Resumen del contenido
En nuestro derecho en términos generales y salvo alguna singularidad territorial, se establece por defecto y se presume salvo formalización en otro sentido, el régimen de gananciales en el matrimonio. Y así se inscribe en el registro civil salvo que los cónyuges hagan un procedimiento de capitulaciones matrimoniales y lo eleven a escritura pública y así lo inscriban también en el momento de contraer nupcias.
Una vez iniciado el matrimonio, no obstante, cabe esa separación de bienes estando casados y se puede realizar a través de un proceso que es el citado de capitulaciones matrimoniales.
Los pasos de este proceso serían:
Contactar a un abogado
Es recomendable contar con la ayuda de un abogado especializado para redactar las capitulaciones matrimoniales.
Redactar las capitulaciones matrimoniales
Este es un contrato en el que se fijan las normas que regulan la relación económica del matrimonio.
Entregar el documento a un notario público
Para que valide la petición y prepare la escritura pública consiguiente.
Inscribir el matrimonio en el Registro Civil
Bajo el régimen de separación de bienes.
Es importante mencionar que para hacer la separación de bienes se necesita el permiso o la aceptación de ambos cónyuges. Además, este proceso se puede realizar en cualquier momento, no es necesario que sea antes del matrimonio.
Ventajas e inconvenientes
La separación de bienes tiene varias ventajas objetivas:
- Propiedad individual: Cada cónyuge conserva la propiedad de su patrimonio, tanto el anterior como el posterior al matrimonio.
- Administración independiente: Cada cónyuge puede administrar y disponer libremente de su patrimonio, sin necesidad del consentimiento del otro.
- Protección contra riesgos empresariales: Es ventajoso para evitar el riesgo empresarial, ya que, si uno de los cónyuges contrae deudas en su actividad empresarial, no afectará al otro cónyuge ni a sus bienes.
- Evita conflictos en caso de divorcio: En caso de divorcio, cada cónyuge conserva sus bienes, lo que puede simplificar el proceso de separación.
Es importante recordar que estas ventajas pueden variar dependiendo de las leyes específicas de cada país o región.
La separación de bienes también tiene algunas desventajas:
- Posibles conflictos: Dada la libertad que cada cónyuge tiene para tomar decisiones, podrían surgir posibles conflictos si un miembro actúa por su cuenta sin contar con la otra parte.
- Responsabilidad de deudas familiares: Las deudas contraídas a las que hagan frente los cónyuges en el ámbito familiar, por ejemplo, para los hijos o por cargas familiares, serán responsables ambos.
- Venta de la vivienda familiar: Aunque cada uno puede disponer de sus bienes de manera independiente, para la venta de la vivienda familiar se necesita expresamente el consentimiento del cónyuge no propietario de la misma.
Aspectos para tener en cuenta
En el régimen de separación de bienes, los bienes adquiridos durante el matrimonio pertenecen de forma individual a cada cónyuge, sin importar quién los haya adquirido o cómo se hayan financiado.
- Propiedad individual: Ya se ha mencionado que los bienes adquiridos antes y después del matrimonio permanecen como propiedad individual de cada cónyuge.
- Domicilio familiar: El domicilio familiar recibe un tratamiento especial, de manera que normalmente será potestad de ambas partes y su propietario no podrá enajenarlo sin el consentimiento y la firma de su cónyuge o ex cónyuge.
- Bienes de propiedad incierta: Si, llegado el caso de una separación o divorcio, resulta imposible acreditar la propiedad de un bien o derecho, éste se considerará propiedad de ambos cónyuges a partes iguales.
¿Qué ocurre si uno de los cónyuges no está de acuerdo?
Por otra parte, si uno de los cónyuges no está de acuerdo con la separación de bienes, el proceso puede volverse más complicado.
Divorcio contencioso
Si no hay acuerdo entre las partes, se podría derivar a un procedimiento contencioso de separación o divorcio llegado el caso, donde las partes no están de acuerdo sobre uno o más aspectos del divorcio, como la custodia de los hijos, la manutención, la división de bienes o los términos del acuerdo de separación. Si bien conviene aclarar que el desacuerdo en temas patrimoniales no implica necesariamente la separación o el divorcio o la disolución del vínculo.
Otra opción es ir a juicio y presentar pruebas de que el matrimonio está irreparablemente roto y que el divorcio es necesario.
Si el cónyuge que no está de acuerdo se niega a aceptar el divorcio, el cónyuge que desea divorciarse puede presentar una petición en el juzgado para disolver el matrimonio sin el consentimiento del otro cónyuge.
Mediación o arbitraje
Si el cónyuge que no está de acuerdo se niega a firmar los documentos de divorcio, una opción es buscar la mediación o el arbitraje, donde un tercero puede ayudar a resolver los problemas.
Es importante recordar que estas opciones pueden variar dependiendo de las leyes específicas de cada país o región.
Apunte práctico
Además del más que conveniente y necesario concurso de un letrado experto, puede resultar de gran ayuda contar con un seguro de defensa jurídica para gestionar estos asuntos y que cubra los costes consiguientes.