¿Es legal un aval bancario en el alquiler?
Resumen del contenido
Socio director de la Firma BÁLAMO LEGAL&FISCAL, cofundador de AREA ABOGADOS Y ASESORES y de la Startup LAWINT TECH, y Corporate Builder. Asesor de algunos de los grandes grupos cooperativos y empresas agroalimentarias. Ha ocupado cargos directivos y de máxima responsabilidad en distintas entidades del mundo empresarial (AJEX, CEAJE, CEOE, Cámara de Comercio de Badajoz).
Al momento de alquilar una vivienda para lograr protegerse ante posibles incumplimientos de pago, es común que el arrendador solicite ciertos requisitos como es el aval bancario para alquiler. A continuación, abordamos el tema en mayor profundidad y explicamos todos los detalles sobre esta garantía y su legalidad en un contrato de alquiler.
El Aval Bancario para alquiler
Un aval bancario es una garantía emitida por un banco, en la que se compromete a responder por el pago del alquiler en caso de que el inquilino no cumpla con sus obligaciones. Es decir, si el inquilino no puede pagar la renta, el banco cubriría esa cantidad al propietario, hasta el límite acordado en el aval.
En un contexto de alquiler, el aval bancario para alquiler actúa como una especie de seguro a favor del propietario, que asegura recibir el dinero de la renta. Por su parte, para el inquilino, puede ser una medida especialmente gravosa, dados los requisitos requeridos por los bancos. El aval bancario se formaliza mediante un contrato entre el banco y el inquilino. Sin embargo, la cuantía y el periodo cubierto por el aval bancario pueden variar según lo acordado entre el arrendador y el inquilino.
Encaje legal del Aval Bancario en la legislación actual
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) en España, que regula los contratos de alquiler, no prohíbe la solicitud de garantías adicionales a la fianza legal, como es el caso del aval bancario. Sin embargo, deja libertad a las partes por lo que el inquilino no está obligado a aceptarlo si no está conforme.
La legislación actual, permite que las partes acuerden la entrega de garantías adicionales a la fianza, como un aval bancario, depósitos adicionales o seguros de impago. En este sentido, es completamente legal que el propietario solicite un aval bancario como una medida extra de seguridad. Si bien es legal que el arrendador solicite un aval bancario para el alquiler, el inquilino no está obligado a aceptarlo si no está de acuerdo. La negociación de un contrato de alquiler es un proceso en el que ambas partes deben estar conformes con las condiciones, por lo que si el inquilino considera que la exigencia del aval bancario es desproporcionada o difícil de cumplir, tiene derecho a negociar otras alternativas.
¿Cuál es la gestión para la obtención del Aval Bancario?
Obtener un aval bancario no es un trámite sencillo ni inmediato, ya que depende de la solvencia del inquilino y de las políticas del banco. El proceso general para obtener un aval bancario para alquiler es el siguiente:
- Solicitud al banco: El inquilino debe acudir a su entidad bancaria y solicitar la emisión de un aval bancario para alquiler. Es importante mencionar que el banco evaluará la solvencia del solicitante y decidirá si está en condiciones de otorgar el aval.
- Estudio de solvencia: El banco realizará un análisis financiero del inquilino para determinar si puede asumir el riesgo de emitir el aval. En este análisis se considerarán los ingresos, deudas y otros aspectos económicos del solicitante.
- Depósito o garantía: En la mayoría de los casos, el banco solicitará un depósito equivalente al importe del aval. Este depósito suele quedar inmovilizado en una cuenta del banco durante todo el tiempo que dure el contrato de alquiler, lo que puede ser un inconveniente para el inquilino, ya que no podrá disponer de ese dinero.
- Emisión del aval: Si el banco aprueba la solicitud, emitirá el aval a favor del propietario. Este aval funcionará como una garantía que asegura el cumplimiento de las obligaciones del inquilino durante el tiempo que dure el contrato de alquiler.
- Duración del aval: Normalmente, el aval bancario tiene una duración determinada, que suele coincidir con la duración del contrato de alquiler. Es posible renovarlo si ambas partes lo acuerdan.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas del aval bancario en el alquiler?
Como todo mecanismo de garantía, el aval bancario para alquiler presenta ventajas y desventajas tanto para el inquilino como para el propietario.
- Seguridad para el propietario: Desde el punto de vista del arrendador, un aval bancario ofrece una garantía sólida de que recibirá el pago de la renta, incluso si el inquilino deja de pagar. Esto reduce el riesgo de impago y genera una mayor confianza en la relación contractual.
- Posibilidad de alquilar viviendas por un menor valor: Algunos propietarios de viviendas o inmuebles suelen solicitar avales bancarios como medida de seguridad adicional, esto repercute en un acceso a vivienda de “mayor calidad” a precios menores.
- Coste elevado para el inquilino: Obtener un aval bancario no solo implica el depósito de una cantidad considerable de dinero en el banco, sino que también puede llevar consigo comisiones y gastos de gestión.
- Inmovilización de fondos: El depósito que el banco exige para emitir el aval bancario queda retenido en una cuenta durante toda la vigencia del contrato, lo que puede limitar la capacidad económica del inquilino para otros gastos o inversiones.
- Complejidad en la gestión: El proceso de obtención de un aval bancario puede ser complicado y burocrático, lo que alarga el tiempo de formalización del contrato de alquiler.
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Alternativas al aval bancario.
Si como inquilino no puedes o no deseas obtener un aval bancario para alquiler, es importante saber que existen alternativas que también pueden ser aceptadas por los propietarios, tales como:
- Seguros de impago: Cada vez más propietarios optan por contratar un seguro de impago, que cubre el riesgo de que el inquilino no pague la renta. Estos seguros son más accesibles para el inquilino, ya que no requieren inmovilización de grandes sumas de dinero.
- Depósitos adicionales: En lugar de un aval bancario, algunas veces se puede acordar entregar un depósito adicional a la fianza, que el propietario retendrá como garantía durante el alquiler.
- Aval personal: En algunos casos, es posible que el inquilino pueda ofrecer un avalista, que sea una persona física (un familiar, por ejemplo) que se comprometa a responder por el alquiler en caso de incumplimiento.
Por lo tanto, en síntesis, es legal exigir un aval bancario en un contrato de alquiler, pero no es obligatorio aceptarlo si no estás de acuerdo con este tipo de garantía. Mientras que, para el propietario, el aval bancario ofrece una seguridad sólida, para el inquilino puede ser un requisito costoso y difícil de cumplir por lo que es preciso valorar encontrar el equilibrio entre las posiciones y analizar cada caso en concreto.
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