En plena campaña de la declaración de la renta es el momento de ponernos al día con la Agencia Tributaria. Calcular el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) requiere realizar una serie de acciones que a veces resultan excesivamente burocráticas y liosas. Es por esa razón por la que algunos particulares y trabajadores por cuenta propia eligen dejar en manos de un gestor profesional la realización de la declaración de la renta.

¿Qué es un gestor y qué funciones tiene?

Un gestor es una persona especializada en asuntos relativos a impuestos, al mundo laboral o jurídico que nos puede ayudar a que al presentar la declaración de la renta estemos seguros de no cometer fallos e incluso a que el resultado sea más positivo para nosotros. Por otro lado, su contratación requiere el pago de unos honorarios que no todo el mundo está dispuesto a desembolsar. ¿Merece realmente la pena dejar en manos de un gestor nuestra declaración de la renta? Analicemos sus pros y sus contras.

Razones por las que merece contratar a un gestor

La declaración de la renta no es un proceso que sea famoso por su sencillez. De hecho la multitud de casillas y la complejidad para rellenarla hace que sea un quebradero de cabeza para muchos contribuyentes. Calcular el IRPF de manera correcta requiere que se tenga que analizar detalladamente cada partida económica y todas las posibilidades que podemos tener para desgravar algo de dinero. Realizar todo este tipo de consultas requiere tiempo.

Un gestor que esté acostumbrado a ejecutar este tipo de papeleo podrá liberarnos de realizar este tedioso cálculo y de horas sentados en el escritorio con una calculadora al lado. Otro aspecto a considerar es que la normativa legislativa se renueva cada año. Cada nuevo curso aparecen novedades o se tramitan cambios a la hora de presentar ciertos tipos de partidas presupuestarias.

De este modo, puede que lo que en el pasado servía para presentar la declaración de la renta, no sirva para el año siguiente o que se tengan que reflejar nuevos capitales o bienes mobiliarios. Para un particular es complicado estar atento a todas las novedades que aparecen anualmente. Sin embargo un gestor, al dedicarse profesionalmente a ello, está al corriente de todo lo que pueda surgir y de este modo será capaz de rellenar bien la declaración.

En ocasiones, si no eres un experto, a la hora de realizar la declaración de la renta no sabrás que puedes incluir deducciones que permitan que tengas que pagar menos impuestos. Hay situaciones en las que es posible desgravar y al no tener conocimiento de ellas se pierde la oportunidad de ahorrar. Un asesor conocerá todas las variables que nos permitirán ayudar a reducir la base imponible y de este modo deber menos dinero a Hacienda.

Aspectos sobre cómo declarar el alquiler de un piso, cómo se debe de computar la hipoteca que estamos pagando o el derecho a sucesiones son algo complicados de rellenar en la declaración de la renta. Esto supone que se cometan errores y que muchas veces la deducción no solo sea incorrecta, sino que se pierda la ocasión de lograr un mayor beneficio para el contribuyente.

Los asegurados de MAPFRE y socios de Club MAPFRE disponen de un servicio de Asesoramiento Fiscal gratuito donde un equipo de expertos te podrá asesorar y revisar el borrador o elaborar y presentar tu declaración de la renta a un precio muy reducido.

Un gestor conoce cómo funciona la declaración de la renta y los pasos necesarios para que se tenga que pagar menos impuestos, siempre dentro de la legalidad. Dejarse llevar por el borrador de la renta que emite la Agencia Tributaria puede suponer que no se contemplen apartados que nos ayudarían a desgravar.

Por ejemplo, un asesor nos ayudará a dilucidar si nos merece más la pena realizar la declaración de la renta de manera individual o de manera conjunta con nuestra pareja o si merece la pena que las aportaciones de un plan de pensiones privado sean de manera periódica o puntuales.

Al realizar la declaración de la renta por medio de un gestor, nos aseguramos de que no haya errores y de este modo nos ahorramos dinero y problemas. Entregar una declaración con incorrecciones supone una infracción y acarrea una multa, la cual es proporcional al fallo cometido. Cuando el problema es detectado fuera de plazo el castigo se inicia con una multa mínima de 100 euros.

Optar por un asesor es especialmente atractivo para los autónomos, puesto que su declaración de la renta es más compleja al incluir partidas de ingresos relativos a su actividad comercial, pero también a otros impuestos como el IVA. En este caso la ayuda de un gestor es casi una obligación al no ser que se tengan conocimientos financieros y legales avanzados.

Razones por las que no merece la pena contratar a un gestor

Contratar a un gestor supone un desembolso de dinero. Aunque el precio solicitado depende de la asesoría, el importe para que un profesional te realice la declaración de la renta suele situarse entre los 30 y los 150 euros según la complejidad del trámite. Hay personas que no están dispuestas a pagar por tal labor.

La declaración de la renta recoge datos personales que quizás no quieras compartir con el resto de la gente. Si somos reticentes a exponer nuestros datos bancarios, ingresos o partidas de gasto más personales quizás no sea bueno contratar a un asesor.

Últimamente han proliferado herramientas web que de manera gratuita echan una mano a los contribuyentes a la hora de calcular el IRPF. De este modo, si tu declaración de la renta es sencilla puedes realizar los retoques necesarios a través de estos programas informáticos. Elegir entre dejar en manos de un asesor la presentación de la declaración de la renta dependerá de la complejidad de tu situación y de tus conocimientos en esos ámbitos.

Contratar a un asesor te supondrá desembolsar sus honorarios, pero por el contrario te ayudará a conocer qué partidas te pueden ayudar a desgravar, como un plan de pensiones privado. Los Planes de Pensiones MAPFRE no solo tienen ventajas fiscales, sino que te permiten ahorrar en el presente y asegurar tu futuro.

CALCULA TU JUBILACIÓN