¿Te has preguntado alguna vez para qué sirven los ticket de caja que te entregan las tiendas? Más allá de ser obligatorios por ley, este tipo de documentos cumplen varias funciones. A la empresa, le sirve como registro del servicio realizado o bien vendido, además de ser una anotación en su cuenta contable.

A ti como particular te sirve como comprobante de pago, que es una forma de acreditar que has abonado esa compra.

¿Qué es un comprobante de pago?

Un recibo de pago no es más que un documento que da fe o justicia una transacción financiera en la que ha existido el pago o cobro de la operación. Dicho en otras palabras, es una evidencia o prueba de que la parte compradora ha abonado lo que le corresponde.

Sin ese voucher de pago se podría pensar que el vendedor ha entregado el bien, pero que no ha recibido el pago. De hecho, esto es lo que ocurre en muchas transacciones empresariales, donde se emite una factura que se abona más tarde. De ahí que estos resguardos de pago sean tan importantes como forma de protección por parte del cliente ante posibles reclamaciones.

Tipos de resguardos de pago

Hay más de un formato de comprobante de pago según el tipo de operación y las facturas de compra y de venta no son uno de ellos.

Una factura no es en sí misma un comprobante de pago porque es habitual que el momento de la emisión de la factura no coincida con el momento de pago. Para entenderlo mejor, piensa en todas las empresas que pagan a 60 días e incluso a 90 días. El hecho de haber emitido la factura no es sinónimo de que el pago se haya realizado.

Sí que servirán como comprobante de pago:

  • Facturas que indicen de forma específica que se ha realizado el pago.
  • Ticket de caja o facturas simplificadas, que se entregan siempre tras haber abonado el bien. En este caso, el ticket ya acredita que se ha pagado.
  • Anotaciones en cuenta justificativos.
  • Recibos de pago clásicos.
  • Comprobante de transferencia y comprobante bancario, donde se puede acreditar que el abono se ha realizado.

Una forma de dejar constancia del pago de un bien es realizar el pago con tarjeta, ya que así quedaría un registro de la transacción de forma inmediata y automática en el banco.

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¿Para qué sirven los resguardos de pago?

Los comprobantes de pago son una herramienta para hacer un mejor seguimiento de tus finanzas personales y también una forma de evitar posibles reclamaciones o de reclamar si algún bien que has comprado es defectuoso.

Por el lado de las finanzas personales, te permite tener un registro de tus compras y los pagos que has realizado. Así puedes tener tu presupuesto siempre actualizado, que es una de las mejores fórmulas para ahorrar y controlar tus finanzas.

Guardar los resguardos de pago te permitirá saber qué bienes has abonado y qué gastos deberás afrontar en el futuro por pagos que todavía no has realizado.

Además, también te cubrirá en caso de tener que reclamar por un producto en garantía o si, por el contrario, te reclaman a ti el pago de algo que ya abonaste en su día.

¿Cómo debe ser un comprobante de pago?

La forma más sencilla de tener un comprobante de pago como particular es que exista una transacción electrónica que lo avale. Esto se puede hacer pagando con tarjeta o mediante una transferencia bancaria. En ambos casos quedaría un registro automático de la operación que podrás utilizar como resguardo de pago.

Como consumidor particular normalmente no tendrás que emitir vouchers ni resguardos de pago. De hecho, es más normal que sea la contraparte quien emita la factura o, si se trata de una transacción entre particulares, un recibí.

En cualquier caso, si tuvieses que hacerlo, lo idóneo es que en el documento figure la palabra recibo y que se especifique el motivo del pago. Es decir, qué servicio se está abonando, además de la cuantía o importe que se ha pagado.

También habría que incluir la fecha de pago y los datos del pagador y de quien recibe el dinero.

En el caso de las empresas, es imprescindible sumar el número de factura que se está abonando.

Al final, los comprobantes de pago son una herramienta para protegerte como consumidor y poder hacer valor tus derechos en el futuro, igual que un buen seguro, que te protege en lo que necesites.

Si tienes cualquier problema con algún producto que hayas comprado o vendido, este documento facilitará la reclamación. Contar con un Seguro de Defensa Jurídica MAPFRE es también una garantía de que en cualquier circunstancia contarás con la asesoría legal necesaria.