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España es el país de la Unión Europea con mayor tasa de desempleo juvenil. A este dato se le suma que también somos el país donde los becarios están peor pagados. Con antecedentes así, hay que celebrar que vaya a ver la luz el Estatuto del Becario para poner fin a esta situación de precariedad juvenil.
Antes de empezar a analizar en detalle el Estatuto del Becario conviene saber diferenciar entre un becario y un trabajador con contrato de formación. El primero no mantiene una relación laboral con la empresa, mientras que el segundo sí se considera un trabajador y, como tal, se rige por el Estatuto de los Trabajadores y el Convenio Colectivo correspondiente.
La figura del becario en la empresa
Las prácticas como becario no están recogidas en el Estatuto de los Trabajadores y a la hora de formalizarlas no se firma un contrato laboral como tal. A pesar de que becario y empresa no estén vinculados mediante un contrato de trabajo, el estudiante asume ciertos deberes y derechos que deben ser cumplidos. Y lo mismo se debe aplicar a la patronal.
En líneas generales, son las universidades y centros de formación los que se encargan de ofrecer y gestionar este tipo de prácticas, aunque siempre existe la posibilidad de que un alumno las busque por su cuenta. Si se opta por esta segunda opción, siempre hay que asegurarse de que dichas prácticas sean reconocidas dentro del plan académico que se está cursando.
¿Los becarios tienen derecho a vacaciones?
En la actualidad no está recogido el derecho a vacaciones de los becarios dejándolo a voluntad de la empresa en la que realiza sus prácticas el estudiante la posibilidad de poder disfrutarlas o no. Es uno de los puntos que se incluye en el Estatuto del Becario que se está negociando.
Negociaciones del Estatuto del Becario
A lo largo del 2023, tras meses de negociación y más de una decena de reuniones entre la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), la Unión General de Trabajadores (UGT), Comisiones Obreras (CCOO), y el Ministerio de Trabajo, el Estatuto del Becario podría por fin ver la luz.
Su objetivo básico no es otro que el de garantizar que las actividades formativas no sean un elemento de precariedad, incurriendo en un uso fraudulento de los contratos formativos y distinguiéndolas de estos últimos de la manera correcta para que se ejecuten con garantías.
Hasta ahora, las prácticas académicas externas venían reguladas por el Real Decreto 592/2014, de 11 de julio que se ha verá modificado con la entrada en vigor del Estatuto del Becario.
Principales claves del Estatuto del Becario
El Estatuto del Becario recoge algunas mejoras indispensables para poner fin a la precariedad juvenil:
- Solo podrán realizarse prácticas mediante un convenio suscrito entre la universidad o centro de formación y las diferentes empresas.
- No están permitidas las prácticas en horario nocturno ni a turnos. Si por la naturaleza de la actividad a desempeñar esta debe realizarse en dichos horarios, se contemplará como un caso excepcional.
- Los becarios no podrán superar el 20 % de la plantilla del total de la empresa. Es importante tener en cuenta que siempre se puede contar con un número mínimo de becarios con independencia del tamaño de la empresa y este se ha fijado en dos personas.
- Se deberán costear las dietas por parte de la empresa. Además, y dependiendo de cada caso particular, se podrán costear también gastos de desplazamiento o alojamiento.
- Los becarios tienen derecho a una tutorización de sus prácticas. La empresa deberá designar a un tutor para que se haga cargo de la coordinación y del seguimiento del itinerario formativo del estudiante. Un tutor solo podrá asumir el seguimiento de 5 personas en formación; en el caso de plantillas con menos de 30 personas, el número se reduce a 3.
- Los becarios también tendrán derecho a informar y poder ser informados por los representantes sindicales de la situación y evolución de la empresa en la que están desarrollando su formación.
- Los becarios tendrán derecho a paro y cotizarán en la Seguridad Social.
- Se les debe brindar la posibilidad de realizarse el reconocimiento médico que la empresa lleva a cabo entre sus trabajadores.
El Estatuto del Becario pretende poner fin a la precariedad juvenil evitando que se vulneren los derechos de los estudiantes. Aun así, no todas las empresas se adaptan a la legislación vigente y puede ser interesante contar con un Seguro de Defensa Jurídica. Con la Asesoría Jurídica de MAPFRE LEX estarás cubierto frente a los gastos ocasionados por reclamación de daños, defensa penal o derecho de familia.