En el proceso de una transferencia se emplea un tiempo desde que ésta se ordena hasta que el beneficiario de la misma obtiene el dinero. En algunos casos, es difícil saber cuánto tarda una transferencia en llegar a su destino, porque quien ordena el envío del dinero no tiene realmente ninguna posibilidad de controlar el tiempo que se tarda en concluir la operación.  Pero si manejamos ciertos factores que intervienen en ella como el día, la hora, la localidad, etc., podemos reducir el tiempo de entrega y conseguir que incluso se acorte.

Transferencias en la zona SEPA

Desde la entrada en vigor de la Zona Única de Pagos en Euros, conocida como SEPA (Single Euro Payments Area) –que comprende los 28 países miembros de la UE, más Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, San Marino y Suiza-, las transferencias realizadas en euros, tanto nacionales como internacionales, dirigidas a países pertenecientes al espacio europeo, tienen un plazo máximo de un día hábil.

En esta misma zona, si las transferencias son realizadas en una moneda distinta del euro, el plazo acordado con el banco no podrá ser superior a cuatro días a contar desde la recepción de la orden por el banco.

Transferencias internacionales fuera de la UE

En el caso de transferencias internacionales fuera de la UE, los plazos de llegada de los fondos pueden incrementarse considerablemente por distintos motivos, como el hecho de que el banco emisor tenga o no tenga cuenta en el banco receptor, la inestabilidad del país receptor, etc.

¿Necesitas hacer una transferencia urgente?

En caso de tener que realizar una transferencia urgente, se puede recurrir a una Orden de Movimiento de Fondos (OMF), operaciones conocidas también como transferencias vía Banco de España.

Es necesario que la entidad tenga abierta cuenta en el Banco de España para poder emitir o recibir una de estas transferencias. Las entidades pueden realizar movimientos de fondos propios entre sí por su cuenta o bien por cuenta de un cliente.

Para realizar estas transferencias es necesario aportar el número de la cuenta de abono con el código IBAN y también es aconsejable aportar el código BIC de la entidad beneficiaria para evitar cualquier tipo de error.

Las transferencias realizadas con este sistema tiene la ventaja de la rapidez, ya que el dinero se recibe el mismo día, pero tienen el inconveniente de su coste, que es bastante más elevado que una normal, pues la comisión aplicada suele ser del 0,5 por ciento de la cantidad transferida con un coste mínimo de unos 6 euros.  Además, pueden surgir dificultades en caso de querer anularlas, en cuyo caso conviene contar con asesoramiento experto.

Cómo influyen el tipo de transferencia y el horario

Una transferencia bancaria es una operación por la cual una persona ordena a su entidad bancaria que, con cargo a su cuenta, envíe una cantidad concreta de dinero a la cuenta de otra persona, ya sea en la misma entidad o en otra diferente.

Las transferencias bancarias son de las operaciones más comunes realizadas por los usuarios de la banca. Tienen un coste que depende del banco y del tipo de transferencia, que debe ser asumido por cada cliente según de las aplique su entidad.  Se identifican mediante el código IBAN, una referencia alfanumérica internacional única para cada cuenta bancaria.

Las transferencias pueden clasificarse en función de diferentes criterios. Según el que ahora nos interesa –el plazo de ejecución-, se dividen en:

  • Ordinarias: el plazo de recepción del dinero es el habitual.
  • Urgentes: ese plazo puede ser menor.

Como señalábamos, la Ley de servicios de pago actualmente vigente establece que las transferencias se harán efectivas en el plazo de un día hábil como máximo. Ello es debido a que las transferencias que se hacen entre entidades bancarias diferentes, deben registrarse en el Banco de España, y este realiza estos trámites al final de cada jornada.

Sin embargo, este plazo puede dilatarse por otros motivos. Uno de ellos, que influye poderosamente para que una transferencia se demore más de lo deseado, es la hora de corte de cada entidad, que suele variar de una a otra, y normalmente está entre las 16 y las 18 horas. Sobrepasar esa hora en el momento de realizar una transferencia puede suponer el retraso de uno o varios días, sobre todo si se trata de un día anterior a un fin de semana o a un día festivo.

Por lo tanto, los trámites del Banco de España, la hora de corte, el día en que se realiza la transferencia, etc., pueden hacer que el plazo se alargue de uno hasta cuatro o cinco días.

Existe, no obstante, un caso en el que las transferencias se producen de forma instantánea, y es cuando estas se realizan entre dos cuentas de un mismo banco, ya que, en realidad, esto supone solamente un mero apunte contable para la entidad y no tiene que intervenir el Banco de España.