Quienes no están muy familiarizados con las inversiones en bolsa, tienden a pensar que estas únicamente están sujetas a los vaivenes de los mercados. Sin embargo, el concepto de orden limitada de compra o de venta demuestra lo contrario.

En el primer caso, se trata del tipo de orden que remite el inversor para fijar un precio máximo al que desea comprar las acciones o valores. Por su parte, la orden limitada de venta hace referencia a la disposición que realiza el usuario para que sus títulos no se vendan por debajo de un precio mínimo.

En ambos casos, la orden está sujeta a una fecha de vencimiento que no suele ser superior a 90 días. De esta forma, el inversor puede tener el control del coste al que se realizan las adquisiciones o los traspasos.

Tipos de órdenes limitadas

Sobre la base del precio de las operaciones se pueden distinguir tres tipos de órdenes limitadas:

  • Orden limitada general: a través de esta orden, el inversor determina un precio máximo para la compra y otro mínimo para la venta, junto con el volumen que se puede negociar. En la compra, la orden se puede ejecutar a un precio inferior al que se haya fijado, pero si se trata de venta, no puede estar por debajo. En estos casos, la orden queda guardada en el sistema hasta que se ejecuta, se anula o queda fuera de los límites. Para definirla es necesario que el usuario analice la situación del valor, los intervalos medios, la evolución futura, etc., con el objetivo de prever que pueda ser introducida en el mercado.
  • Orden limitada inmediata: al igual que en la orden limitada general, en la inmediata también se establecen el precio de compra y de venta, así como el volumen susceptible de negociación. Sin embargo, este tipo solo se ejecuta cuando se introduce, cancelándose después de forma inmediata.

Dentro de esta modalidad se distinguen dos categorías. La orden de todo o nada significa que se debe ejecutar en su totalidad y la orden ataque hace referencia a la posibilidad de que se puede buscar la mejor opción.

  • Orden stop limitada: en este tipo de orden limitada se establece el volumen que se puede negociar, tanto en la compra como en la venta. Además, se fija el precio de salida o entrada, normalmente para protegerse frente a posibles pérdidas.

Ejemplo de orden limitada en bolsa

En el supuesto de que un inversor pretenda comprar 500 acciones de una compañía a un precio de 2 euros, con esta orden tendría acceso a dicho volumen con el coste establecido. Pero también podría optar a los paquetes de acciones que se encuentren por debajo de dicho precio (1,99 euros, 1,98 euros, etc.).

Si se trata de una orden limitada de venta en la que, por ejemplo, se ha delimitado el traspaso de 200 títulos a 15 euros cada uno, si el título cotiza a 13 euros, la orden no se ejecuta. Cuando la cotización sea de 15 euros o más, se produciría la venta de forma automática.

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