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¿Qué es factoring y el factoring inverso?

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El factoring es un mecanismo de financiación a corto plazo que ayuda a las empresas con problemas de flujo de caja, principalmente debido a los retrasos en los pagos de los clientes. Te contamos por qué esta operación beneficia a las compañías.
Consultor y Periodista Económico en Revista Capital | Web

Consultor, con una experiencia de más de seis años; periodista con 16 años de trayectoria como analista económico y financiero y MBA por IE Business School.

Mediante una operación de factoring financiero, una empresa cede una factura o derecho de cobro a un tercero, denominado factor (habitualmente, una entidad financiera) a cambio de que este se la abone y asuma la gestión del cobro al deudor.

Las operaciones de factoring de liquidez a corto plazo conllevan un descuento en la factura final percibida por la compañía, en concepto de intereses y/o comisiones del factor.

Además de facilitar las operaciones de financiación de las empresas, el factoring también les permite ceder las gestiones administrativas de los cobros. En la modalidad “sin recurso”, la compañía también transfiere al banco que presta el servicio de factoring el recobro de las deudas, por lo que también se desprende del riesgo de impago.

Las operaciones de factoring pueden ser de distintos tipos, en función de su naturaleza. Las más habituales son con recurso” y “sin recurso”.

Principales modalidades de factoring

  • Factoring con recurso. Es la modalidad más habitual, en la que la entidad financiera se encarga sólo del cobro de la factura, no del riesgo de impago. El vendedor cede las facturas a la entidad, que le adelanta el cobro de las mismas con un descuento en forma de comisión o interés. Si, a vencimiento, el deudor no ha abonado la factura, el impago lo asume la compañía. Esta modalidad es recomendable para firmas que realizan transacciones con deudores de solvencia contrastada o entidades del sector público.
  • Factoring sin recurso. Es más caro que el anterior, en concepto de comisiones e intereses, ya que la entidad financiera asume el riesgo de impago. La compañía que lo contrata se libera de responsabilidad si el deudor no abona las facturas. Además de una operación financiera, es una garantía de protección frente a deudores insolventes.

Otras modalidades de factoring

Billetes de dólar

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Además, en función de diversas variables, encontramos estas otras opciones:

  • Factoring con cesión global. La empresa cede todas las facturas de los clientes a la entidad de factoring y elige cuáles quiere cobrar por adelantado y cuáles no (por tanto, se cobrarán a vencimiento).
  • Factoring con cesión puntual. Sólo se ceden las facturas cuyo cobro se pretende percibir por adelantado.
  • Factoring compartido. Varias entidades prestan el servicio de forma conjunta a la empresa.
  • Factoring de único contrato. El servicio lo presta una única entidad financiera.
  • Factoring con notificación. Cuando la empresa cedente informa al deudor de que se ha contratado un servicio de factoring y este abona las facturas directamente a la entidad.
  • Factoring sin notificación. Cuando la compañía no notifica la operación, el deudor le pagará la factura y la empresa se la abonará a la entidad.
  • Factoring de agencia. La empresa cedente es designada como agente de cobro por parte de la entidad factor.
  • Factoring inverso o confirming. Algunas entidades ofrecen un servicio por el cual nos gestionan el pago a proveedores, para evitar que las facturas se abonen más tarde del vencimiento.

Inconvenientes del factoring

  • El coste financiero es elevado
  • La modalidad sin recurso sólo es asumible por las pymes en caso de clientes de gran volumen que paguen tarde. Para operaciones de tamaño pequeño, no es rentable.
  • Puede suceder que la entidad se niegue a adelantarnos el pago de un cliente, por su perfil de solvencia.

Ejemplo práctico

Imaginemos el caso de una tienda de juguetes que vende 100 muñecos para una fiesta de Navidad a una asociación de padres, por valor de 15.000 euros. La factura deberá ser cobrada a 45 días en plena recta final de las vacaciones.

Durante ese periodo de tiempo, el dueño de la tienda de juguetes debe servir más pedidos de estos muñecos, por lo que necesita capital para comprarlos. Entonces, decide contrata un servicio de factoring sin recurso, por el cual se convierte en el cedente con una entidad financiera para poder percibir las facturas del deudor, la asociación.

La entidad se compromete a abonarle la factura completa de la asociación de padres por anticipado, con una comisión del 2,5 por ciento. Por lo tanto, la tienda de juguetes percibe 14.625 euros para seguir comprando material para vender en la campaña de Navidad y el banco, una comisión de 375 euros.

Cuando la asociación abona la factura a la tienda de juguetes, esta última la transfiere íntegra (los 15.000 euros) a la entidad.

Publicado por Borja Carrascosa Nogales
- 4 Nov, 2022
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