Las inversiones que realizan las empresas son un gasto que debe aparecer reflejado en su contabilidad y que será deducible en el Impuesto de Sociedades, siempre que estén relacionadas con su negocio y que se hagan de forma adecuada.

Uno de los requisitos es amortizar estos bienes de forma adecuada, algo que pasa por imputar en cada año la depreciación efectiva de los bienes en la contabilidad de la empresa y en el pago de impuestos.

Es decir, que como empresa no se puede imputar de golpe la compra de bienes que van a permanecer o usarse durante más de un año. En su lugar, cada año hay que imputar en el cierre fiscal y contable un porcentaje del dinero que costó que refleje la depreciación o pérdida de valor del bien.

Para hacerlo, la empresa puede optar por un sistema lineal de amortización o utilizar los sistemas de amortización degresivos, también denominados sistemas de amortización acelerada.

En qué consiste la amortización degresiva

La amortización degresiva es una manera de calcular la amortización que permite imputar un valor más alto durante los primeros años de vida del bien que al final.

Es una forma de adelantar el gasto que se imputa cada año por la depreciación del activo, de manera que la amortización es mayor en los primeros años y va reduciéndose conforme pasan los años y se acerca al final de vida útil.

Diferencias entre la amortización lineal y degresiva

Quizás la mejor forma de entender el término es compararlo con una amortización lineal, que es más simple y la primera que normalmente viene a la cabeza.

La amortización simple se limita a dividir el importe o gasto del bien entre el número de años de vida útil que va a tener. Por ejemplo, un activo que ha costado 5.000 euros y tiene una vida estimada de 5 años (ese será su tiempo de amortización) se amortizará a razón de 1.000 euros anuales (el valor entre el número de años).

Como su propio nombre indica, es algo muy fácil y simple, aunque no siempre tienen por qué ser lo óptimo desde un punto de vista de negocio.

Por su parte, una amortización degresiva sí que tendrá en cuenta el número de años para realizar el cálculo.

Este sería un ejemplo de cómo se verían ambos sistemas:

Año Amortización degresiva Amortización lineal
1 1.666,67 € 1.000 €
2 1.333,33 € 1.000 €
3 1.000,00 € 1.000 €
4 666,67 € 1.000 €
5 333,33 € 1.000 €
TOTAL 5.000 €

Hay dos fórmulas diferentes para calcular la amortización degresiva. La primera es una amortización degresiva por porcentaje constante y la segunda es la amortización degresiva por números dígitos, que es la que hemos usado en el ejemplo anterior y que ahora explicaremos.

Amortización degresiva constante

Este sistema lo que hace es multiplicar la cuota de amortización por un porcentaje o cuota constante que está determinado por ley. Ese múltiplo es el que efectivamente hace que cada año se adelante más capital.

Este múltiplo depende del número de años de vida útil estimada para el bien que haya comprado la empresa. Su distribución es la siguiente según lo dispuesto en el artículo 5 del Reglamento del Impuesto sobre Sociedades:

  • 1,5 para periodos de amortización inferiores a 5 años.
  • 2 para periodos de amortización de entre 5 y 8 años.
  • 2,5 para periodos de amortización iguales o superiores a los 8 años.

El periodo de amortización debe ser el correspondiente al coeficiente del lineal y en ningún caso el porcentaje constante puede ser inferior al 11%.

Para hacer el cálculo, basta con averiguar el porcentaje a amortizar cada año y sumarle el múltiplo que corresponda.

Un ejemplo ayudará a entenderlo mejor. Imagina que una empresa compra maquinaria por un valor de 50.000 euros con una vida útil estimada de 6 años y que desea amortizarla en 5 años. Cada año amortizaría un 20% (100/5).

Además, se podrá aplicar un múltiplo de 2 a la operación, lo que deja la cuota en un 40%. Con estas cifras, el cuadro de amortización sería el siguiente:

Año Fórmula Cantidad que amortiza Capital pendiente
1 50000*0,4 20.000 € 30.000 €
2 30.000*0,4 12.000 € 12.000 €
3 12000*0,4 4.800 € 7.200 €
4 7200*0,4 2.880 € 4.320 €
5 4320 4.320 € 0 €

Como puedes ver, el capital que se amortiza va decreciendo cada año hasta el último, en el que se liquida todo el capital pendiente.

Fuente: https://bit.ly/3eHAEHE

Amortización degresiva por suma de dígitos

Este tipo de amortización degresiva utiliza números dígitos para calcular la cantidad que se amortiza cada año.

Para hacer el cálculo vamos a utilizar el ejemplo anterior, el de un activo valorado en 50.000 euros que se amortiza en 6 años (aquí no se reducen el número de años de amortización, pero sí que se usa un sistema que no es lineal.)

La fórmula para calcular el valor de la cuota a amortizar pasa por multiplicar el valor del activo por el número de años de vida útil dividido entre la suma de los mismos. Así es como se iría amortizando ese bien:

Año Fórmula Cantidad que se amortiza Capital pendiente
1 50000*(6/(1+2+3+4+5+6)) 14.285,71 € 35.714,29 €
2 50000*(5/(1+2+3+4+5+6)) 11.904,76 € 23.809,52 €
3 50000*(4/(1+2+3+4+5+6)) 9.523,81 € 14.285,71 €
4 50000*(3/(1+2+3+4+5+6)) 7.142,86 € 7.142,86 €
5 50000*(2/(1+2+3+4+5+6)) 4.761,90 € 2.380,95 €
6 50000*(6/(1+2+3+4+5+6)) 2.380,95 € 0,00 €

Aunque diferentes, los dos tipos de amortización degresiva permiten adelantar los pagos frente a la amortización lineal, algo que es una ventaja para el negocio porque acelera la imputación de gastos.

Conocer las opciones de la empresa para amortizar bienes es una forma de optimizar las finanzas de la empresa, igual que un Seguro MAPFRE Multirriesgo empresarial lo hará en caso de que tengas cualquier percance en tu negocio.