Cuando se trata de impuestos y sanciones, el principal objetivo de la Agencia Tributaria es cobrar y hacerlo de la forma más simple posible. Por eso existen bonificaciones por pagar a tiempo las sanciones y no reclamar y también facilidades para el pago de impuestos, como el IRPF.

Si la declaración de la renta te sale a pagar y no tienes dinero para hacer frente al impuesto, Hacienda permite dos soluciones diferentes. La primera, más directa y sencilla, es fraccionar o dividir el pago del IRPF.

La segunda consiste en aplazar el pago de la renta para abonarla más tarde. Así es como puedes poner en marcha cada una de ellas.

Cómo fraccionar el pago de la renta

Fraccionar la renta supone dividir en dos el pago del impuesto. En lugar de abonarlo todo de golpe, la AEAT deja ingresar el IRPF en dos partes con varios meses de diferencia. Así se establece en el artículo 97.2 de la Ley de IRPF y el artículo 62.2 de del Reglamento de IRPF.

El primer pago de la renta se realiza al presentar el impuesto y supone un 60% de la cantidad a ingresar.

El segundo pago supone el 40% restante. ¿Cuándo se lleva a cabo este segundo pago de la renta? Siempre a principios de noviembre, con suficiente tiempo para planificarte y ahorrar si lo necesitas. En 2022 el día escogido fue el 7 de noviembre. Este pago se puede domiciliar al hacer la renta, que es lo más sencillo, o abonarlo directamente ese día.

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Cuándo fraccionar el pago del IRPF

El fraccionamiento de la renta hay que solicitarlo al presentar el IRPF.

¿Qué hacer para fraccionar el pago de la renta? La opción de fraccionar la renta aparecerá normalmente de forma automática cuando vayas a presentar la declaración si sale a pagar.

El siguiente vídeo de la AEAT explica cómo hacerlo:

La opción de fraccionar el pago de la renta solo está disponible cuando se presenta la declaración dentro del plazo. Una de las consecuencias de hacer tarde la renta es que no podrás dividir en pago si sale a pagar. Lo mismo ocurre con las declaraciones complementarias si, por ejemplo, quieres anular o cambiar el IRPF ya presentado.

Cómo aplazar el pago del IRPF

¿Qué pasa si con fraccionar el pago no es suficiente? La AEAT también permite retrasar el pago del IRPF. Es decir, abonar más tarde la renta, algo que se puede hacer con la mayoría de los impuestos. Eso sí, habrá que escoger entre fraccionar o aplazar, ya que ambos no son compatibles.

El proceso para hacerlo y los requisitos dependerán de cuánto tengas que pagar. Si el importe de la renta no supera los 30.000 euros podrás solicitar el aplazamiento a Hacienda sin aportar garantías ni justificar nada.

Por el contrario, si la deuda con Hacienda supera los 30.000 euros tendrás que aportar garantías y demostrar que necesitas aplazar la deuda. Estas garantías pueden ser desde un aval solidario hasta un seguro de caución que la administración tendrá que verificar.

¿Cuándo se aplaza el pago de la deuda por el IRPF? De nuevo, al hacer la declaración de la renta.

Al presentar el IRPF hay que marcar la casilla de “No fraccionado” en la opción de pago y seleccionar “Otras modalidades de Pago”. A continuación, deberás pulsar en “Reconocimiento de deuda” y, por último, firmar y enviar la declaración.

Al hacerlo se abrirá una nueva ventana de resumen con tu declaración donde Hacienda advierte que queda pendiente la solicitud del aplazamiento. Para hacerla hay que pulsar en la opción de “Tramitar deuda” para escoger el medio de pago.

¿Hay que pagar intereses por aplazar la renta?

Aplazar el pago del IRPF no sale gratis. Habrá que hacer frente a un tipo de interés de demora que se fija en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y que actualmente es del 3,75%, muy por debajo del coste de un préstamo personal, por ejemplo.

Una forma de evitar este tipo de situaciones es planificar el pago de impuestos y, además, disponer de un dinero para imprevistos. Un Seguro de Ahorro MAPFRE te puede ayudar a conseguirlo.

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