La Unión Europea, como ella misma explica, “no interviene directamente en el establecimiento de tipos impositivos ni en la recaudación de impuestos: cada Gobierno nacional decide los importes que pagan los contribuyentes y la manera en que se gastan los impuestos recaudados”.

Se limita a supervisar las normas fiscales en aquellos ámbitos que afectan a empresas y consumidores, especialmente los relacionados con las políticas de la UE.

Esto hace que en todos los estados miembros el margen para diseñar políticas fiscales sea muy amplio y dé lugar a que se produzcan grandes diferencias en el pago de impuestos entre los distintos países.

Los países de la UE con impuestos más bajos

Bulgaria

Bulgaria es el país de la Unión Europea que tiene las tasas impositivas más bajas tanto para empresarios como para trabajadores.

Para empresas, el tipo máximo es del 10 por ciento. Además, las empresas que tengan sede en el país búlgaro y contraten personas con discapacidad, pueden tener una exención de hasta el 100 por cien en los impuestos. En cuanto a su IRPF, Bulgaria tiene la tasa más baja dentro de la Unión Europea: el 10 por ciento.

Por lo que se refiere al pago de impuestos por parte de los no residentes, las empresas que operan en Bulgaria están obligadas a retener un 5 por ciento sobre la renta de dividendos y acciones de liquidación y un 10 por ciento de todos los demás ingresos imponibles.

Chipre

El sistema impositivo en Chipre beneficia la atracción de grandes capitales procedentes del extranjero. Tiene una fiscalidad especial para extranjeros no residentes que pueden disfrutar de una tributación territorial especial.

Los nacionales solo pueden acogerse al sistema residencial.

El Impuesto sobre Sociedades es del 12,5 por ciento, uno de los tipos impositivos más bajos de Europa.

Malta

La isla de Malta tiene unas condiciones impositivas muy buenas tanto para empresas como para las personas.

El impuesto de sociedades es de un 35 por ciento, que en la práctica se convierte en un 5 por ciento, puesto que en la mayoría de casos se devuelve posteriormente gran parte de la cantidad ingresada. Además, el importe de la devolución no tributa en su IRPF.

Respecto al tipo impositivo de las rentas obtenidas en el país, los primeros 9.100 euros están exentos de tributar; hasta los 14.500 euros, se paga el 15 por ciento; y hasta los 60.000, se paga el 25. Las rentas que pasan de los 60.00 euros, pagan el 35 por ciento de impuestos.

Los residentes no domiciliados solo pagan una renta del 15 por ciento con una tributación mínima de 5.000 euros anuales.

Montenegro

Este pequeño país de la antigua Yugoslavia atrae a empresarios extranjeros y trabajadores gracias a unos impuestos muy bajos. De hecho, Montenegro cuenta con uno de los impuestos más bajos de toda Europa, un 9 por ciento tanto para personas físicas como para empresas. Para las rentas más altas el tipo aplicable es de un 11 por ciento.

https://bit.ly/3A0du7G

Portugal

La presencia de Portugal en este ranking se debe a que tiene un régimen especialmente beneficioso para los residentes no habituales (personas con grandes patrimonios y profesionales cualificados) y cuyo gravamen es del 20 por ciento (en España es el 49).

Las rentas pasivas que proceden del extranjero (dividendos, ganancias de capital) pueden llegar a estar exentas de impuestos.

Además, los pensionistas que cobren de un Estado extranjero tributan solamente un 10 por ciento.

República Checa

La tasa de impuesto sobre la renta por los ingresos individuales tiene un tipo único del 15 por ciento. Los no residentes solo tributarán por los beneficios obtenidos dentro del propio país, en tanto que los residentes pagan el 15 por ciento por las rentas obtenidas dentro y fuera del país.

Los autónomos pagan sus impuestos por adelantado en base a una estimación de sus ingresos y luego regularizan su situación a través de una declaración anual, lo que deja la tasa de estos profesionales en torno al 9 por ciento.

Andorra

Este pequeño país situado entre España y Francia no es propiamente un estado de la UE, pero sus vínculos con ella son muy fuertes porque forma parte de la unión aduanera y del espacio Schengen.

Hasta hace poco, era uno de los paraísos fiscales para nuestro país y para Europa. Ya no está considerada así, pero es innegable que resulta ser un refugio para grandes riquezas y empresas que se benefician de unos bajos impuestos.

Andorra carece de impuestos sobre el patrimonio, las sucesiones y las donaciones. En cuanto al IRPF, los primeros 24.000 euros están exentos; el tramo que va hasta los 40.000 euros cotiza el 5 por ciento; y a partir de esos 40.000 euros, se paga un 10 por ciento.

Por otra parte, el impuesto de sociedades es de apenas el 10 por ciento y los dividendos no pagan impuestos.

Como ves, España no es uno de los países de la UE con los impuestos más bajos. Si te interesa esta información porque precisamente estás valorando la idea de ampliar tu negocio o empezar desde cero en otra región vecina, no dudes en contratar un Plan de Pensiones MAPFRE en cuanto la actividad despegue. De esta forma podrás asegurar tu jubilación con plenas garantías y disfrutar de esta última etapa de la vida con total tranquilidad.