En la actualidad, debido a la gran competencia que existe entre establecimientos que venden todo tipo de productos, es bastante habitual que el cliente pueda beneficiarse de una serie de servicios que, de otra manera, serían impensables. Así, uno de los valores añadidos de los que puede disfrutar el cliente en muchas tiendas es el de la devolución del producto a cambio del reembolso íntegro del dinero o su canje por un vale.

Este tipo de prácticas supone un extraordinario reclamo para aquellos clientes que se muestran más indecisos con la compra, ya que pueden adquirir el producto y en el caso de que no llegue a satisfacerles dentro de un periodo concreto, podrá devolverlo sin ningún compromiso, recuperando el importe del mismo.

Pero aunque esto sea lo habitual, cabe preguntarse si el derecho de devolución se aplica para todo aquello que queramos comprar. La respuesta es no.

¿Cuándo se puede devolver algo que hayamos comprado?

Cabe destacar que los establecimientos no están obligados a aceptar la devolución de un producto ni a reintegrar el dinero del mismo, excepto cuando la propia compañía lo anuncie de forma expresa.

Por norma, las tiendas únicamente están obligadas a cambiar o gestionar la devolución del producto cuando el mismo esté defectuoso o no se ajuste a las características que se publicitan. En estos casos, el establecimiento debe ofrecer al cliente la posibilidad de cambiar el artículo por otro igual o de similares características, o bien devolver el dinero.

Existe otra situación en la que los usuarios también pueden devolver o cambiar lo que hayan comprado. Se trata de las ventas por Internet, por teléfono o de cualquier otra forma fuera de un comercio habitual. En este caso, el consumidor cuenta con un plazo de 14 días desde que recibe la compra para realizar la devolución, haciéndose cargo de los costes de envío, la empresa, por norma general. Después, el establecimiento debe devolver el dinero en un plazo también de 14 días a través del mismo medio de pago que utilizó el cliente.

Hay que tener en cuenta esta práctica cuando, por ejemplo, se compra por Internet ya que no aplica a determinados productos, como pueden ser billetes de avión y tren, entradas de conciertos y espectáculos, reservas de hotel, reservas de alquiler de coches, artículos fabricados a medida, comida y/o bebida enviadas a domicilio, contenido digital en el caso de que el usuario ya haya disfrutado del mismo, etc.

También cabe destacar que aquellos establecimientos que, por iniciativa propia, acepten la devolución de artículos que se encuentren en perfectas condiciones, podrán fijar sus propias reglas en cuanto al proceso de devolución. Así, antes de comprar cualquier artículo confiando en la posibilidad de cambiarlo, es recomendable informarse sobre todas las condiciones: plazos de devolución, forma de reembolsar el dinero (en efectivo, vales o cambio por otro producto), estado del paquete del artículo, etc.

Además, también es probable que aun aceptando la devolución de sus productos, estas tiendas establezcan ciertas exclusiones, como por ejemplo ropa interior, vestidos de fiesta, libros, bisutería, etc.

No olvides guardar el ticket o la factura de la compra por si fuera necesario realizar la devolución cuando sea posible.

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