La Generación Senior se siente cada vez más confiada y segura de permanecer en su casa pese a las limitaciones de movilidad. Según una encuesta realizada por la OCU, el 74 por ciento de los mayores de 65 años con un alto grado de dependencia manifiesta su intención de seguir viviendo en su hogar actual.

No es una idea descabellada pues, gracias a los últimos avances, es posible salvar los escollos y limitaciones producidos por la falta de movilidad sin tener que depender de un tercero, algo que puede llegar a ser frustrante para los mayores.

Uno de los problemas más ligados a la edad es la dificultad a la hora de subir y bajar escaleras. Pero para este caso existen soluciones muy eficaces.

¿Qué opciones existen para ayudar a las personas mayores a subir escaleras?

Ascensores

La opción más conocida son los ascensores, tanto en pisos como en viviendas unifamiliares. Los asesores convencionales son más rápidos, pero no suelen estar al alcance de todos los bolsillos. Por ello, en viviendas unifamiliares se suelen usar los de tipo doméstico, que resultan perfectos en cuanto a instalación, costes y mantenimiento.

Eso sí, antes de decantarse por esta opción hay que tener en cuenta lo siguiente:

  • Los ascensores necesitan tener habilitado un hueco a lo largo de todo el recorrido.
  • La mayoría requiere de la construcción de un pequeño foso de unos 25 cm, aunque hay empresas que instalan ascensores unifamiliares o domésticos sin foso.
  • En función de la comunidad autónoma habrá que obtener ciertas licencias y permisos.
  • Es obligatorio contratar un servicio de mantenimiento con una empresa especializada.

Elevadores verticales

Son parecidos a los ascensores, pero con un recorrido más corto (hasta tres metros). Ocupan menos espacio, la instalación y el mantenimiento son más sencillos y son más económicos.

Pueden ser eléctricos (funcionan mediante una polea adherida a la matriz de un motor eléctrico) o hidráulicos (se basan en una bomba hidráulica acoplada a un motor eléctrico). Estos últimos conllevan menor gasto. Pero en general, tienen poco consumo energético, ya que su potencia suele rondar entre 750 y 1200 KW.

Sillas salvaescaleras

Consiste en una silla mecanizada que va fijada a la escalera mediante raíles, de forma que puede subir por ella siguiendo su forma, ya sea recta o curva. Esta solución está pensada para personas que pueden caminar, es decir, no necesitan silla de ruedas, pero presentan alguna dificultad de movilidad.

Estas sillas salvaescaleras son más económicas que los ascensores y los elevadores, no requieren obras para su instalación y tampoco licencias o permisos. Además, no es obligatorio contratar un servicio de mantenimiento, aunque sí es recomendable.

Plataforma salvaescaleras

Es la opción más económica para personas que se desplazan en sillas de ruedas, permitiéndoles subir y bajas las escaleras con total autonomía. Es un sistema parecido al anterior, pero en lugar de una silla, lo que hay es una gran plataforma que se desplaza por las escaleras mediante unas guías. Además, se pueden plegar, por lo que apenas ocupan espacio cuando no se usan, y también se pueden colocar tanto en tramos rectos como curvos.

No necesitan mantenimientos periódicos, pero es recomendable que un técnico revise la máquina una vez al año.

Además de estos sistemas, siempre viene bien contar con alguien que nos ayude en tareas básicas de la casa o en otras actividades. MAPFRE lo sabe bien, y por eso ofrece este tipo de asistencia con sus seguros de salud. Además, solo por ser parte de la Generación Senior podrás disfrutar de muchas más ventajas diseñadas especialmente para ti, “Y tantos + momentos de tranquilidad”. Infórmate aquí de todos los detalles.