El Brexit ha supuesto un hecho sin precedentes ya que desde sus orígenes. Ningún país había solicitado antes la salida del proyecto europeo, aunque sí habían surgido algunas voluntades sociales al respecto en varios países que conforman la unión, siendo quizás el caso más sonado hasta ahora el plebiscito de Alexis Tsipras en Grecia sobre las medidas que se le imponían desde Europa. Pero incluso entonces, el primer ministro griego aclaró que un rechazo no debería significar la salida de la UE. A continuación, desgranamos qué es el Brexit, sus consecuencias y las decisiones más recientes.

¿Qué es el Brexit?

La palabra Brexit hace referencia al proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) tras el resultado del referéndum celebrado el 23 de junio de 2016. Procede del acrónimo de las palabras inglesas Britain exit, salida de Gran Bretaña.

El 29 de marzo de 2017 se produjo la notificación por parte del Reino Unido al Consejo Europeo de su intención de abandonar la UE. La salida se produjo el 1 de febrero de 2020, momento en que entró en vigor el Acuerdo de Retirada, que duró hasta el 31 de diciembre de 2020.

A partir de dicha fecha, es decir, desde el 1 de enero de 2021, entre el Reino Unido y la UE rige un «Acuerdo de Comercio y Cooperación» que define su futura relación y supone un cambio significativo para administraciones, empresas y ciudadanos tanto del Reino Unido como de la UE que van a encontrar obstáculos, que hasta esa fecha no existían, al comercio de bienes y servicios y a la movilidad y los intercambios transfronterizos.

¿Qué consecuencias tiene el último acuerdo?

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Para el ciudadano de a pie, son muchos los aspectos que han cambiado desde el 1 de enero del presente año con la firma del Acuerdo de Comercio y Cooperación. Reseñamos en tres grandes apartados algunos de los que más le pueden afectar:

No habrá libre circulación de personas

Los ciudadanos del Reino Unido no podrán libremente trabajar, estudiar, crear una empresa o vivir en la UE. Quienes viajen a la Unión Europea y al espacio Schengen serán tratados como nacionales de terceros países. Necesitarán visados para estancias de larga duración en la UE, que no podrán sobrepasar los 90 días en un período de 180 días consecutivos, además de cumplir las condiciones de entrada impuestas a los nacionales de terceros países (controles fronterizos, sellado de pasaportes, etc.).

Asimismo, los ciudadanos de la Unión Europea tampoco podrán trasladarse de forma indefinida al Reino Unido sin permisos especiales. Deberán contar con visados específicos para estancias largas y por motivos laborales. El tiempo de permanencia será de hasta seis meses. No obstante, en casos especiales -tratamientos médicos, si se es académico o se cumplen ciertos requisitos- este tiempo se puede ampliar hasta 11 y 12 meses, respectivamente.

Para estancias cortas y viajes por motivos turísticos, tanto los ciudadanos británicos como los europeos no necesitarán visas.

Igualmente, podrán utilizar sus permisos de conducción para conducir en cada país.

No habrá libre circulación de mercancías

No se impondrán tarifas o aranceles para el movimiento de bienes y servicios, lo que en principio beneficia tanto a los exportadores como a los importadores del Reino Unido y de la UE.

Sin embargo, sí se aplicarán inspecciones y controles aduaneros a todas las exportaciones del Reino Unido que entren en la UE y viceversa, lo que podría provocar demoras e interrupciones en las cadenas de suministro.

No habrá libre circulación de servicios

Los proveedores de servicios del Reino Unido tendrán que cumplir las distintas normas de cada Estado miembro o trasladarse a la UE si desean seguir operando como lo hacen actualmente.

Dejará de haber reconocimiento mutuo de las cualificaciones profesionales.

Las empresas de servicios financieros del Reino Unido perderán sus pasaportes de servicios financieros.

Otras consecuencias del Brexit

El Brexit afecta también a otros campos como la sanidad. La tarjeta sanitaria europea única ya no es válida en Reino Unido. Tampoco los ciudadanos británicos podrán hacer uso de ella en la UE. De esta forma, será necesario disponer de un seguro médico privado de viaje cuando se produzcan desplazamientos temporales a ambos territorios. Los Seguros de Viajes MAPFRE son una excelente solución para desplazarse al Reino Unido sin preocupaciones, unas pólizas a medida con la mejor asistencia médica de urgencia.

No obstantes, existen excepciones para quienes tengan permiso de residencia, que podrán acceder a los sistemas públicos de salud de cada país, lo que es aplicable también a los pensionistas que vivan en el extranjero, a los estudiantes y a los trabajadores fronterizos.

Asimismo, en materia de pensiones y el cobro de prestaciones reconocidas a partir del 1 de enero, se aplicará lo dispuesto en el nuevo convenio bilateral.