El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) es un tributo que afecta a todas las empresas y profesionales en España. Para garantizar el cumplimiento normativo y evitar sanciones, es fundamental comprender los aspectos necesarios para el registro adecuado del asiento de liquidación del IVA. En este artículo, analizaremos en qué consiste este proceso, cuándo debe llevarse a cabo, y proporcionaremos ejemplos prácticos para una mejor comprensión.

¿Qué es el asiento de liquidación del IVA?

El asiento de liquidación del IVA es un registro contable que se realiza al final de cada período, para calcular y registrar el impuesto que una empresa debe pagar o compensar a Hacienda. El cálculo consiste en restar el total del IVA que la empresa ha cobrado a sus clientes durante el período (IVA repercutido), del total del IVA que la empresa ha pagado por sus compras y gastos (IVA soportado). También se resta cualquier importe pendiente de compensación de períodos anteriores.

El resultado de esta operación es el resultado de la liquidación. Si es positivo, significa que la empresa debe pagar IVA a Hacienda. Si es negativo, la empresa puede compensar este saldo en períodos futuros o solicitar la devolución directa, si corresponde.

https://bit.ly/43uSvp1

Asiento de liquidación de IVA positivo y negativo

A continuación, explicaremos cómo hacer el cálculo del resultado de la liquidación, y los posibles escenarios que pueden resultar.

Cuando el resultado de la liquidación es negativo, significa que la empresa tiene un crédito a favor de la Hacienda Pública. En este escenario, se contabilizará cargando la cuenta 4700 Hacienda Pública Deudora por IVA. La empresa puede decidir solicitar la devolución de este importe, o compensarlo en períodos futuros. Independientemente de la opción elegida, la cuenta 4700 se utilizará para reflejar el saldo a favor de la empresa, que estará compuesto por el importe registrado en este asiento más cualquier cantidad pendiente de compensación de períodos anteriores.

Por otro lado, cuando se realiza el pago del IVA, se registra contablemente de la misma manera que cualquier otro pago, cargando la cuenta del acreedor correspondiente y abonando la cuenta de tesorería adecuada.

En caso de discrepancia entre el cálculo realizado según los datos contables, y la liquidación presentada a Hacienda, se debe seguir el importe registrado en la declaración presentada. Este importe puede diferir del cálculo realizado según los saldos de las cuentas contables.

Esta discrepancia puede ocurrir, por ejemplo, cuando se contabilizan facturas después de haber presentado la liquidación del trimestre al que corresponden, lo que implica que el IVA de esas facturas no se ha declarado. No hay mayor problema con esta situación, ya que la empresa tiene un plazo de cuatro años para deducir el IVA soportado, lo que significa que puede incluirlo en la declaración de la renta del siguiente trimestre (siempre que no hayan pasado esos cuatro años). Si se trata de una factura emitida, se debe presentar una declaración complementaria para declarar el IVA repercutido que no se incluyó en la liquidación.

Ejemplos prácticos de asientos de liquidación del IVA

Ejemplo 1

Supongamos que una empresa ha repercutido un total de 10.000 euros de IVA a lo largo de un trimestre, y ha soportado 7.000 euros de IVA en sus compras y gastos. El asiento de liquidación sería el siguiente:

  • Cuenta de IVA repercutido: 10.000 euros

  • Cuenta de IVA soportado: 7.000 euros

  • Resultado de la liquidación: 3.000 euros (10.000 – 7.000)

En este caso, el resultado de la liquidación es positivo (3.000 euros), lo que indica que la empresa debe pagar ese importe a Hacienda. Se realizará el asiento correspondiente cargando la cuenta de gasto «Hacienda Pública Acreedora por IVA» por 3.000 euros.

Ejemplo 2

Imaginemos que otra empresa ha repercutido 6.000 euros de IVA en un trimestre, y ha soportado 8.000 euros de IVA en sus compras y gastos. Además, la empresa tiene un importe pendiente de compensación de períodos anteriores de 2.000 euros. El asiento de liquidación sería el siguiente:

  • Cuenta de IVA repercutido: 6.000 euros

  • Cuenta de IVA soportado: 8.000 euros

  • Importe pendiente de compensación: 2.000 euros

  • Resultado de la liquidación: -4.000 euros (6.000 – 8.000 – 2.000)

En este caso, el resultado de la liquidación es negativo (-4.000 euros), lo que indica que la empresa tiene un crédito a favor de la Hacienda Pública. Se realizará el asiento correspondiente cargando la cuenta «Hacienda Pública Deudora por IVA» por 4.000 euros.

Estos ejemplos ilustran diferentes situaciones en las que el resultado de la liquidación puede ser positivo (a pagar) o negativo (a favor), y cómo se contabilizan en cada caso. Es importante adaptar los asientos a las cuentas contables y normativas específicas de cada empresa.

Para evitar confusiones en el registro de liquidación de IVA, recuerda que todos los socios de Club MAPFRE disponen de un asesor fiscal, que te resolverá todas tus dudas.