“Cashback” es un término inglés que puede traducirse como “dinero de vuelta”.
Esta palabra engloba dos conceptos distintos: por un lado, la posibilidad de obtener dinero en efectivo sin necesidad de usar un cajero; y por otro un programa de recompensas que ofrecen las entidades a través de las compras con tarjeta.
A continuación, te explicamos todos los detalles.
Cashback como forma de obtener dinero en efectivo
El número de cajeros automáticos en nuestro país está en constante descenso debido al creciente cierre de oficinas bancarias. No obstante, es posible sacar dinero en efectivo de nuestras cuentas sin tener que hacerlo desde un cajero o en una oficina. ¿Cómo? mediante el cashback.
Imaginemos que queremos sacar 20 euros de nuestra cuenta, pero no tenemos un cajero o sucursal cerca. En tal caso podríamos ir a cualquier establecimiento que disponga de este servicio, por ejemplo, una gasolinera, repostar 50 euros y, a la hora de ir a pagar le indicamos al dependiente la cantidad en efectivo que queremos. Éste nos cobraría con la tarjeta un importe de 70 euros, y nos daría en efectivo los 20 euros que necesitábamos.
Este servicio es ventajoso para todas las partes: no tiene ningún coste para el cliente (siempre que no use una tarjeta que permita pagar las compras a plazos), el comercio recibirá a cambio una pequeña comisión, y la entidad aumenta su capacidad de atraer clientes al ofrecer un servicio interesante y útil para ellos.
Programas de recompensas en cashback
Los programas de recompensas en cashback son técnicas de fidelización que realizan los bancos y entidades a sus clientes gracias a los acuerdos que mantienen con los establecimientos comerciales con los que trabajan. Es una opción muy habitual en Estados Unidos, y cada vez se está haciendo más hueco en España.
El procedimiento es muy sencillo: cuando un cliente hace una compra con una tarjeta cashback, la tienda abona un porcentaje a la entidad emisora, y ésta le devuelve al cliente una parte del mismo. Esta recompensa, que antes era exclusiva de las tarjetas de crédito, se ofrece también en algunas de débito.
La ventaja de este sistema es evidente: el cliente obtiene más por su dinero. Este ahorro supone un incentivo para abrir cuentas en dichos bancos, ya que permite obtener mejores ofertas en las empresas asociadas.
Pero también tiene una desventaja, y es que algunos bancos imponen a estos reembolsos unas comisiones e intereses ocultos, por lo que conviene leer bien la letra pequeña. No obstante, esta posibilidad es muy remota.
Para obtener este reembolso con nuestras compras, solo tenemos que abrir una cuenta en el banco o la entidad que lo ofrezca. Después, a la hora de adquirir un producto, tenemos que acceder a nuestra aplicación de banca online, consultar la sección de promociones y buscar los descuentos que tenemos si hacemos el pago con nuestra tarjeta a través de cashback.
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