles
En cualquier caso, existen soluciones y una de ellas consiste en adaptar la casa para que las personas mayores que viven solas continúen habitando su casa de toda la vida y no se vean obligados a tener que cambiarse a una residencia de ancianos o a otro tipo de viviendas pensadas para los más mayores.
Habría que hacer las mismas obras de adaptación en el caso de que las personas mayores compartan la vivienda con sus hijos, nietos, etc. Es necesario proporcionarles un ambiente seguro, que evite los accidentes o por lo menos que los minimice al máximo.
En la mayoría de los casos, adaptar la casa por este motivo, no suele requerir grandes obras. Pero las reformas, por pequeñas que sean, son caras y las ayudas son escasas. Por eso, es importante hacer una buena planificación mediante un estudio minucioso de las verdaderas necesidades del mayor, como su actividad diaria, limitaciones, enfermedades, problemas de movilidad presentes y futuros, etc. para evitar hacer un gasto excesivo o innecesario.
Obras para adaptar una casa
Exponemos una serie de consejos, que no son en modo alguno exhaustivos, para ver qué clase de obras habría que hacer con el propósito de adaptar la casa a las necesidades presentes o futuras de sus moradores ancianos.
El baño
Este es uno de los lugares de la casa en el que las personas mayores suelen sufrir más accidentes a causa de resbalones, golpes, caídas, etc. Sería conveniente:
- Sustituir la bañera por un plato de ducha de suelo antideslizante. Para facilitar su acceso, debería estar a ras del suelo de baño, también antideslizante.
- Colocar barras de sujeción en la ducha y junto a los demás elementos del baño.
- Hay que prever un espacio amplio para el caso de tener que utilizar silla de ruedas. En este caso, el inodoro debe estar a la altura adecuada y sin pie, para facilitar su utilización en silla de ruedas.
- Para las personas mayores, dependiendo de su grado de movilidad y dependencia, existen elementos como sillas especializadas de baño para el aseo o elevadores. En determinados casos, su adquisición es necesaria.
- La grifería debe ser de palanca monomando para facilitar su apertura y cierre.
El dormitorio
Esta dependencia representa la zona de descanso principal de las personas mayores.
- Elegir una cama cómoda, que permita acostarse y levantarse sin mucho esfuerzo. La altura recomendada es de 45 centímetros. Debe ubicarse en un sitio de fácil acceso. En determinados casos, debe ser articulada.
- La mesilla debe tener una altura que permita alcanzar con facilidad las cosas imprescindibles sin tener que levantarse, con una pequeña luz por si necesita levantarse durante la noche, y un teléfono o una alarma de asistencia.
- Prever un buen acceso al interior de los armarios. Existen actualmente mecanismos de armarios para acceder fácilmente a cualquier parte del armario, aunque sea alta.
- Revisar la instalación eléctrica para instalar, si careciera de ellos, interruptores a ambos lados de la cama combinados con la entrada.
Las escaleras
Otro lugar muy peligroso por la posibilidad de sufrir un accidente por caída, que resultaría, sin duda, muy grave.
- Si se tienen problemas de movilidad, lo adecuado es instalar una silla salvaescaleras. Existen muchos modelos y precios para todos los gustos y bolsillos.
- Si están alfombradas o enmoquetadas, vigilar sus anclajes para que no se muevan a fin de evitar tropiezos y caídas.
- Procurar una buena iluminación, con interruptores combinados arriba y abajo.
- Si es necesario, cambiar el pasamanos por uno más cómodo y que tenga un buen agarre.
El salón
- Los muebles deben distribuirse de tal manera que faciliten el paso, sobre todo si se utiliza silla de ruedas. Retirar los que no se usen o no sean esenciales. Dejar un espacio libre entre ellos de 70 centímetros como mínimo.
- Las alfombras gruesas o que no están bien fijadas son causa de tropiezos y caídas. Lo mejor sería quitarlas, pero si se quieren conservar, se deberían pegar sus bordes con cinta especial y colocarlas sobre un tapete antideslizante.
- Colocar protectores de esquina en los muebles para evitar golpes.
- Los sofás deben ser poco profundos, de altura adecuada para que no cuelguen los pies, con apoyabrazos. Los sillones eléctricos son muy útiles para sentarse y levantarse fácilmente, sobre todo para personas dependientes.
- Si las puertas de la casa están dotadas de pomos, es mejor sustituirlos por picaportes tipo manilla, sobre todo si se tienen problemas óseos.
- En la medida de lo posible, se deben evitar los calefactores o radiadores portátiles.
La Cocina
Después del baño, la cocina es una de las estancias con más riesgos para una persona mayor por la posibilidad de sufrir accidentes de extrema gravedad.
- Los muebles deberán estar a una altura que facilite su alcance para todas las personas. Son muy útiles los muebles con ruedas por la facilidad de movimiento.
- Los utensilios de cocina de uso cotidiano tienen que estar en un lugar accesible.
- Es recomendable instalar cocinas de vitrocerámica con sistema de temporizador y autoapagado. Este tipo de cocinas es muy útil también porque, al tener la superficie plana, reducen el riesgo por caída de los utensilios que se ponen encima: sartenes, ollas, cazos, etc.
- Si se utiliza silla de ruedas o andador, puede resultar interesante quitar las puertas de los armarios para facilitar el acceso a su interior. También sería bueno bajar la altura de algunos armarios, así como redistribuir su contenido.
- Poner topes en los cajones que limiten su apertura para evitar que, al abrirlos excesivamente, caigan sobre los pies y causen daño.
- Para evitar intoxicaciones e incendios, es conveniente instalar detectores de humo y de fuga de gas. De esta manera se pueden evitar situaciones de alto riesgo cuando por olvido o despiste no se apaga la cocina, el calentador, la caldera, etc.
Los pasillos
- Colocar pasamanos en las paredes para poder agarrarse firmemente y andar con mayor autonomía.
- El mejor suelo, atendiendo a su seguridad, es el de baldosas sin esmaltar, el de vinilo y el de madera sin pulir.
- Los interruptores de la luz deben estar situados en el pasillo y distribuidores para que la entrada a una habitación no se haga a oscuras.
- Lo ideal es que la anchura de las puertas sea de 90 centímetros, sobre todo si se utiliza silla de ruedas. Si son de corredera no deben tener carril en el suelo y si son de cristal, conviene señalizarlas con pegatinas bien visibles.
La entrada
- La puerta de entrada debe ser ancha para que pueda entrar la silla de ruedas sin dificultad.
- Si existen escalones, es conveniente rebajar su altura, si es posible, o colocar una rampa.
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