Se suele pensar que para invertir en bolsa es preciso contar con amplios conocimientos de economía y disponer de una gran cantidad de dinero. Sin embargo, las acciones pueden reportar interesantes beneficios a cualquier usuario si el ahorro se planifica a largo plazo. En este sentido, la reinversión de dividendos es un instrumento que ayuda a incrementar la rentabilidad en gran medida.

Antes de entrar a fondo en el significado de este tipo de planes o cuentas, es importante aclarar qué es un dividendo. Este concepto hace referencia a la parte de las ganancias de la empresa que cotiza en bolsa, la cual se distribuye entre los accionistas. Los inversores pueden elegir cómo quieren recibir estos beneficios: en efectivo u optar por reinvertirlos para comprar más acciones de la compañía.

¿Cómo funciona la reinversión de dividendos?

Las cuentas de reinversión de dividendos se pueden definir como un tipo de cuenta corriente libre de comisiones que está asociada a otra de depósito de acciones. Aunque este producto no está demasiado extendido, cobra un gran protagonismo en los objetivos de inversión y ahorro.

La reinversión de los dividendos para obtener un rendimiento mayor en el futuro se suele realizar a través de este tipo de cuentas. Los inversores que decidan invertir sus acciones de este modo, tan solo tienen que depositarlas en el plan especial asignado y solicitar que se compren más.

Pese a que esta estrategia incrementa el valor de capitalización a largo plazo, hay que tener cuidado con el reparto de dividendos que establece cada empresa. El pago de estos rendimientos no constituye una obligación, por lo que antes de invertir conviene informarse sobre la política financiera de la compañía. Además, es aconsejable conocer la procedencia de dichos dividendos, ya que en ciertas ocasiones las empresas suelen pedir préstamos con tal de premiar a sus accionistas.

Ventajas de la reinversión de dividendos

Dado que se trata de volver a invertir el dividendo en participaciones dentro del mismo fondo, los principales beneficios de este sistema son:

  • El capital que se reinvierte se suma al que ya existe, lo que permite aprovechar el interés compuesto. A corto plazo, esta ventaja no representa un porcentaje demasiado significativo, pero a lo largo de los años, cuando la inversión inicial va creciendo, el resultado final es sumamente interesante.
  • El valor de las acciones o del fondo va creciendo más rápido gracias a que los dividendos se suman al patrimonio inicial.
  • A través de la reinversión de dividendos se consigue retrasar el pago de impuestos en la declaración de la renta por el capital acumulado y la rentabilidad asociada.
  • Si se opta por una cuenta de reinversión de dividendos para controlar este tipo de gestiones, no se aplican comisiones ni ningún otro gasto para el accionista.

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