Es fácil que el término parafiscalidad no te diga gran cosa, pero que sí lo haga el sistema de la Seguridad Social. ¿Y qué tiene que ver uno con otro? Pues que el sistema de bienestar nacional es el mejor ejemplo de parafiscalidad.

En las siguientes líneas vamos a ver con más detalle en qué consiste la parafiscalidad y diferentes ejemplos de este tipo de contribución o tributo.

¿Qué es la parafiscalidad?

Una definición técnica de parafiscalidad sería la de decir que es una categoría de tributos gubernamentales que permiten financiar un fin u objetivo específico. Es decir, se trata de aportes de los que se conoce que gastos van al financiar y normalmente también su cuantía.

Las contribuciones parafiscales son obligatorias y sirven para financiar servicios públicos administrados por el Estado. De hecho, la mayor parte del estado de bienes se sostiene sobre parafiscalidad. De ahí que exista cierta controversia sobre si los pagos a la Seguridad Social y otro tipo de contribuciones sociales se puede o no considerar impuestos.

Diferencias entre parafiscalidad y las tasas

Las tasas sí son un tipo de impuesto. Se utiliza para pagar ciertos gastos del estado y la recaudación no puede superar nunca el coste del servicio. Por ejemplo, las tasas de basura se cobran a personas con una vivienda que utilizan ese servicio.

El cálculo del impuesto se realiza de forma que sirva para cubrir los gastos de la recogida de la basura.

Por el contrario, las contribuciones parafiscales buscan financiar o solucionar un bien general.

Características de la parafiscalidad

Lo que define a las aportaciones parafiscales es lo siguiente:

  • Son aportaciones establecidas por el Estado.
  • Se aplican sobre las personas que cumplen ciertos criterios o características, como personas que trabajan.
  • Son pagos de carácter obligatorio.
  • Los recursos recaudados pertenecen al estado y se destinan a un único objetivo, normalmente de interés general.

Ejemplos de parafiscalidad

La mejor forma de entender qué es la parafiscalidad es con ejemplos sobre dónde y cómo se utiliza.
En España, el mejor ejemplo de parafiscalidad es el sistema de la Seguridad Social y todas las contribuciones sociales.

Ese dinero se usa para financiar bienes de carácter público como la sanidad, educación e incluso las pensiones públicas, entre otros gastos.

Por eso, aunque no forman parte del sistema tributario, la doctrina general es considera las aportaciones parafiscales un impuesto porque su naturaleza jurídica es similar.

Esta distinción hace que surjan muchas veces dudas o discrepancias a la hora de calcular datos como la presión fiscal en España, ya que hay estudios que sí suman las cotizaciones parafiscales y otros que no.

En otros países como Colombia las contribuciones parafiscales están muy extendidas para cubrir el coste de servicios como los del ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar), SENA (Servicio Nacional de aprendizaje) y o las cajas de compensación familiar.

No obstante, en muchas ocasiones el Estado no es capaz de lograrlo con la recaudación de impuestos debido a que el gasto es mucho mayor que los ingresos que se obtienen por esta vía.
Por eso es importante tener un Plan de Pensiones MAPFRE que te ayude el día de mañana si surgen imprevistos que no tendrían por qué afectarte.

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