Exención impuestos en una empresa familiar
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Cuando en una empresa se transmiten activos o participaciones a nivel familiar, estos tributan en el Impuesto sobre Patrimonio, en el IRPF y en el Impuesto sobre Sucesiones o Donaciones. Para aliviar la carga tributaria, se contemplan diferentes exenciones que pueden resultar muy beneficiosas; sobre todo las referidas al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, ya que algunas comunidades autónomas no contemplan reducciones o bonificaciones cuando el patrimonio se transmite de padres a hijos.
En el caso de este Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones se fija una reducción del 95 % en la base imponible para las transmisiones por sucesión o donación de participaciones en sociedades bajo el cumplimiento de una serie de requisitos.
En el caso del IRPF también se establece la posibilidad de que la ganancia o pérdida patrimonial obtenida por el donante no quede sujeta a dicho impuesto.
Para poder acogerse a estos beneficios, la empresa debe ser considerada como familiar.
Requisitos para que una empresa sea calificada como familiar
Los requisitos que debe cumplir una empresa para ser calificada como familiar son los siguientes:
- La empresa no puede ser una entidad patrimonial, es decir que no se encargue de la gestión de patrimonio mobiliario o inmobiliario.
- La participación de la persona que quiera acceder a esta exención dentro de la entidad debe ser, al menos del 5 % de forma individual o de 20 % junto a cónyuge, ascendientes, descendientes o colaterales de segundo grado (hermanos y cuñados).
- Que alguno de los integrantes del grupo familiar ejerza labores de dirección en dicha sociedad y la mayoría de sus rendimientos del trabajo y actividades económicas provengan de dicha actividad y sean su principal fuente de renta.
- La compañía debe tener al menos más del 50% de su activo y pasivo afecto a una actividad económica.
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Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
Es importante tener en cuenta que, tanto en casos de herencia como de donación, los beneficiarios deben seguir cumpliendo los requisitos y mantener en su patrimonio las participaciones del grupo familiar durante 10 años, aunque en algunas comunidades autónomas se ha rebajado el plazo a 5 años.
Esta exención del 95 % en la base imponible para las transmisiones por sucesión o donación de participaciones resulta de gran interés para aquellos contribuyentes que residan en alguna comunidad autónoma que no contemple reducciones o bonificaciones. Así, por ejemplo, hay comunidades en las que el pago de este impuesto es algo prácticamente simbólico, mientras que en otras supondrá un gran desembolso para el contribuyente.
Dentro de las primeras se pueden situar Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Galicia, Madrid y Murcia, así como los territorios forales, mientras que en el resto hay que pagar impuestos por la herencia si se superan determinados límites.
Este Impuesto es un tributo progresivo y el tipo general va desde el 7,65% hasta el 34%. Después, se aplicarían las distintas bonificaciones dependiendo de cada Comunidad Autónoma.
IRPF
En el caso de donación de acciones o participaciones, la misma no generará impacto fiscal en el IRPF del donante siempre y cuando se cumplan estas condiciones:
- El donante debe tener 65 años o más. La edad no se tendrá en cuenta siempre que exista una incapacidad permanente o gran invalidez.
- El donante deje de realizar funciones de dirección. Eso sí, no estará obligado a deshacerse de la totalidad de sus participaciones o acciones en la compañía.
- Que tenga derecho a beneficiarse de la exención de empresa familiar en su Impuesto sobre el Patrimonio.
Impuesto sobre Patrimonio
El artículo 4 de la Ley de Impuesto de Patrimonio (Ley 19/1991, de 6 de junio), establece aquellos supuestos que están exentos de tributar por este impuesto, así como los requisitos necesarios para poder entrar a calificarse como empresa familiar.
Según el instituto de Empresa Familiar, en España el 90% de las empresas privadas son familiares, generan casi el 70% del empleo privado y aportan cerca del 60% del PIB. Con estos datos, resulta fundamental que existan este tipo de exenciones para poder garantizar la estabilidad, el desarrollo y el estado de bienestar de nuestro país.
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