Qué es el Régimen Especial de Bienes Usados
Resumen del contenido
Amante de las finanzas, la economía conductual y los impuestos, ha hecho de su pasión su profesión y actualmente es orientador y formador. Con más de 20 años de experiencia en el ámbito de la comunicación en finanzas e inversión y múltiples colaboraciones en medios del sector.
Hay actividades que tiene un tratamiento diferente para la Agencia Tributaria (AEAT) a efectos de IVA y la venta de determinados bienes usados es una de ellas. Quienes se dedican a esta pueden acogerse al Régimen Especial de Bienes Usados, también conocido como REBU.
Hacerlo tiene sus ventajas e inconvenientes y conocerlas te ayudará a saber si compensa acogerte a él. Con el REBU se evita pagar IVA de más en objetivos de colección y antigüedades a cambio de tener que calcular de forma diferente la base imponible del impuesto.
Quiénes pueden acogerse al REBU
El mero hecho de vender un bien usado no hace que puedas acogerte a este régimen especial. El REBU está reservado para revendedores que realicen la actividad de forma regular y no como algo esporádico, incluso si han comprado el bien a un particular.
También podrán acogerse al Régimen Especial de Bienes Usados las personas que organicen subastas públicas si actúan en nombre propio a cambio de una comisión de venta.
Sobre qué objetos se aplica
El REBU no es universal y solo unos pocos bienes pueden beneficiarse de este régimen. En concreto se aplica sobre:
- Bienes usados, entendidos como los que usa una tercera persona y después se compran para revender. Eso sí, estos bienes no se podrán renovar ni transformar, solo separar. Hacienda entiende por reparación las acciones que permitan que el bien se vuelva a utilizar siempre que el coste no supere el precio de adquisición. Por ejemplo, si compras un coche podrás repararlo si eso no supera el precio que pagaste por él.
- Objetos de arte como cuadros, pinturas, esculturas, textiles…
- Antigüedades, que son bienes con más de 100 años y que no sean objetos de arte o de colección.
- Objetos de colección, que no abarca todo sino áreas como la filatelia, zoología, botánica, mineralogía, anatomía, arqueología, paleontología o monedas por su valor numismático.
Además, es importante señalar que el REBU solo se aplica en operaciones intracomunitarias o dentro de la Unión Europea, no fuera de ella.
Cómo funciona el REBU
El objetivo del REBU es que el revendedor no tenga que el IVA de más, primero al comprar y después al vender un bien usado.
Nada como un ejemplo para entender mejor por qué existe el REBU. Imagina que un revendedor compra muebles para revenderlos. Esos muebles ya pagaron un IVA inicial del 21% que el comprador inicial no pudo deducir en su totalidad.
Al calcular la cuota de IVA por esa compra, el revendedor debería incluir también ese IVA original y, por lo tanto, estaría pagando el IVA dos veces o un IVA sobre otro.
El REBU sirve para eliminar esa sobre imposición y lo hace primero en la factura y después al rellenar el modelo 303 de IVA.
Lo que el REBU hace es cambiar la forma en la que se calcula el IVA sobre estas aplicaciones, que se hará sobre el margen de beneficio y no sobre la base imponible de la factura.
Para que lo entiendas mejor, a la hora de calcular la base imponible del IVA en una venta se utilizará el margen de beneficio. Es decir, el precio de venta con el IVA incluido menos el precio de compra del artículo, también con el IVA incluido. Así, no se podrá hablar de IVA repercutido y soportado.
En clave matemática: Margen de beneficio = Precio de venta (IVA incluido) – Precio de compra, (IVA incluido)
Este sería el margen de beneficio, con el que después se calculará la base imponible a través de la siguiente fórmula: BI= Margen de beneficio x 100 / (100 + tipo impositivo aplicable)
A partir de ahí Hacienda permite usar dos sistemas para determinar la base imponible.
- Hacerlo operación por operación, que es como acabas de verlo.
- Hacerlo de forma global en cada periodo de pago, algo que solo se puede aplicar sobre sellos, billetes, monedas, discos, libros, revistas y bienes que pidas a Hacienda que autorice.
En el último caso, cuando el margen es negativo porque has pagado más que lo que has obtenido, la base imponible será cero y ese margen se podrá añadir a las compras del siguiente periodo.
Así se traslada todo esto a las facturas
Las facturas de operaciones acogidas al REBU no incluyen IVA. En lugar de eso, hay que incluir el precio total del bien, lo que el revendedor está pagando y cobrando después.
Además, en las facturas debe figurar de forma expresa que la operación está acogida al Régimen Especial de Bienes Usados.
Todas estas facturas deben figurar en un segundo libro de registro específico para operaciones del REBU. En otras palabras, que el revendedor deberá llevar dos libros de registro, el normal para las operaciones con IVA y otro para las que aplique el REBU.
Cómo se refleja todo en el modelo 303 de IVA
Además del cálculo de la base imponible, las operaciones de REBU también hay que incluirlas en los modelos IVA que se liquidan ante Hacienda.
En el modelo 303 de IVA trimestral las compras no se reflejan porque el IVA soportado no es deducible. Sin embargo, el margen de venta sí que lo hacen en la casilla 01 y 09. Por su parte, el precio de adquisición habrá que incluirlo en la casilla 61.
En el modelo 390 de declaración de IVA anual las compras también están exentas y las ventas se incluyen en las casillas 07 a 11 y en la 227 por el margen de venta.
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