Cuando se resuelve un pleito, la parte que no ha ganado el caso tiene la obligación de abonar un importe determinado para sufragar los gastos de diversos conceptos. Aunque existen algunas excepciones que eximen de este cargo, por norma general, una de las situaciones que puede pasar si no se pagan las costas del juicio hace referencia al embargo de bienes en el procedimiento de ejecución de la sentencia.
Según establece la Ley de Enjuiciamiento Civil en su artículo 241, se consideran costas procesales las que se refieren a las siguientes partidas:
- Honorarios de la defensa y de la representación técnica cuando sean preceptivas.
- Inserción de anuncios o edictos que de forma obligada deban publicarse en el curso del proceso.
Depósitos necesarios para la presentación de recursos. - Derechos de peritos y demás abonos que tengan que realizarse a personas que hayan intervenido en el proceso.
- Copias, certificaciones, notas, testimonios y documentos análogos que hayan de solicitarse conforme a la Ley, salvo los que se reclamen por el tribunal a registros y protocolos públicos, que serán gratuitos.
- Derechos arancelarios que deban abonarse como consecuencia de actuaciones necesarias para el desarrollo del proceso.
- La tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional, cuando sea preceptiva. No se incluirá en las costas del proceso el importe de la tasa abonada en los procesos de ejecución de las hipotecas constituidas para la adquisición de vivienda habitual. Tampoco se incluirá en los demás procesos de ejecución derivados de dichos préstamos o créditos hipotecarios cuando se dirijan contra el propio ejecutado o contra los avalistas.
Consecuencias de no pagar las costas de un juicio
El mismo artículo anterior también dispone que salvo que las partes se beneficien de la asistencia jurídica gratuita, están obligadas a pagar los gastos y costas del proceso que se originen a su instancia a medida que se vayan produciendo.
No obstante, en función del tipo de procedimiento y del curso que se siga, es posible encontrarse con una resolución donde se imponga el desembolso de todo el importe a la persona que no haya resultado vencedora. Si esto último sucede, hasta que tenga lugar la liquidación, la persona que se beneficia de la resolución debe satisfacer sus gastos a medida que se vayan produciendo y posteriormente percibir el reembolso correspondiente.
Por lo tanto, en el supuesto de que la parte condenada no pague las costas de un juicio según lo acordado en la sentencia en el plazo de 20 días hábiles de forma voluntaria, el otro litigante puede iniciar un procedimiento de ejecución. A partir de este momento, se inicia un proceso para embargar los bienes del ejecutado con el fin de hacer frente a la deuda.
En otro supuesto, puede suceder que el demandado se oponga a la ejecución alegando alguno de los motivos contemplados en la ley, en cuyo caso el juez deberá resolver sobre el incidente y determinar quién tiene que asumir el pago de las costas procesales.
En definitiva, es muy importante saber qué pasa si no se pagan las costas de un juicio, al igual que si no se cumple con lo establecido en la sentencia.
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