Realizar una huelga es un derecho fundamental de todos los trabajadores españoles y así está recogido en la Constitución Española además de por la Carta Magna, este derecho también se reconoce dentro del Estatuto de los Trabajadores. Para que la huelga pueda llevarse a cabo, debe estar correctamente organizada por los órganos pertinentes y comunicada a la empresa.

El derecho a la huelga en España

Con el objetivo de defender los derechos e intereses de los trabajadores, el Estatuto de los Trabajadores y la Constitución Española recogen el derecho fundamental de poder realizar huelgas. A pesar de que son legales siempre que se hayan convocado por los cauces oportunos, muchos trabajadores tienen miedo a secundarlas, sobre todo por las posibles consecuencias que puedan tener. Lo cierto es que estas consecuencias son reales y afectan al salario y a la vida laboral del trabajador.

Cualquier trabajador puede secundar una huelga que haya sido convocada legalmente, no será necesario que se encuentre incluido ni afiliado a ningún sindicato o grupo convocante. Este es un derecho personal del trabajador que puede decidir voluntariamente si quiere o no participar en la huelga.

Debido a esto, no será necesario que avises o informes a la empresa si quieres realizar una huelga que haya sido convocada. Por otro lado, la empresa no debe preguntar a sus trabajadores si irán o no a trabajar el día de la huelga ya que puede considerarse como una vulneración de un derecho fundamental.

Repercusiones de una huelga para el trabajador

Como hemos dicho antes, que sea un derecho fundamental no exime de que existan una serie de repercusiones derivadas de la misma para el trabajador. Estas se verán reflejadas en su salario y en su cotización a la seguridad social.

Cómo afecta a las cotizaciones

Cuando un trabajador decide hacer una huelga, su estado en la Seguridad Social cambiará al de alta especial. Esto se traduce en la suspensión por parte del empresario de la obligación de cotización por su empleado. Es decir, durante el periodo en el que esté de huelga el trabajador no tendrá derecho a prestaciones económicas derivadas de una incapacidad temporal laboral, ni a ningún tipo de prestación por desempleo.

Las huelgas pueden convocarse de manera parcial o total. Dependiendo de si se trata de una u otra, las repercusiones sobre la cotización serán distintas. En el caso de tratarse de un paro parcial, la cotización se calculará teniendo en cuenta la diferencia entre la base diaria del trabajador y las horas no trabajadas de la jornada de huelga. En el caso de huelgas totales se tendrá en cuenta la cotización promedio de las bases de cotización del trabajador, correspondientes al mes anterior del inicio de la huelga.

Cómo afecta una huelga al sueldo

Cuando decides hacer una huelga, la empresa podrá descontarte el salario correspondiente a las jornadas que hayas estado parado. Cada jornada de huelga se descontará el salario correspondiente a cada día de trabajo y el correspondiente a los pluses o partes proporcionales de las pagas extras y los descansos semanales. Por lo tanto, tu salario se verá reducido como si esos días no hubieses trabajado, perdiendo además el resto de los complementos salariales correspondientes a esos días.

Servicios mínimos y despidos

La empresa, ante una convocatoria oficial de huelga puede establecer unos servicios mínimos para garantizar el funcionamiento de la misma. Para ello, será necesario que avise a los trabajadores con un plazo de entre 24 y 48 horas previas a la fecha de la convocatoria de huelga.

En estos casos, los trabajadores estarán obligados a cumplir estos servicios mínimos. No podrán eludirlos salvo que la ausencia sea notificada y justificada. Por otro lado, el empresario no podrá contratar trabajadores que no formen parte de la empresa para suplir a los empleados que se encuentren realizando el paro. Este escenario solo sería posible, si las personas convocadas como servicios mínimos los incumpliesen.

Una de las consecuencias más temidas por los trabajadores para no secundar una huelga es la del despido. El miedo a perder su puesto de trabajo hace que muchos empleados decidan no realizar los paros convocados.  Debido a que se trata de una convocatoria legal, la empresa no podrá sancionar o despedir a un trabajador mientras dure la jornada de huelga justificándolo como una falta de asistencia a su puesto de trabajo.

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