Muchas personas en situación de dependencia necesitan contratar cuidadores para poder realizar las tareas básicas de su vida cotidiana. Estas personas, debido al envejecimiento de la población, suelen ser personas mayores, pero también lo son aquellas que tienen un grado elevado de discapacidad.

Por lo general, la familia es la encargada de cubrir en primera instancia los cuidados que esta persona necesita, pero, en muchas ocasiones, y debido a los cuidados especializados que necesita o a que el familiar no puede ausentarse o dejar su trabajo para hacerse cargo de esta persona, es necesario buscar un empleado que pueda ayudar a su familiar.

Un trabajo muy exigente y no remunerado

Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) un 19% de los mayores de 65 años necesitan asistencia, porcentaje que aumenta a partir de los 80 años, cuando estas personas necesitan ayuda para realizar las tareas básicas se sitúa en el 54%.

Cuando una persona necesita ayuda, los primeros que suelen asumir estas tareas son los familiares directos de las mismas. Se estima que, en nuestro país, las personas que se dedican al cuidado de personas enfermas de su misma familia rondan el 71% y la gran mayoría de ellos son mujeres.

Debido a factores culturales, son las mujeres las que siguen haciendo de cuidadores con las personas dependientes en su gran mayoría, ya sean de su propia familia o pertenecientes a otras por las que están contratadas.

Horarios interminables

Debido a que el perfil más extendido en nuestro país es el del familiar que reside en el mismo domicilio que la persona dependiente, su jornada laboral no suele tener horario y prestan una atención continuada 24 horas durante todo el año. Esto se debe a que entre sus funciones no solo se encuentran las de atender en exclusiva al enfermo, sino la de realizar otro tipo de tareas domésticas o administrativas.

Existen, además, casos de personas que tienen más de un familiar dependiente a su cargo, lo que se denomina multicuidador. En la actualidad, más de 17%de las personas que se dedican a asistir a un dependiente se encuentran en esta situación.

Mujeres de la familia

Aunque se da el caso de mujeres contratadas como cuidadoras, lo cierto es que en España, lo más común es que se ocupen de los familiares ya que en la mayoría de los casos viven en el mismo domicilio, así el 43% de las cuidadoras son hijas de la persona dependiente, sus nueras (7,5%) o sus esposas (22 %).

Alrededor del 85% de personas que se encargan de los cuidados a personas dependientes son mujeres. Suelen ser mujeres con estudios de tipo primario, que no trabajan fuera de casa, casadas y que suelen tener una media de edad de 52 años, aunque muchas de ellas ya superan la edad de jubilación.

Pero lo cierto es que, en los últimos años, el número de cuidadoras mujeres está descendiendo. Algo que se debe, sin duda, al cambio del  rol de la mujer en la sociedad y su apertura al mercado laboral de una forma más activa.

El futuro de los cuidadores

Debido al envejecimiento de la población, cada vez aumentarán más las personas que necesiten ayuda para poder realizar sus tareas cotidianas. Por lo tanto, se hace imprescindible un apoyo por parte de las instituciones para que se puedan cubrir las necesidades de estas personas al existir cada vez menos personas jóvenes que puedan hacerse cargo de los enfermos dependientes. Contar con recursos para poder contratar a alguien puede marcar las diferencias. Por eso, los Planes de Pensiones MAPFRE te ofrecen las mejores fórmulas de ahorra para cuando llega la jubilación.

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