El concepto de absentismo laboral se entiende como la ausencia deliberada y habitual del puesto de trabajo o el abandono de este durante la jornada laboral. Como consecuencia de ello, se produce un incumplimiento de las responsabilidades asociadas al empleo y al contrato, lo que origina importantes pérdidas económicas en las empresas cada año.

Según el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores, las faltas repetidas e injustificadas de asistencia o puntualidad al trabajo se considera un incumplimiento contractual, lo que puede dar lugar a un despido disciplinario. Asimismo, también se contempla la disminución continuada y voluntaria en el rendimiento de trabajo normal o pactado.

Tipos de absentismo laboral

El absentismo laboral se produce cuando una persona no acude a trabajar, pero puede tener lugar de diferentes maneras:

  • Absentismo previsible y justificado: en este caso, el trabajador avisa de forma conveniente a la empresa y la causa está basada en alguna de las situaciones reguladas por ley, como por ejemplo baja por nacimiento o adopción de un hijo, asistencia médica, enfermedad común, etc.
  • Absentismo no previsible e injustificado: al contrario que en el supuesto anterior, el empleado no acude a su puesto de trabajo y no informa a la compañía. Además, suele ser habitual no contar con ningún justificante, lo que puede provocar el despido disciplinario.
  • Absentismo presencial: se trata de un tipo de ausencia presente, ya que el trabajador acude a su puesto de trabajo, pero no realiza ninguna tarea de las que tiene asignadas.

Consecuencias del absentismo laboral

Cualquier tipo de absentismo laboral tiene una serie de efectos negativos tanto para la empresa como para los trabajadores:

  • La ausencia continuada del puesto de trabajo provoca una reducción de la productividad, lo que repercute de forma directa en el servicio que se ofrece a los clientes y en la rentabilidad.
  • Cuando es necesario contratar a otra persona para sustituir al empleado ausente, la empresa debe asumir una serie de gastos adicionales.
  • En el caso de que los compañeros se vean obligados a asumir más trabajo para compensar el absentismo, es bastante común que el ambiente laboral se resienta y no tarden en aparecer algunos conflictos internos.
  • Desde la posición del trabajador que se ausenta, las consecuencias son: falta de motivación, desvinculación con la empresa, conflictos con el resto de la plantilla, reducción de sus ingresos e incluso pérdida del empleo.

¿Cómo evitar el absentismo laboral?

Es importante tener en cuenta que la ausencia en el puesto de trabajo implica un coste, pero no supone ningún beneficio. Por ello, para reducir al máximo el nivel de absentismo laboral es necesario poner en marcha algunas medidas:

  • Flexibilizar el horario laboral para propiciar una mayor conciliación entre la vida personal y profesional. En este sentido, es interesante permitir el teletrabajo de forma completa o, al menos, determinados días a la semana.
  • Poner en marcha todas las acciones que estén al alcance de la empresa para mantener motivados a los trabajadores. Algunos ejemplos son el seguro médico, el plan de pensiones, formación continuada, ticket restaurante, promoción interna, remuneración de horas extra, etc.
  • Establecer una política de asistencia que premie de diferentes maneras a los empleados que no alcancen un determinado porcentaje de ausencias.
  • Instalar un sistema de fichado para registrar las entradas y salidas del centro de trabajo por parte de cada trabajador.
  • Fijar unos procedimientos de concesión de permisos más sencillos y humanos, donde se tengan en cuenta las circunstancias particulares de cada persona.