La Administración de Justicia pone al servicio de los ciudadanos una herramienta legal para que un grupo de personas pueda denunciar a un individuo, una empresa o un organismo por algún acto que haya cometido y que perjudique de alguna manera al colectivo demandante. A través de una demanda colectiva es posible reclamar una compensación por los daños que se hayan originado a más de 50 usuarios, bien mediante una acción o una omisión.

De esta forma, sólo se presenta una demanda, por lo que el proceso se desarrollará con un único juicio y la resolución que se dicte será común para todos los individuos. En cuanto a quienes pueden presentar una demanda colectiva, la ley establece que tanto las asociaciones de consumidores como una o varias personas en representación del grupo están autorizados para ello.

Ventajas de una demanda colectiva

Las probabilidades de obtener una resolución favorable para el conjunto de usuarios es mayor debido a la presión social que en muchas ocasiones genera este tipo de litigios.

Los costes derivados de las distintas fases del proceso judicial se reducen, ya que se suelen dividir entre todas las personas que han interpuesto la demanda colectiva.

Este tipo de casos se resuelven con mayor rapidez, ya que varios procedimientos con el mismo objeto se acumulan en uno solo.

Al existir una única decisión judicial, es posible que todos o gran parte de los consumidores afectados se queden conformes con la resolución del caso.

Contras de una demanda colectiva

Por otro lado, la sentencia que se dicte en un juicio colectivo puede no convencer a algunos de los integrantes del grupo y en este caso, deberán iniciar otro proceso judicial posterior hasta conseguir su objetivo.

Cuando existe un conjunto de personas, las tomas de decisiones suelen ser bastante complicadas, ya que es probable que existan conflictos de intereses y distintos puntos de vista.

Según el tipo de caso que sea, hay que informarse previamente sobre si es posible interponer una demanda individual ajena a la colectiva sobre el mismo hecho. En muchas ocasiones, no se concede este derecho a nivel particular.

Antes de unirse a una demanda colectiva, conviene conocer al detalle cuáles son las ideas que se pretenden defender para valorar si están en sintonía con las propias o no.

¿En qué casos se puede poner una demanda colectiva?

Las demandas colectivas pueden ser de distintos tipos, aunque las más comunes son las que se presentan en materia laboral cuando se produce un despido colectivo o se infringen determinados derechos que se consideran básicos del trabajador.

Del mismo modo, también son bastante frecuentes las demandas que interpone un grupo de usuarios que han sufrido algún tipo de daño por un fallo en un producto o por alguna cláusula abusiva en un contrato financiero, entre otros casos.