El sistema de pensiones actual es tremendamente injusto porque provoca grandes desigualdades a la hora de ejercer nuestro derecho a cobrar una pensión de jubilación. De hecho es tan injusto que puede hacer que una persona que ha cotizado gran parte de su vida pero, desgraciadamente, se queda en paro a los 50 o 55 años, tenga un acceso muy limitado a cualquier tipo de ayuda en su jubilación.

Para percibir pensión se deben cotizar un mínimo de años, y dependiendo de los años cotizados se tendrá acceso a un mayor o menor porcentaje de la pensión máxima. Para acceder al 100% deben cotizarse un mínimo de 35 años (y se toma como referencia los últimos 15 años antes de jubilarnos), pero como sabemos, con la reforma de la ley de pensiones deberemos acreditar cada vez más años de cotización.

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  • Para cobrar una pensión mínima son necesarios 15 años de cotización.
  • Para calcular la pensión se toma como referencia la base de cotización de los 15 años previos a la jubilación.
  • El sistema es injusto porque premia a quienes cotizan más cuanto más cerca está la jubilación que a los que cotizan más cuando son jóvenes.

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¿Qué pasa si cotizamos 20 o 25 años mientras somos jóvenes, pero luego nos «caza» una crisis económica global como la actual y nos vamos a la calle con 50 años, y sin posibilidad de reciclaje? ¿Qué pasa con los 25 años cotizados, o los 30, o los que sean? En estos momentos no sirven para nada, a ojos de la administración es como si jamás hubiesen existido. Y eso no puede ser más injusto.

Un sistema justo contaría con todos los años cotizados, o idearía una fórmula para que, si por cualquier situación un trabajador entra y sale del sistema en esos últimos 15 años «físicos» se contabilicen otros 15 años diferentes, los últimos 15 años (sean correlativos o no) que ha cotizado el trabajador. Eso sí que sería, al menos, un poco más justo porque no dejaría fuera del sistema a nadie que se haya pasado 15 años (seguidos o por tramos) pagando impuestos.

A la inversa, el sistema es más favorable a los que pueden cotizar más en los años cercanos a la jubilación, aunque eso no significa que vayan a recibir el 100% de la pensión (para eso hay que cotizar los años correspondientes, actualmente 35 años y 6 meses o más). La realidad actual es que no todos los años, ni los euros, de cotización tienen el mismo peso. Injusticia de libro.

La sostenibilidad de las pensiones está asegurada, o eso dicen, una vez que se ponga en circulación el plan maestro, pero no se ha resuelto todavía el problema de hacer eficiente el sistema de pensiones. No hay nada más frustrante y triste que llegar a la jubilación tras una vida luchando y verse sin cobertura ni respaldo por el Gobierno, ese ente al que le hemos entregado un buen pellizco de nuestros ingresos durante toda la vida.

Vía | fedea
FOTO | Luis Zaf