Comprar casa es una de las decisiones financieras más importantes de la vida. Según los expertos, la cantidad que se debe destinar a su compra no debería superar el 40 por ciento de los ingresos netos mensuales, algo que para muchas personas no es posible. El precio de la vivienda (nueva y usada) en España se sitúa en los 1.285 euros por metro cuadrado (datos del primer trimestre del año), un 3,8 por ciento más que en el primer trimestre del año anterior, según el dato provisional de la estadística Tinsa IMIE Mercados Locales.

Por suerte, a la hora de comprar casa hay una serie de opciones que facilitan el proceso a las personas que no pueden acceder a una vivienda libre. En la actualidad existen varios tipos de viviendas protegidas, pero no todas son iguales, ni tienen el mismo precio, requisitos o tipo de protección.

¿Qué es una vivienda protegida?

    La vivienda protegida es aquella cuyo precio es inferior al de la vivienda libre, pero a cambio tiene una serie de limitaciones: debe usarse como vivienda habitual y permanente y para acceder a ella es necesario cumplir una serie de requisitos, como tener unos ingresos inferiores a una cantidad determinada. Además, mientras dure el régimen de protección, el uso de la misma está regulado y mantiene una limitación en cuanto al precio de venta, que vendrá establecido por la comunidad autónoma en la que se encuentre.

    Hasta hace poco, adquirir una vivienda protegida suponía la posibilidad de obtener una serie de ayudas financieras por parte del estado y las comunidades autónomas, como ayudas a la entrada, préstamos convenidos, etc., pero actualmente muchas de esas ventajas fiscales han desaparecido y se ha concentrado el presupuesto en la vivienda en alquiler y rehabilitación.

    Entre otras ayudas, el presente Plan Estatal concede nuevas subvenciones para ayudar a los jóvenes a acceder a una vivienda, ya sea en alquiler o comprada, y a las personas mayores con bajos ingresos para el alquiler, o para soportar los gastos de mantenimiento y otros servicios adicionales, como puede ser el Seguro de Hogar MAPFRE, con coberturas que se adaptan a cada tipo de vivienda y familia.

    ¿Qué son las VPP?

    La Vivienda de Promoción Pública (VPP) es aquella en la que la compra del suelo, la financiación y la construcción son gestionadas por un ente público. Su principal característica es su reducido precio y su entrega se realiza, normalmente, mediante un sorteo o un concurso público.

    Características de la Vivienda de Promoción Pública (VPP)

    • El estado se encarga de dar el suelo a la constructora, quien -junto con la inmobiliaria- adjudica los pisos mediante sorteo o concurso público.
    • El área construida no debe superar los 110 metros cuadrados
    • La calidad de construcción es mayor que en una VPO.
    • El precio por metro cuadrado es mayor que en una VPO.
    • Debe ser el domicilio o residencia habitual y permanente de sus ocupantes.
    • No se puede vender (a precio de vivienda libre) mientras esté vigente su régimen legal de protección. Su precio siempre estará limitado por el precio máximo legal de venta.

    ¿Cómo acceder a una vivienda VPP?

    Para acceder a ella, los ingresos familiares no pueden exceder de 5,5 veces el IPREM y hay que estar empadronado en el Ayuntamiento donde se construye la vivienda. Además, el comprador no puede ser titular de pleno dominio o de un derecho real o de uso y disfrute de otra vivienda que esté sujeta a algún régimen de protección pública dentro del territorio nacional, y tampoco de una vivienda libre cuyo valor supere el 40 por ciento del precio real de la VPP que solicita.

     

    VPO: vivienda de protección oficial

    La Vivienda de Protección Oficial (VPO) es aquella que cumple con una serie de condiciones (dimensiones y precios) marcadas por la comunidad autónoma en la que se encuentre, por lo que no existe un régimen uniforme en todo el territorio nacional. Aun así, en líneas generales este tipo de vivienda:

     

    • La otorga el Estado a los solicitantes de la vivienda según los puntos que acumulen.
    • Su superficie no puede superar los 90 metros
    • La calidad de construcción es menor que en una VPP.
    • El precio por metro cuadrado es menor que en una VPP.
    • Sólo se puede destinar como vivienda habitual del comprador.
    • No se puede vender durante un plazo determinado (diez, veinte o más años), para venderla antes de que haya transcurrido ese tiempo hay que solicitar una autorización a la conserjería competente de la comunidad autónoma, y su precio vendrá limitado por el precio máximo legal de venta.
    • Para acceder a ella, los ingresos máximos de la unidad familiar deben ser inferiores a 5,5 veces el SMI (actualmente se utiliza como indicador el IPREM) para las VPO de régimen general, o ingresos no superiores a 2,5 veces el IPREM para las VPO de régimen especial.

    Recuerda que todos los requisitos y características de este tipo de viviendas están sujetos a la normativa que establecen las comunidades autónomas, por lo que son éstas las que tienen la última palabra.