Para poder acceder a una pensión de jubilación es necesario cumplir con tres condiciones: acreditar la carencia genérica, acreditar la carencia específica, y tener la edad exigible que determinará la modalidad de jubilación a la que tendrá acceso el trabajador. Pero, ¿qué es el periodo de carencia genérica y el de carencia específica? Si te decimos años y periodos de cotización, seguro ya te haces una idea de a qué se refieren estos términos.

La pensión de jubilación por su carácter de prestación vitalicia, y por tratarse de una prestación muy ligada a la actividad profesional, se apoya en el principio de contribuidad. El periodo de carencia o de cotización previo exigido, abre el derecho a la pensión. Este periodo de carencia tiene dos variantes, genérica y específica.

Periodo de carencia genérica

Se refiere al número total de años cotizados. Con carácter general, para acceder a la pensión de jubilación se exigen 15 años, o más, de cotización sin incluir los días cuotas, cualquiera que sea la situación (alta o no alta) desde la que se acceda a la jubilación. Si bien existe la denominada “teoría del paréntesis”: los periodos en que no haya habido obligación de cotizar se colocan entre paréntesis y se omiten para computar esos dos años, dentro del arco temporal de los quince años.

Periodo de carencia específica en jubilación

Hace referencia al periodo del total que se ha cotizado en los últimos 15 años anteriores al cese del trabajo, o anteriores al momento en que cesó la obligación de cotizar. Si al momento de haberse producido el hecho causante no existe obligación de cotizar, tal requisito de la carencia específica o cualificada se ha de entender referido a los 15 años inmediatos anteriores a cuando cesó la obligación de cotizar.

Para determinar la carencia específica, sobre hasta cuándo se han de entender los 15 años dentro de los que se comprendan dos (continuados o no), si a la jubilación se accede desde una situación de alta o asimilada al alta sin obligación de cotizar, cabe aplicar la doctrina del paréntesis. Debe aplicarse de forma flexible, exigiendo un ánimo de trabajar (a través de la inscripción como demandante de empleo), permitiéndose interrupciones en esa inscripción en función de las circunstancias que concurran en cada caso.

Ahora que ya sabes qué es el periodo de carencia genérica y el de carencia específica, recuerda que la previsión social complementaria es la fórmula ideal para complementar las pensiones públicas, fomentando el ahorro privado, especialmente el destinado a la jubilación.

La previsión complementaria permite que se pueda incrementar, a largo plazo y de forma progresiva, el ahorro privado, especialmente el destinado para la jubilación. Los Planes de Pensiones MAPFRE permiten a las personas interesadas en proteger su jubilación ahorrar de una forma totalmente flexible para que llegado el momento de la jubilación puedan mantener un buen nivel de vida.