La sostenibilidad del sistema de pensiones pasa, entre otras medidas, por fomentar que los trabajadores puedan seguir trabajando después de la edad de jubilación (que subirá progresivamente hasta alcanzar los 67 años en 2027). A continuación, explicamos cómo se debe cotizar después de la edad de jubilación tras las reformas aplicadas en el modelo de prestaciones de la Seguridad Social.

¿Cuáles son las ventajas de trabajar después de la jubilación?

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Trabajar después de la edad legal de jubilación tiene incentivos en la cotización a la Seguridad Social, que puede venir muy bien de cara a la futura pensión. El Estado premia a aquellos que deciden prolongar su vida laboral y concretamente, por cada año completo cotizado por encima de la edad legal de retiro, y hoy en día (octubre 2021) se aplicará:

  • Un 2% adicional en la base de cotización si se acreditan hasta 25 años cotizados.
  • Un 2,75% adicional si se acreditan entre 25 y 37 años cotizados.
  • Un 4% adicional si se acreditan más de 37 años cotizados.

Nueva reforma de las pensiones

La nueva reforma de las pensiones, que está pendiente de aprobación por parte del Congreso de los Diputados y el Senado, contempla penalizaciones a la prejubilación o jubilación anticipada. Por otro lado, prolonga y amplía los incentivos al trabajo después de la jubilación, a través de las cotizaciones sociales. Entre las propuestas, destacan las siguientes:

  • Supresión de la prohibición de que un empleado siga en su puesto de trabajo una vez cumplida la edad de jubilación, vigente en muchos convenios colectivos.
  • Pago único de 060,12 euros anuales a quienes demoren su jubilación o porcentaje adicional del 4% en la base de cotización.
  • Aumento de los incentivos porcentuales por encima del 4% por cada año trabajado una vez cumplida la edad legal de jubilación. Portugal, por ejemplo, los bonifica al 12%, mientras que Alemania aplica un 4% y Francia un 5%.

Opciones de seguir trabajando tras la edad de jubilación

Además del trabajo a tiempo completo o parcial que implica extender la edad legal de jubilación -que es un derecho, no una obligación-, la normativa también contempla opciones de seguir trabajando y cobrando parte de la prestación. Es lo que se denomina jubilación activa o parcial, y estas son las opciones:

  • Jubilación parcial, dos tipos:
    • Anticipada, que se realiza antes de la jubilación, mediante contrato de relevo. En este artículo la explicamos.
    • Ordinaria, se realiza después de cumplir la edad legal de jubilación y no necesita contrato de relevo. Esta solo se puede desarrollar si hay un acuerdo con la empresa y se cumplen todos los requisitos necesarios para poder solicitar la prestación.
  • Jubilación flexible: en este caso, el trabajador encuentra un empleo a tiempo parcial en cualquier empresa tras estar percibiendo la pensión de jubilación. No es compatible con un trabajo por cuenta propia.
  • Jubilación activa: esta modalidad permite compatibilizar la pensión de jubilación con un trabajo, a tiempo completo o a tiempo parcial. En este caso, puede ser tanto por cuenta ajena como por cuenta propia.

Estar activo laboralmente tiene muchos beneficios, y no solo económicos, pero contar con un extra para lo que pueda venir nunca está de más, por eso los Planes de Pensiones de MAPFRE te ayudan a generar un ahorro para que puedas vivir con más tranquilidad.

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