Como su propio nombre indica, las cuentas de ahorro sin nómina son aquellas que las entidades financieras permiten abrir sin necesidad de domiciliar el pago del sueldo o cualquier otro ingreso regular. Al igual que las cuentas normales, es posible realizar todas las operaciones bancarias de transferencias, retirada de efectivo, domiciliación de recibos, vinculación de tarjetas de crédito o débito, etc.

Sin embargo, uno de los principales problemas de las cuentas de ahorro sin nómina suele ser la aplicación de elevadas comisiones. Además, según cada banco, los clientes de este tipo de productos no pueden beneficiarse de algunos beneficios, como por ejemplo una cierta remuneración por el dinero ahorrado.

¿Qué tipos de cuentas sin nómina existen?

Las cuentas de ahorro sin nómina se pueden encontrar en los bancos tradicionales, aunque la oferta más interesante está en la banca online. En el primer caso, existen más probabilidades de que los gastos de gestión sean altos, ya que el mantenimiento de las oficinas y los empleados implica un coste que la compañía debe cubrir.

Por su parte, los bancos que operan por Internet suelen aplicar comisiones más reducidas. Asimismo, es probable que su política esté orientada a ofrecer mejores ofertas a los clientes de este tipo de cuentas.

Pros y contras de abrir una cuenta sin nómina

Entre las principales ventajas de contar con una cuenta de ahorro sin nómina destacan las siguientes:

  • Como hemos comentado, las cuentas sin nómina permiten realizar el mismo tipo de operaciones que otras donde es necesario domiciliar unos ingresos periódicos.
  • Por norma general, este tipo de productos tienen una escasa o nula vinculación con la entidad financiera. Es decir, el usuario tiene una mayor libertad para cerrar la cuenta sin estar sujeto a ningún periodo de permanencia.

Por otro lado, las cuentas sin nómina tienen un mayor número de inconvenientes:

  • La desventaja más importante son las múltiples comisiones que suelen acompañar a estas cuentas. En caso de que los gastos sean bajos, como contraprestación el cliente tiene que cumplir con ciertas condiciones, como puede ser domiciliar algún recibo o mantener un capital mínimo.
  • La rentabilidad de los ahorros suele estar descartada en las cuentas sin nómina. Aunque se trate de un pequeño porcentaje, a largo plazo se traduce en un beneficio significativo, al que el usuario tiene que renunciar a cambio de no vincular su sueldo, pensión o subsidio.
  • Del mismo modo, es bastante habitual que las ofertas y otras ventajas relacionadas con la disposición del dinero queden excluidas de este tipo de cuentas.

Consejos para elegir una cuenta de ahorro sin nómina

  • El primer punto que se debe valorar antes de decantarse por una cuenta sin nómina es el coste de las Se debe tener en cuenta que estos recargos pueden ser de todo tipo: por mantenimiento, por sacar dinero del cajero, por disponer de una tarjeta, por realizar transferencias, etc.
  • En el supuesto de que las comisiones sean bajas, es aconsejable analizar los requisitos que se deben cumplir y mantener en el tiempo, así como cualquier otra vinculación que establezca el banco.
  • Dado que la retirada de efectivo de un cajero es una de las operaciones que más se repiten, es importante informarse previamente sobre cuáles son los puntos donde se puede realizar esta gestión sin ningún coste.
  • Actualmente, las aplicaciones móviles e Internet han ganado terreno a la hora de realizar casi todas las operaciones bancarias. Por ello, es preferible optar por una cuenta sin nómina que incluya esta opción.