Cada vez se utilizan más los métodos de pago alternativo. Las personas suelen saldar sus compras a través de sus tarjetas de crédito o débito o mediante el teléfono móvil si este está vinculado con su cuenta. Son métodos de pago sencillos y cómodos que hacen que mucha gente prescinda de llevar monedas y billetes en su cartera. Si aún eres de los que prefieres seguir pagando tus compras sin usar estos métodos, debes saber que existe un límite sobre cuánto se puede pagar en efectivo.

Pagar en efectivo y el fraude fiscal

El pago en efectivo es difícil de rastrear y de justificar tanto por parte de los comercios como de los clientes. Para garantizar que las transacciones con dinero en metálico se han realizado bajo la legalidad, es obligatorio entregar una factura de la transacción realizada o un ticket (factura simplificada). Pero, lo cierto es que algunas personas pueden encontrar una vía para blanquear dinero o evitar pagar sus impuestos usando en sus pagos efectivo. Por este motivo, y para evitar este tipo de problemas, se ha limitado la cantidad de cash de para realizar un pago.

¿A qué llamamos dinero en efectivo?

La Ley 7/2012 establece una definición sobre lo que se considera dinero en efectivo para poder ayudar al cumplimiento de la misma:

  • Papel moneda y moneda metálica
  • Cheques bancarios al portador

La tendencia actual en la mayoría de los países de la Unión Europea es la de limitar al máximo posible las operaciones realizadas en efectivo para que sean más sencillas de rastrear por las autoridades y poder garantizar la lucha contra el fraude fiscal. Por otro lado, los métodos de pago actuales son seguros y fiables y permiten hacer pagos de grandes cantidades de dinero.

En algunos países como Francia, en 2016, se aprobó una reducción de esta limitación hasta los 1.000 euros y en Dinamarca está casi desapareciendo por la intención de las instituciones de eliminar esta opción en muchos establecimientos.

Límites para pagar en efectivo en España

En el año 2012 se aprueba en España la Ley 7/2012 por la cual se limitaba el importe de las transacciones y operaciones que podían realizarse en efectivo. Esta ley regula la relación entre particulares y empresas, aunque los bancos quedan fuera de la ecuación.

La limitación para operaciones en efectivo es de 2.500 euros, por lo que si tienes que afrontar un pago de 3.000 euros y dispones de ese dinero en metálico, deberás entregar al vendedor todo el dinero a través de otro medio de pago. Puede ser mediante tarjeta de crédito, débito o transferencia bancaria. A la hora de realizar la transacción siempre se tendrá en cuenta el valor total y no podrás pagar una parte en metálico y la otra por otras vías.

¿Qué pasa si no se respeta esta limitación?

En el caso de que hagas pagos en efectivo superiores a 2.500 euros la Agencia Tributaria tiene prevista una sanción. Esta será del 25 por ciento del importe pagado en metálico, es decir, que, si realizas una operación de 2.500 euros, Hacienda te impondrá una multa de 1.000 euros. De esta forma, se busca evitar que afloren capitales ocultos y luchar contra la economía sumergida del país.

A la hora de afrontar cualquier transacción, debes tener en cuenta estas limitaciones ya que pueden suponerte un coste adicional que no esperabas por la sanción que pueden aplicarte al realizarlo. La forma más segura y legal para realizar estos pagos es la transferencia, además te garantiza tener un justificante del pago realizado y podrás hacerla desde la comodidad de tu casa. Por otro lado, guardar dinero en efectivo no es seguro ya que ante un robo, tampoco resulta fácil justificar qué cantidad tenías.