Inicio Planifica tus ahorros Tipos de gastos: cómo reducirlos y optimizarlos

Tipos de gastos: cómo reducirlos y optimizarlos

3 Min de lectura
No todos los gastos son iguales. Pueden ser necesarios o prescindibles, fijos o irregulares. Te contamos los tipos de gastos que existen, y cómo reducirlos y optimizarlos.
Logo Jubilacion Y Pension
Blog Planes de Futuro MAPFRE
Redactor especializado en MAPFRE

El equipo de redacción de MAPFRE especializado en temas laborales. Lleva más de 10 años preocupándose por tus ahorros y porque sigas manteniendo una buena calidad de vida en el momento de la jubilación. Pero no solo eso, aquí encontrarás información útil y práctica sobre relaciones laborales, impuestos, prestaciones y mucho más.

Los años de experiencia de MAPFRE en el sector nos avalan como fuente de información veraz y práctica para acompañarte en las diferentes etapas de tu vida.

Gastar es, según el diccionario de la RAE, “emplear el dinero en algo”. Un gasto podemos definirlo, por lo tanto, como cualquier salida de dinero que se destina habitualmente a la compra de bienes o servicios.

No todos los gastos son iguales. Existen prioridades y obligaciones. Una forma de catalogar los tipos de gastos es desglosarlos en fijos, necesarios, irregulares o extraordinarios y prescindibles.

Tipos de gastos

Gastos fijos

Son aquellos gastos de carácter obligatorio a los que hay que hacer frente ineludiblemente y que se repiten con una periodicidad mensual, anual, etc. Se sabe con antelación cuándo hay que pagarlos y qué cantidades hay que abonar por ellos.

Dentro de estos gastos podemos citar: los del alquiler o de la hipoteca, la cuota de la comunidad de vecinos, el pago de préstamos y compras aplazadas, los impuestos periódicos, las mensualidades de colegios o universidades, etc.

Estos pagos no suelen admitir demora y el retraso en su pago suele comportar penalizaciones, lo que supondría incrementar la deuda. En casos semejantes, si hubiera dificultades para pagarlos, habría que reducir los gastos en las otras categorías para conseguir efectivo, o intentar renegociar la deuda con los acreedores si la situación no mejorara.

Gastos necesarios

Los gastos necesarios no se pueden evitar. Aunque son estrictamente necesarios para vivir, tienen un cierto margen de maniobra. Sus cuotas se pueden prever a pesar de que pueden ser diferentes de una vez a otra.

En estos gastos se pueden incluir los de primera necesidad, como la comida, la ropa y el calzado. Asimismo, se incluyen los gastos de los suministros domésticos (electricidad, gas, agua, teléfono, internet, etc.); los destinados a la salud (dentistas, fisioterapeutas, ópticos, etc.); y los de transporte, ya sea privado o público, entre otros.

Gastos irregulares o extraordinarios

Estos gastos no tienen una regularidad fija, pero rara vez se podrán evitar. Como no se pueden prever, hacer frente a los mismos constituye un problema porque exige cierta capacidad de ahorro y un colchón previo para cubrir estas posibles eventualidades.

Como ejemplos de estos gastos, podríamos citar la compra de un ordenador o una televisión; cambiar el teléfono; regalos obligados; etc. También habría que incluir aquí las averías de los electrodomésticos o del coche; las obras de reparación en casa; una derrama en la comunidad de vecinos, etc.

Gastos prescindibles

En esta categoría se incluyen los llamados “gastos hormiga”, que son aquellos que suponen, generalmente, un pequeño importe, no son estrictamente necesarios y se repiten a menudo.

Se podrían evitar en su totalidad, pero dejarlos cuesta porque están muy relacionados con la calidad de vida y el estatus social.

Entre ellos podemos citar el gasto en tabaco, el desayuno fuera de casa, suscripciones a diversos tipos de servicios online, salidas nocturnas, pedir comida a domicilio, elegir destinos vacacionales muy lejos de casa, servicios de taxi, pequeñas compras compulsivas; una salida a un restaurante; un viaje de ocio…

Son gastos la mayoría de ellos insignificantes que sin embargo pueden representar el 25 por ciento del presupuesto mensual.

Cómo reducir y optimizar los gastos

Mano metiendo una moneda en una hucha de cerdo

https://bit.ly/3yllcXx

 

Para disfrutar de una buena salud financiera y tomar decisiones con conocimiento de causa, es recomendable llevar a cabo una buena gestión de los distintos tipos de gastos, adoptando estos consejos:

  • Elaborar un presupuesto familiar donde aparezcan los gastos y los ingresos mensuales correctamente clasificados.
  • Procurar que el nivel de gastos no supere nunca al de ingresos actuales y previstos.
  • Reducir o eliminar aquellos gastos superfluos que no proporcionen una verdadera utilidad.
  • Revisar las cuotas de los servicios y suministros porque, aunque no se conseguirán grandes ahorros, su carácter periódico hace que, a largo plazo, tengan un impacto importante en la economía familiar.
Publicado por Blog Planes de Futuro MAPFRE
- 5 Ago, 2022
Calcula tu seguro ahora

Comentarios (0)

Te puede interesar

5 Min de lectura

Recuperar el dinero del plan de pensiones es un arte. Hay varias opciones y según la que escojas pagarás más...

4 Min de lectura

Ahorrar se convierte en el objetivo número uno de cualquier familia que quiera vivir sin preocupaciones y con unas finanzas...

3 Min de lectura

En el ámbito financiero es posible encontrar una gran variedad de tipos de inversores que se agrupan en función de...

3 Min de lectura

Al hablar de invertir, ¿en qué piensas? ¿Crees que los fondos de inversión son solo para los que conocen bien...

Hay vida más allá de los 65

Descubre historias increíbles

Simulador de Ahorro

Suscríbete a nuestro boletín

0